miércoles, noviembre 27, 2013

Lecciones que da la vida


(Septiembre. Año 2034. Un grupo de ancianos sentados en su banco observa a los niños en la vuelta al cole)

- Bendita juventud. Los años de colegio fueron años felices. Recuerdo a la señorita Remedios, con su voz de pito, su falda-pantalón para hacer gimnasia, su melancolía navideña. En clase estábamos 84 alumnos y nos llevábamos más o menos bien, aunque nunca llegué a conocerlos a todos.

- Eso está muy bien, pero en mi colegio había 100 alumnos por clase. Y mis compis eran tan divertidos que gastaban 5´4 bromas pesadas por alumno y mes. Una estadística estupenda, la verdad, si no fuera porque todas me las gastaban a mí.

- Eso no es nada, en mi colegio estaban prohibidas las bromas. Y si te reías te daban 40 latigazos.

- Bah, vuestros colegios públicos eran demasiado blandengues. El internado privado al que me mandaron mis humildes padres costaba 5 millones de pesetas al mes y nos hacían dormir en una piscina de biblias. Si cometías una falta de ortografía te dejaban sin comer a ti y a toda tu clase.

- Ay, la educación de antes era mejor, más estricta.

- Sobre todo se respetaba la figura del profesor. Entre los alumnos de mi clase le construimos un mausoleo en granito de 20 metros de altura que nos entretuvo los 8 años de EGB. Murieron docenas de chavales durante la obra. Fueron enterrados allí mismo. Eso era respeto.

- Si es que se han perdido los hábitos de trabajo. Aprenderse al dedillo todos los ríos y los afluentes del mundo es lo mínimo para un niño de 10 años. Y sin quejarse.

- En mi colegio, si te quejabas te obligaban a dar tres vueltas al patio. Lástima que el patio fuera una ciénaga infestada de serpientes venenosas.

- Y eso si no te castigaban a escribir. Yo copié la Espasa-Calpe dos veces. Hice más muñeca en la infancia que en la adolescencia.

- Menudo chollo. Cuando yo estudiaba, si no aprobabas te abandonaban en medio del bosque, como a Pulgarcito.

- Yo tenía un profesor que comía carne humana.

- Eh, yo también. ¿Don Ramón?

- No, el mío se llamaba ¿Don Emilio?

- Ya habría sido coincidencia...

- En mi colegio el recreo duraba 30 segundos. Casi todos los partidillos acababan 0-0.

- Pues yo fui el único alumno de mi colegio, y tenía que hacer todos los personajes y los bailes en la función de fin de curso.

- En mi colegio sólo encendían la calefacción en verano.

- De verdad, la infancia fue una época tan feliz...

- Aprendimos lo que es la la vida. No como esos niñatos mierdas de ahora que estudian una hora a la semana, se hacen porros de estramonio con los libros de texto y a lo mejor se ponen todos de acuerdo y van a clase con un tampón empapado en vodka metido en el culo.

- Eso con suerte.

- Indignante.

- O peor.

- Vamos a la deriva.

10 comentarios:

molinos dijo...

Que bonito homenaje a los Monty Phyton....porque dime que conoces este sketch.

http://www.youtube.com/watch?v=XDQVDeUbWd4

qué grandes son. Casi como tú.

HombreRevenido dijo...

Homenaje, inspiración e incluso atraco a mano armada. Creía que nadie se iba a dar cuenta, me alegra ver que me equivocaba. ¡Qué reflejos, Molinos! Me emociono.

En cuanto empecé a escribir y a exagerar me vino a la mente el sketch de los Monty Python y me empecé a partir de risa yo sólo.
Ellos sí que son grandes.

Anónimo dijo...

Jajajajaja!. Buenísimo!! Aún riéndome sola...como las locas, :)
Arantxa

Lig *sous les étoiles* dijo...

A mi no me vendría nada mal un buen porro de estramonio hoy a ver si logro terminar la tesis del post :s ... Será que si pruebo con el tampon de vodka... Mmmmm tiene que ser necesariamente via anal?

Alberto Colombo dijo...

Yo decia que eso de " Todo tiempo pasado fue mejor " jamas me alcanzaria ..... ahora sin embargo dudo

NáN dijo...

Se nota que habéis ido al cole en lo que ahora el PP ha conseguido que se llame "época preconstitucional". ¡Qué grande el PP haciendo humor con la semántica de las palabras! A "cerrar la boca con pasta" lo llaman "finiquito en diferido", etc.

Pues como iba diciendo, estudié en la época fascista y pensaba que estabas haciendo un histórico realista de los colegios. Por ejemplo, con 10 años estuve castigado a copiar la lección de Roma todos los días, de lunes a domingo.

Claro que eso tuvo sus ventajas: el mayor desarrollo de la "mano útil", con su muñeca más gruesa, lo podía achacar a tanta copia.

HombreRevenido dijo...

Arantxa, reírse solo es señal de salud. Tienes nuestra bendición.

Lig, no estoy familiarizado con lo del tampodka. Imagino que cualquier vía será adecuada. Incluso por la nariz.

Alberto Colombo, los "buenos tiempos" fueron también los "tiempos duros". ¿Casualidad?

NáN, mi teoría es que ese juego de muñeca ha permitido la explosión del tenis español.
Todo ventajas.

Josan dijo...

Al leer el post pensé: "Pero, por Alá, ¿Qué se ha fumado nuestro Hombre Revenido?" Al ver aquí la referencia a los Monty Phyton me dije "Claaaaro, ¡ahora todo tiene sentido!" Pero al pensar en mi propio pensamiento previo me dije "¿Sentido los Monty Phyton? ¡He debido alcanzar el nirvana!" En fin, que pienso demasiado...

HombreRevenido dijo...

Josan, a mí me pasa que si pienso mucho me entra hambre. Aunque ojo, yo mi post incluso le encuentro sentido. ¡Eso sí que es grave!

Nisi dijo...

Cuánto aprendo en esta Academia, de verdad.