Ayer hablaba de mis amigos a los que les encanta la montaña. Tengo más amigos, con los que la relación es increíblemente cercana, a pesar de la lista interminable de mis defectos.
Ninguno, salvo excepciones, suele asomar la cabeza para comentar por aquí. Y la razón es que casi ninguno me lee.
Y eso me parece acojonante. Imagino que le pasará a más gente, no seré el único chimpancé blogger al que esto le ocurre. Una mayoría de mis amigos pasa olímpicamente de estas cosas que escribo. Imagino que es porque se conforman con verme en persona (aunque últimamente sea más caro de ver, mea culpa). O tal vez lo pase es que así de diario puedo llegar a ser cansino, que también puede ser.
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9 comentarios:
Eso nos pasa a casi todos los bloggers, no?
A mi me leen amigos..pero el ingeniero por ejemplo sólo ha leído dos posts en casi 3 años y porque se los mandé por mail.
Cierto, yo creo que nos leen más los "enemigos"... pero bueno, tampoco hacemos esto para que nos lean ¿o sí?
A mi me gusta leerte y a veces comentarte... Se que no soy Caburo, que te hace más ilusión, pero a mi plin picolín...
Eso creo, Molinos.
Está bien que cada uno se relaciones de la forma que esté más a gusto.
Ojal-a, si me leen los enemigos al menos son discretos y no responden mal.
A uno siempre le gusta que le lean, aunque está claro que uno escribe porque no puede remediarlo. Un vicio como otro cualquiera.
Duende, tú eres una excepción. Me lees desde antes del blog, que ya tiene su mérito.
Yo siempre he sido más de Carburo, y lo sabes. Pero oye, me conformo.
A todos nos pasa un poco lo mismo. A mi ya no me leen ni mis niños...¡jajaja!.
Tengo un poder de convocatoria que lo flipo. ;DD
Besos
Guardián del Faro, yo te leo.
Eso de los niños también es fuerte, jeje. Creo que es normal, cada uno a su aire, mucho mejor.
¡Hombre, qué bien!.....¿¿¿ y porqué no dices ná?.
:( sniff....
Llego muy justo a todo, Guardián del Faro y me cuesta comentar.
Ya haré un esfuerzo.
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