jueves, septiembre 17, 2009

Postales del tío Matt - 5 - Granada


Querido sobrino Gobo,
últimamente he aprendido que en este loco mundo las cosas no son siempre como parecen. Las extrañas criatuas también saben vivir en cuevas excavadas en la roca, notablemente más rudimentarias que las nuestras pero pintorescas y agrupadas en la montaña, como nidos de pájaro. El Sacromonte, lo llaman. Quise investigar la zona para saber si había algún fraggel escondido en ellas. No vi ninguno, eso sí, escuché más de un quejido desconsolado seguido de golpes rítmicos. El viento, supuse.


El anochecer me deparó una nueva sorpresa. Bajaba por una de las pendientes tratando de no tropezar y rodar, cuando descubrí en la lejanía a la luciérnaga más enorme que te puedas imaginar brillando en la oscuridad.
Al día siguiente me acerqué sigiloso, entre los matojos, y descubrí la verdad. No era lo que parecía sino un dragón inmenso. Las extrañas criaturas, que a veces son generosas y valientes y otras veces tontas como un gori, esperaban inquietas frente al monstruo. Pensé que lucharían con él, pero no, se introdujeron en sus fauces en ordenada fila. Me horroricé y me entró hambre al mismo tiempo.


Podría pensarse que todo ese asunto del monstruo tendría a la gente atemorizada. Comprobé lo contrario. Llenaban las calles, seguían alegres y hospitalarios. Me planté delante de una de esas extrañas criaturas, elegí a una con un peinado similar al mío, y me señalé la boca. En seguida me dio a probar una hoja de una planta extraña, deliciosa y salada, de color rojizo. Después de probarlo entendí que a lo mejor ellos sabían cosas que ningún fraggel entendería jamás, que tal vez no se estaba tan mal en las fauces del monstruo. Era un lugar raro, no hay que descartar nada.

Un abrazo de tu tío el viajero Matt
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6 comentarios:

Ra dijo...

Oh, me ha tocado usted la fibra. Del todo.

Timonera dijo...

Vaya con el tío Matt. No me importaría a mi dejarme caer cerca del monstruo... Por cierto, muy cerquita de puerta Elvira, existe una caverna de Los Fraggel auténtica... "El Enano Rojo" se llama. La próxima vez ya sabes. Te hubieran recibido encantados.

la maru dijo...

Oh! qué ganas de volver a pasear por la calle del Darro, en busca de una caverna donde tomar una cañita bien tirá! (Con su tapa y tó, claro está). Gracias por recordármelo.

HombreRevenido dijo...

Ra, los viajes del tío Matt son así, imprevisibles.

Timonera, seguro que le hubiera encantado saberlo. Pero ya sabes, él es un aventurero caótico, confía en el azar.
Yo, por mi parte, tomo nota.

De nada, Maru. Leer sobre cañas y tapas por la mañana (si encima es nublosa ni te cuento) puede activar los buenos recuerdos... o las ganas de almorzar.
Menos mal que en tu caso hemos tocado el primer resorte.

Anay dijo...

Una vez coincidí con el tío Matt en uno de sus viajes (en la foto parece más bajito), pero no llegamos a hablar.

Bonita canción. Jámon mola.

HombreRevenido dijo...

Cancionzaca, Anay.
El tío Matt es alto pero no mucho. A saber dónde andará ahora, ¿tienes alguna pista? Yo no lo sabré hasta la próxima postal.