viernes, noviembre 13, 2015

Estampas del 36

La semana que viene tenemos semana temática (no se me ha olvidado, Gonzalo) pero esta ha sido un tanto difícil. Tengo más sueño que un perrete, pero ha llegado a mis manos algo sublime y no puedo perder ni un minuto. Tengo que compartirlo.

Igual que hacen en tuiter las chicas del Repaso Hola, hoy toca Repaso Estampa.

¿Qué es Estampa? Una revistaza.

(clic para ampliar)

Como veréis en la fecha, estamos en el fatídico año 1936. No esperéis sofisticación en los productos que se anuncian (aunque el diseño no está tan mal).

(clic para ampliar)

El tema de portada es de rabiosa actualidad: Semana Santa en Levante.

(clic para ampliar)

"Quince días hace que Juanita no ve a su novio. Otros tantos hace que su novio no ve a Juanita. No es que Juanita y su novio estén regañados, sino que ella es blanca y él es azul. Y cuando esto ocurre en Lorca a dos novios, por mucho que se quieran, no tienen más remedio que imponerse una separación de varios días antes de Semana Santa. Los pasan cada uno de ellos trabajando en los talleres de las cofradías respectivas. Todas las horas libres de que disponen las dedican a la preparación de los pasos que han de salir a la calle en deslumbradora rivalidad".

Lo que viene siendo un noviazgo exciting.
A ella le sugieren que se haga azul, o a su novio le dicen que se haga blanco y así al menos se ven. Pero por lo visto esto es una rivalidad irreconciliable, el Madrid-Barça de la época (que tampoco era una balsa de aceite, precisamente).
Y como a veces la competencia provoca la excelencia y la virtud, ocurre que: "Ni en las cortes europeas más fastuosas, ni en la de Inglaterra, ni en la de los antiguos zares, se habrá visto nunca un desfile más brillante que el de las procesiones de Lorca".

Como foco de unión (el crucificado queda esta vez en segundo plano) han elegido a Miss Cofradías 1936:


Vamos a ver, no digo que la agraciada, Dorita Zamora, no tenga su puntillo, pero la reina del carnaval no es.

"Aparte de su afición al cine y su entusiasmo por las procesiones, tiene los gustos apacibles de la burguesita acomodada que ella es. Cose, borda, estudia un poco y pasea al atardecer por la calle Mayor, llena a esa hora de uniformes marinos.
El día que ella quiera hará echar el ancla al más apuesto de todos ellos. Pero no tiene prisa".
Ni la Cuore es tan ofensiva.

Pasamos página, dejamos una movida para encontrarnos otra aún mayor.


El de los osos y las tribus es el verdadero problema catalán desde hace muchísimo tiempo.
No sé qué es más sórdido, el titular o el subtítulo. Investiguemos.

Resumo: una tribu de Bali acampa en una playa de Barcelona. Han domado osos y monos (¿eh?) y "recorren con ellos el mundo, mostrando la patosa habilidad de los feos bichos a la chiquillería y a los campesinos".
Y ahí es donde Miguelín Campillo, que es un niño tranquilo que está merendando a su aire, es atacado por el oso, después de que otros niños cabroncetes hostigaran a la fiera, que agarró al chiquillo y le hizo el tradicional "abrazo del oso". Al final entre todos lo liberaron, con algún desgarro, algún mordisco y poco más. Los chavales de entonces eran más sufridos.

Lo mejor es que la policía confisca al animal. Y la familia balinesa se comprmete a pagar los gastos médicos de Miguelín para conseguir que les devuelvan el oso (comprado en Rusia por 3.000 francos).

Aquí el susodicho oso

Pero lo jodido viene ahora:
"La multa ha trastornado a la tribu. El dispendio les obliga a aplazar la ceremonia de una boda proyectada para uno de esos días". ¿La razón? "La novia es comprada a sus padres por su futuro marido. Una novia viene a valer de 70 a 300 pesetas" (mucho menos que un oso, como se puede comprobar)

En este caso que nos ocupa: "El novio de la muchacha, que casualmente iba a casarse en Barcelona, tenía que abonar 150 pesetas por ella. No parece mucho. Claro que tampoco es muy guapa, y ha de consumir un buen presupuesto de tabaco porque fuma constantemente".
Al final el novio se queda sin cash y, concluye la noticia, los padres de la chica "se niegan rotundamente a hacerle una rebajilla".

Lo que más me ha sorprendido es que la supuesta novia regulera (según el canon de 1936)...


... es bastante guapa.

La revista se enzarza en entrevistas a tonadilleras (las estrellas pop de la época), anuncios de reconstituyentes, laxantes y sales halógenas de magnesio, toreros, concursos de cometas en Valencia y venga misses. Un no parar de misses por los salones del Círculo Artístico de Barcelona.



Y cómo no, también encontramos noticias de la actualidad política:


Hablan de la destitución del primer Presidente de la República, don Niceto Alcalá Zamora.
En la crónica aparecen nombres ilustres: Azaña, Maura, Gil Robles, Calvo Sotelo, Corominas, la Pasionaria, Margarita Nelken, Largo Caballero... casi nada.

Y en otro salto mortal hacia atrás, las fotos de la última moda parisina:


Se llevaba la languidez rancia, pero en versiones muy variadas.

Más historias escalofriantes:


La anécdota no es gran cosa, pero la prosa utilizada por el periodista es maravillosa. Incluyendo un clásico del género, la entrevista ficticia (imagino) al perro.

Y por favor, mucho ojo a esta rectificación de una edición anterior de la revista:


En el artículo "Un divorcio por un armario" insertaron por error el retrato de otra señora diferente a la de la noticia. ¡Atiende al revuelo!
A la "respetable y dignísima dama de Barcelona que nada tiene que ver, ni de cerca ni de lejos, con el tema del reportaje" debió de darle un soponcio.

Ojalá tuviera ganas y me apeteciera poner aquí todos los pantallazos del derroche creativo publicitario, para que fliparais en blanco y negro (como se hacía entonces). Porque los anuncios son de chiste.
Y los chistes son...


... de llorar.


Pero ahora ha llegado el momento de acabar el repaso y os pido por favor que os pongáis de pie para leer el siguiente reportaje, dentro de un ilustrativo: "Campeones vascos".

(clic para ampliar)

"El hombre que se comió 236 croquetas", hecho que, por sí mismo, ya resulta bastante impresionante, "y después cenó". Si este reportaje no ganó el premio Pulitzer es porque las normas del mismo impiden participar a la prensa no estadounidense.

"Si Pachi Bollos se comió una vez 236 croquetas fue impensadamente. En una apuesta se hubiera comido algunas más", empieza el texto de José R. Ramos. Sólo con el nombre de Pachi Bollos ya se me saltan las lágrimas.

La cuestión es que a Pachi (que tiene un carro porque es carrero) le encargan llevar la comida a uno de esas sociedades gastronómicas típicas vascas, de la que él es socio, la Istingorra.
Le cargan todo en el carro y no se les ocurre otra cosa que dejarle las croquetas justo al lado de sus asiento. Y se ve que el hombre, con el olor, se vino arriba y probó una.
Al rato vio otra "muy doradita" y pa'dentro. Así, entre bocado inocente y "arre" a la caballería, se plantó en Instigorra y se había comido 236. Mayormente todas las que había.
Y luego, ya si eso, ceno. Porque tampoco se iba a quedar el hombre sin cenar.

Pachi Bollos es el de la derecha, el que lleva la botella de sidra en la mano.

Sigue el cronista: "Casos como el de Pachi Bollos hay infinitos" (¡infinitos!). "A él le podríamos llamar el campeón de las croquetas. Pero hay muchos triperos vascos que, sin ser campeones de un plato determinado, poseen también unos records imbatibles".

Los detalla, no os creáis que se queda con la fabulosa historia de Pachi. En la revista Estampa se saca el máximo jugo a todo.

De verdad, ya no se hacen revistas como las de antes.

Por supuesto, para que veáis la revista con vuestros propios ojos, os dejo aquí:

Me voy a dormir cegado. Ha quedado el post un poco largo pero espero que os haya merecido la pena.
Yo he sustituido el sueño atroz por un mareante síndrome de Stendhal.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

236 dices? Acepto el reto!

Lili dijo...

Madre mía, que joya del periodismo has encontrado!!! Lo que más me ha gustado es la "aclaración" y la explicación del lío de las fotos :D. Y la foto de los bomberos y la señora, en la que solo el perro está mirando a la cámara! :-)))

Es genial!!!

Crónicas de una Española en Viena dijo...

Jajaja, hola hombre revenido, te he visto donde Lili ,aunque antes ya por algún que otro blog y la verdad, tu nombre me ha hecho visitarte y luego el título de tu blog, y este artículo no tiene desperdicio. El de las "cocletas" tenia un buche del carajo, ajajaja. Oye, a mí esa moda no me gusta, pero la verdad , creo que por lo menos cuidaban más la vestimenta que ahora. Vaya periodismo, aunque ya hemos visto donde Lili que ahora mismo tampoco les sale el humo por las orejas.
Un abrazo

HombreRevenido dijo...

Aquello noerayo, pero luego hay que cenar ¿eh?
Y tus 100 botellas de sidra te tendrás que tomar luego para que te suba un poco al menos.

Lili, la aclaración es la bomba. Me imagino a la "respetable" señora mencionada metida de pronto en un jardín "pro-divorcio" muy chungo.
Yo no sé si prefiero la historia del oso o la de las croquetas.

Española en Viena, me recordarás de otros blogs y como escéptico del mindfulness en Casa Molinos.
A mí este periodismo mezclado, de burradas y lenguaje socarrón, me gusta. Lo prefiero al actual, al de chorradas caza-clics, como los de Casa Lili. Te recomiendo que hojees el link con la revista completa porque no tiene desperdicio.
Bienvenida a la Academia de Chimpancés. Hay café y pastas.

Nisi dijo...

No me atrevo a preguntar cómo has encontrado esto pero, ¡qué maravilla!

sonia dijo...

Me acabo de leer la entrevista a Pachi,y,habla al revés,¿no?Qué crack.

HombreRevenido dijo...

Nisi, mejor, olvidemos de que extraño desván de internet ha salido (la verdad es que no lo recuerdo) y centrémonos en disfrutarlo en toda su dimensión.

Sonia, lo de Pachi y el periodista que lo entrevista (y transcribe luego sus palabras) es difícil de mejorar. Grandioso.