miércoles, noviembre 01, 2006

Jalogüins a mí...


A veces, cuando me detengo a mirar fijamente mis propios miedos, no sé distinguir cuáles son reales y cuáles un holodrama.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que guay cuando el monstruo estaba debajo de la cama y no sobre los hombros...

HombreRevenido dijo...

Qué profunda, Laurel.
Yo tuve al monstruo entre las cortinas, y ahora lo tengo entre las piernas... jeje. No, lo tengo en la cabeza, qué razón tienes.

Musa Sosa dijo...

Esa niña es genial!!!!!

-Buuu!!!!?
-Gatito?

HombreRevenido dijo...

Empanadilla, niña genial y película genial.

Anónimo dijo...

Un monstruo sobre los hombros? Entre las piernas? o estoy con un subidon de hormonas y sólo pienso en "lo-único" o es que vosotros tampoco hablais de jalogüing...

Anouk dijo...

No había pensando que la culpa de que en las últimas semanas tenga miedo hasta de mi sombra pudiera ser debido a la proximidad de Jalovín.
Ojalá sea eso.
Por favor, que llegue pronto la Navidad...

HombreRevenido dijo...

Animons, el monstruo sobre los hombros debe ser la cabeza, el monstruo entre las piernas... no caigo. Tu subidón de hormonas tiene que ver con la luna, no con el jalogüin.

Caracolico, el miedo es un mecanismo de defensa que permite la supervivencia (a veces), como caracol deberías saberlo. Y ojito con la Navidad y esos monstruos abominables: Herodes, Papá Noel o Ramón García.