martes, mayo 18, 2010

Los martes: CINECLUB - 116 - La lista de Schindler


Schindler's List - 1993 - Director: Steven Spielberg

Reparto:
Liam Neeson (Oskar Schindler)
Ben Kingsley (Itzhak Stern)
Ralph Fiennes (Amon Goeth)
Embeth Davidtz

Guión: Steven Zaillian (basado en la novela "El Arca de Schindler" de Thomas Keneally)
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: John Williams

Si hay una revisión del holocausto que me parece rotunda y definitiva es la que se sacó de la manga Steven Spielberg, al que seguro que le temblaron las piernas de responsabilidad cuando se hizo con ese guión, destinado a consagrarle. No falló. Se marcó un ejercicio de dirección sublime, una película perpetua. La música de John Williams, ese leitmotiv demoledor, todavía me pone los pelos de punta. La fotografía en blanco y negro es impecable, absolutamente sobrecogedora. Todo se nos muestra compacto, inseparable, como la más solida verdad.

Decía que es la más conmovedora revisión del holocausto porque no sólo nos enseña el dolor, la sinrazón, la anomia del pueblo alemán, el ilotismo judío, la religión de los amos, la violencia, absurda, valhálica, también nos enseña el vacío, el horror que subyacía en la demoledora burocracia que lo sustentó.
En el frente, entre las explosiones, las trincheras, el frío, donde el miedo se come a los vivos como las ratas roen los cadáveres, podemos alcanzar a imaginarnos la locura y la sed de sangre. En la retaguardia, en la vida cotidiana, no. La impiedad se multiplica.

Además, la película trata sobre una redención, la de Oskar Schindler. Nos dicen que es una historia real, aunque parezca simplemente un símbolo. La maldad absoluta nace y se extiende a partir de pequeños gestos, pequeñas codicias, conformismos. También el heroísmo debe empezarse a buscar allí, en los actos aislados, en los pequeños sacrificios. Quien salva una vida, salva al mundo entero. En cierto modo, no se salvaron los hombres y mujeres de esa lista, fue Schindler el salvado. Y no sigo porque me pongo superbíblico.

Se sufre. Se disfruta. Cualquier cosa que escriba sobre la película obviará lo realmente importante. Si lo que cuentan sus 190 minutos pudiera explicarlo yo en un post, no sería tan grandiosa como realmente es.

Aún me falta destacar el nivelazo estratosférico del trabajo de Liam Neeson, Ben Kingsley y Ralph Fiennes. Una lección magistral de actuación, un lujo, un ejemplo, un detalle más en esta joya poliédrica, con tantas escenas imprescindibles que ni sabía por dónde empezar ni me queda claro cómo acabar.
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5 comentarios:

Nana dijo...

No me disgusta en absoluto, pero te voy a decir una defecto que le encontré, y que me suele tocar bastante los ovarios [ma pasó algo parecido con Camino, de Fesser]: busca conscientemente las lágrimas del público. No me mola que me manipulen.

la maru dijo...

Presento mis más sinceros respetos ante esta pelicula. La he visto varias veces y sigue produciéndome el mismo impacto, horror y lágrimas.

Anónimo dijo...

Los judíos manipulan la historia y esta película es una de las pruebas más apabullante que hay.

Yo ya no me creo nada. Holocausto? Sí. Pero de todo el mundo, no sólo de ellos. Y vale ya, que llevan 60 años viviendo de rentas.

molinos dijo...

Gran peli si señor. A mi se me ponen los pelos de punta cada vez que me acuerdo de la escena en el gheto con la niña del abrigo rojo.

De todos modos yo soy muy friki de la II GUerra Mundial asi que me lo empollo todo.

HombreRevenido dijo...

Nana, te comprendo, pero reconoce que como trampa lacrimógena es de las más grandes que se han rodado jamás.

Maru, mis respetos a usted (de parte de la película).

Anónimo/a, sólo hablamos de cine, aquí nadie dice que el genocidio judío sea más importante que otros.
No creo que los judíos vivan de rentas históricas, ni de manipulaciones, en mi opinión.

Molinos, ay la niña del abrigo rojo. Cómo nos hacen sufrir.

Hay muchas otras grandes películas sobre la II Guerra Mundial (tema que también me resulta fascinante, en todas sus vertientes). Indudablemente "La lista de Schindler" está entre las imprescindibles.