domingo, noviembre 22, 2015

James Bond y el optimismo


Me he dejado llevar un poco por el sensacionalismo en el título. Ya veréis por qué.  Sé que no me lo tendréis en cuenta porque es domingo por la noche y no tenéis nada mejor que hacer. Y mañana lunes y empieza otra semana más que nos acerca sin remisión a la muerte que debemos a Dios. Y todo así. Hablemos de optimismo, que es el momento idóneo.

James Bond Stockdale fue un almirante de la marina estadounidense famoso y multicondecorado. Con decir que le pusieron su nombre a un destructor o que iba de vicepresidente en la candidatura de Ross Perot a las elecciones yanquis del 92 (aquellas que Clinton le ganó a Bush padre tras la I Guerra del Golfo).
No es el James Bond más famoso, pero Stockdale se hizo bastante popular por haber sobrevivido más de 7 años como prisionero de guerra en Vietnam. Allí fue torturado sistemáticamente, le obligaron a comer con palillos y se reían de su pelo. La típica crueldad oriental.

En el mismo trance en el que Stockdale sobrevivió, otros muchos murieron. Y según el almirante lo hicieron por exceso de optimismo. BOOOM.

No se trata de una reivindicación del pesimismo. Es, más bien, un canto al optimismo moderado, pegado a la tierra.
Oye, a lo mejor resulta que puedes conseguir todo lo que te propongas. No hay que descartar que ese líder político vaya a conseguir arreglarnos a todos la vida porque es un fenómeno. Además, qué va a pasarte a ti si tú controlas (al volante, con las drogas, con el colesterol, con el candy-crush...)

Stockdale afirmaba que los prisioneros más vulnerables eran los que adolecían de exceso de optimismo. Los que decían: "Va, tranquilos, que estas navidades las pasaremos en casa" y luego "seguro que de Semana Santa no pasa, pronto vendrán a por nosotros". Y a cada superávit de optimismo le seguía una bofetada de verdad que iba quebrantando su ánimo hasta el hundimiento.
Una visión a largo plazo ("saldremos de aquí") era necesaria, pero lo era infinitamente más tener objetivos a corto plazo, duros y realistas: sobrevivir, aguantar el dolor, resistir día a día.

"Esta es una lección muy importante. Nunca se debe confundir la fe que va a prevalecer al final (la cual no puedes permitirte perder) con la disciplina de hacer frente a los hechos más brutales que tu realidad presente", le dijo este James Bond 006, agente secreto de la autosugestión, a James C. Collins, que fue quien bautizo esta teoría como la Paradoja de Stockdale.

Tal vez hoy no sea el primer día del resto de nuestras vidas, porque sería muy raro que un futuro maravilloso empezara un lunes. Habrá que reformular otra vez el eslogan y decir como el maestro Robe Iniesta: "sólo quiero que la ola que surge del último suspiro de un segundo, me transporte mecido hasta el siguiente".

Y al final, pues eso: Salir, beber, el rollo de siempre...

2 comentarios:

sonia dijo...

Una lección superimportante simio.
Si te gusta Robe,no te pierdas el videoclip de su tema "Y rozar contigo".:D

HombreRevenido dijo...

Muy curioso el vídeo, Sonia. Muy fan desde siempre del Robe.
Lo de Stockdale parece obvio, pero tiene su miga. Aunque lo que de verdad me impresiona de toda su historia es que fuera en la candidatura de Ross Perot. Aquello fue divertidísimo.