viernes, julio 03, 2009

Los viernes: CINECLUB - 95 - El sueño eterno


The Big Sleep - 1946 - Director: Howard Hawks

Reparto:
· Humphrey Bogart (Philip Marlowe)
· Lauren Bacall (Vivian Rutledge)
· Martha Vickers (Carmen Sternwood)
· John Ridgely

Guión: William Faulkner, Leigh Brackett y Jules Furthman (adaptando la novela homónima de Raymond Chandler)
Fotografía: Sid Hickox
Música: Max Steiner

Tres guionistas prestigiosos (con uno de los grandes mitos de la literatura del siglo XX a la cabeza) asumieron el reto de adaptar la enrevesada novela de Chandler. El resultado es la esencia pura del cine negro. Hombres complejos, actos simples, consecuencias inesperadas, razones por descubrir. Como en Lost, cada vez que se soluciona una duda se crean tres más. La sensación que nos queda es la de estar presenciando algo más que una metáfora, dirigida por el metódico Hawks, entre el cirujano y el poeta.

Los diálogos llenos de ironía y quiebros a la censura...
Bien, hablando de caballos, antes de apostar me gusta ver cómo arrancan, cómo corren y cómo van en la carrera. Me parece que a usted le gusta arrancar fuerte
- Por mi parte, creo que tiene usted cierta clase, pero no sé adónde puede llegar, ni cuánto puede correr
- Eso depende bastante del jinete.
... son puestos en manos de los sublimes Bogart y Bacall.
El resultado es una de esas películas para ver en un cine antiguo reformado, en pantalla grande, blanco y negro, versión original... y que se nos caiga la baba.

Lo recubre todo esa violencia antigua, ortopédica, descarnada, en la que la gente moría al primer balazo como en la vida real, y sucumbía a la segunda hostia, como en la vida real.
Los detectives clásicos, los duros seductores, no son machos alfa amenazantes. El blanco y negro les resta cualquier atisbo de amenaza actual, como a los galanes de los libros. Así se disfrutan más. Y se aprende.

Fumando sin descanso, bebiendo whiskey por cortesía, nos paseamos por los bajos fondos donde entre el juego ilegal, las drogas, la ninfomanía, la pornografía y la extorsión, como si no fuera suficiente con todo ello, queda un rastro de muerte y mentiras encadenadas que el sabueso Philip Marlowe no puede dejar de seguir.

Bendito mareo y bendito caos.
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2 comentarios:

Ra dijo...

Bendito cineclub el tuyo, pibe.

HombreRevenido dijo...

Un entretenimiento más para pasar los viernes, Ra, que hacía mucho que no aparecía esta sección.