martes, mayo 26, 2009

Lámina nº 6


67 escalones, mi templado purgatorio, entre la fría ciudad y el horno.
Si añadimos el de la calle y el relieve de la puerta llego a los 69, pero eso sería adornar la historia (que a veces es lo mismo que falsearla).
Quizás el hall de un hotel es necesario adornarlo; la vida no.

67 pasos, cadenciosos, en los que se me va acabando el oxígeno. Hipoxifilia perversa, calentamiento global.

La escalera es el observatorio, el planetarium.
Alineados en ella, tu culo y yo, como dos asteroides.

Mi mirada turbia descifra los pliegues de tu pantalón.
Sudoku freudiano. Conciencia inflamable.
Se acuña mi moneda (de curso ilegal) en el molde de tus muslos apretados.

Te frenas. Me acerco.
Mi mano recorre tu espalda, cosquilleante.
Tú entrecierras los ojos, yo aguanto la respiración.
El deseo estornuda.

Llegas a mi casa, la abro, entras.
Te acurrucas en mi sofá, cierro por dentro.
.

3 comentarios:

burbu dijo...

Interpretación global salpicada de detalles, según Rorschard usted, señor mono, es un ser de elevada inteligencia. Su temática nos indica, que conoce muy bien como caer, y deleitarse, en el pecado.

Ra dijo...

Hasta rrór-shaj habría subido los escalones de dos en dos :)

HombreRevenido dijo...

Su segunda frase alberga algo de verdad, Señorita Burbu.
La primera es una exageración, seguramente debida a la ingesta de manuales de psicología clásica y gominolas bañadas en alcohol.

Ra, es que me ponen una láminas... vamos, que me ponen.