miércoles, junio 08, 2011

Trash en Huesca


Os voy a contar algo del festival de cine, pero tiene que ser lo más bizarro, lo más loco que ha pasado.
Sí, amigos, voy a hablar del Trash entre amigos.

Lo perpetraron el pasado viernes por la noche cuatro individuos peligrosos, perseguidos por la T.I.A., sedientos muchachos, ingeniosos y abstrusos (¿qué? ¿no sabéis lo que significa? pues nada, coged el diccionario y golpead fuerte a alguien listo hasta que os lo diga).
* Raúl Minchinela, el implacable Profesor Repronto.
* Rubén Lardín, un Dr.Livingston del undergroung, un escritor rabioso.
* Nacho Vigalondo, el director que parió "Los Cronocrímenes", y que ahora amenaza con su nueva peli, "Extraterrestre".
* Y el Sr.Ausente, otro monstruo, valedor de la película desde el primer momento. Observad su disertación precisa sobre la misma.

Los cuatro jinetes del apocalipsis, cabalgando en sus caballos llamados: vino blanco, whisky, baileys, etc... aparecieron en el pub Edén, dieron la cara con honor.

El Trash entre amigos es un invento genial que consiste en alquilar un cine, poner una película rara, del género mierder, comentarla mientras se comen palomitas con droga, mientras uno se parte el ojete cosa fina. Es decir, lo mismo que hacéis en vuestras casas con vuestros amigos, que os fumáis dos porros y veis un canal absurdo del TDT y en dos carcajadas encadenadas os caéis del sofá.

El experimento esta vez trasladaba el formato a un bar. Y claro, allí empezaban los problemas.
"Después del 3D llega el cine en diagonal"
Claro, la pantalla estaba a un lado, la gente lo veía todo de refilón. Yo no, que llegué pronto y estaba bien situado, pero digamos que en el bar no funcionaba igual. La gente entraba, flipaba, no entendía nada, el alcohol corría... Bestial como idea, pero intuyo que un poco más incómodo de lo habitual para los "ejecutantes".


Aunque, oye, al final el Edén acabó siendo un sitio confortable. No era fácil, arriesgaron mucho y se lo curraron para que funcionara. La película fue la maravillosa puta mierda que nos prometieron. Western patrio rodado en Fraga, en Huesca para más INRI. Teníamos las típicas escaleras de Huesca, la típica magia de Huesca, el típico tiroteo de Huesca... en Huesca todo es de Huesca. Excepto el Banco de Santander.

Me encantaron las explicaciones técnicas y también su opuesto, los exabruptos demoníacos. Me fascinó esa idea tan de Vigalondo cuando decía: "no sé dónde termina la película y empieza el bar". Tronchante casi todo, la mecha, el kebab, los "parchís vaqueros"... me retiré pronto porque tenía una boda al día siguiente, no pude llegar a ver en qué clase de bacanal degeneró la cosa. Pero esto es sano. Un festival de cine también son las juergas nocturnas, y esta prometía volverse muy seria.

La película "Dinamita Jim", quién sabe, a lo mejor protagoniza una tarde de cineclub en la Academia.
Antes tendré que entenderla, eso sí.
Maldito cine de pensar.
.

2 comentarios:

Oso dijo...

El trash es lo que tiene, que tanto da para un pase de sesión golfa como para prepararte una suculenta sopa. Razón aquí: http://www.youtube.com/watch?v=CeZlih4DDNg.

HombreRevenido dijo...

Madre mía, Oso, jamás imaginé un metal tan sabroso.
Tiembla, Arguiñano.