miércoles, enero 27, 2010

Sin comentarios


Uno de mis nuevos propósitos personales para ganar tiempo útil de vida es dejar de leer los comentarios de la plebe en las noticias de internet. No es que practicara ese deporte de riesgo habitualmente, pero cuando lo hacía quedaba hipnotizado por tanta idiotez. Una vez leí en un sitio que nunca los tontos han sido tan visibles como en la actualidad. Aunque en otro sitio leí que quién critica a los demás, indirectamente se alaba a sí mismo. No seguiré por ahí entonces.

Hablo de recuperar tiempo y salud. No condeno la ortografía dolorosa, tampoco los argumentos apolillados, critico la masificación, la repetición, su vaivén infantil, su tulallevas, que compone un mausoleo desesperante para cualquier académico que se precie (aunque nuestro objetivo pedagógico sea la animalización, creemos que hay maneras y maneras).
Ya sé que muchas veces, en las ediciones cibercáusticas, se redacta la noticia de forma tendenciosa para provocar eso mismo, que la gente comente indignada y las alusiones vayan de un bando al otro, elevándose exponencialmente el número de comentarios y, a junto a ellos, los ingresos publicitarios. Un timo como otro cualquiera.

El caso es que leo a esos comentaristas y me alegro de no ser masivo, de no atraer a mis aulas a ciertos alborotadores de mente plastificada.
Me gusta la participación, la polémica, la disparidad de opiniones, las palmaditas en la espalda, los comentarios sencillos "no estoy de acuerdo", "me he reído", "estás loco perdido". Pero si el precio a pagar ocasiona la barra libre de la mediocridad... me quedo con vosotros, que sois honrados, ingeniosos, bienintencionados y respetuosos. Vale, sois pocos, pero nada podemos objetar nosotros al respecto. Mira si en la Academia seremos pocos, que soy sólo uno.

A mí me gusta que la gente aporte algo de vez en cuando, mentiría si dijera que me es indiferente. Otra cosa es que entienda perfectamente que cada vez hay más blogs que leer, menos ganas y menos tiempo. Yo leo algunos blogs geniales y no se me ocurre nada apropiado que comentar. Y no quiero decir con ello que yo también tenga ideas geniales. Aunque un día se nos ocurrió una (luego resultó que no se podían imprimir libros en lonchas de queso, pero allí queda, para la posteridad).

Me gusta que los comentarios de este blog no tengan contraindicaciones. Me gusta que nadie se pise, que haya respeto y pulcritud. Reconozco que yo a veces me pongo desagradable si se me acaba la paciencia, qué le haremos. Lo más importante es que no perdáis ningún minuto más de la cuenta en mí. Si no comentáis pienso que todo va bien, que no hay ninguna queja, como el niño aquel que no dijo una palabra hasta los 40 años.

Recordad una cosa: cada vez que os enfadáis leyendo comentarios anónimos y absurdos en una noticia, Darwin se cabrea.
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13 comentarios:

Ra dijo...

Opino que El Bicho va muy con el tema ;) ... usted siempre tan acertado (y no es palmadita, aunque también).


[Le confieso que tengo una incesante y visceral lucha con mi Señora Madre, y su manía de leerse todos los foros de la prensa nacional (y digo todos). Va ganando ella, claro. ¿Algún consejo, Sr. Reve?]


Por otra parte, los no-comentarios deberían estar muy lejos de inquietarnos. Quiero creer :)

HombreRevenido dijo...

Ra, los comentarios dan color y alegría, pero si lo pienso, es muy grande eso del interés silencioso, el lector que disfruta sin más, o que te odia sin necesidad de enzarzarse. Y de todos esos quiero creer que hay unos cuantos.

A mí me pasa con tu blog. Se me hace difícil aportar un comentario coherente. No voy a decir que es brillante todo el tiempo, sería contraproducente y antiestético.

A tu santa madre dile que, al menos, no se cabree. Que por cada persona que hace un comentario interesante (que los hay), aparecen 25 cantamañanas buscando polémica. Es la ley de los talentos decrecientes.
De todos modos, mientras no le dé por los comentarios de las noticias de fútbol (con la rivalidad cansina Barça-Madrid) o los comentarios de youtube (con las riñas de patio de colegio entre nacionalidades) tendrá la cosa bajo control.

Ra dijo...

Gracias de cuore, pero mi blog es incomible y me consta; menos hoy que he puesto una foto de mi perro. A veces estoy por comentarme yo, a ver si tengo c****** :D

Lo peor, querido (con permiso), es que se parte el culo de risa con la demagogia (la roja, la azul y la del Bloque, que es gallega)... ahora que lo pienso, me preocupo por nada.

Vale, pásame la factura de la sesión :) ¿o entra en tutoría?
Mua.

la maru dijo...

Uhmmm

HombreRevenido dijo...

Ra, yo creo que escribes cosas breves, bien hiladas y cerradas con un vespunte. Es difícil añadir algo.

La tutoría es gratis (de momento). Lo de tu santa madre está salvado, eso sí, que ni se acerque a los periódicos deportivos.

Maru, ¿te vas a poner tímida ahora? ¿eh? ¿tú que no te callas ni debajo del agua?

nhtg dijo...

Yo que soy viejo pero nuevo en esto de los blogs no comento prácticamente nada más que esta Academia, porque me hace gracia, porque el comentado contesta siempre y porque lo que contesta vuelve a hacerme gracia... y pensar inclusive algunas veces. Ahora, es verdad que cuando pone 0 comentarios duele un poquillo, al currarte algo siempre quieres tu ración de cacahuetes...

HombreRevenido dijo...

Ya, Nhtg, pero para mí esa ración de cacahuetes es simplemente que la gente lo lea. Es verdad que si nadie comenta parece que nadie lo haya leído, o lo haya entendido. Nos pasa a todos, tendrá que ver con las exceptativas, digo yo.

Ahora que lo dices, me encanta responder comentarios. Es un acto social de primer orden.

sucuri dijo...

Efectivamente, a veces no hay tiempo para contestar, o a mí al menos no se me ocurre nada al nivel en el que se escribe en este blog...

Pero aquí estamos, ¿eh?

HombreRevenido dijo...

Sucuri, bajar hasta el nivel del blog a veces es complicado, te entiendo.
A veces tampoco se me ocurre nada tan malo ni siquiera a mí.

Ender Muab'Dib dijo...

A mí me pasa al reves. Empecé en esto de los blogs sin tan siquiera leer los comentarios, y ahora casi les dedico más tiempo que a la noticia real.

Esto me pasa mucho con Menéame, que mira que la mayoría de la comunidad es toda calcada y siempre esperas encontrarte los mismos comentarios para tirar a la basura; pero hay tantos usuarios que no es raro que escriba alguien con una relación mucha más directa con el suceso comentado que quien escribió el artículo original, y sirve para poner los puntos sobre las ies.

De hecho me he dado cuenta de que últimamente incluso leo los comentarios antes que la noticia y, en base a lo que veo, incluso ni llego a leerla.

Vale que pueda parecer un dato extremo el que meciono antes, pero sin necesidad del mismo muchos artículos se complementan con las opiniones vertidas por los lectores.

Un saludo.

HombreRevenido dijo...

Un saludo, Ender.
Tienes razón en que dentro de la morralla habitual de los comentarios se encuentran joyas que uno no debe perderse, opiniones argumentadas, interesantes, oportunas e imprescindibles para ayudar a contrastar la noticia. Pero yo hablaba de recuperar tiempo útil de vida, ya no estoy para esas búsquedas.

Ahora que lo dices, también podría dejar de leer noticias. Total, para lo que cuentan...

Raza Becaria dijo...

Estoy muy de acuerdo con todo lo que has dicho, aunque mi comentario no aporte nada a la causa ni sea brillante. Alguien me dijo una vez: la cosa irá bien en tu blog cuando empiecen a entrarte trolls a saco porque será que por fin eres popular en la Red y te envidiarán.

Pues te digo una cosa: yo tampoco los echo en falta. Ni ganas.

HombreRevenido dijo...

Tú siempre aportas, Raza Becaria, no te pases de humilde.

Yo, como lector fiel, también celebro que no atraigas a los trolls a tu blog. Así se disfruta el doble.

Aunque he de decir que tus agrias polémicas con los bobo-ecologistas y los fans de ella (no me atrevo a invocarla en vano) son una de las cosas más tronchantes que he visto en mi vida.
Inolvidable.