viernes, abril 08, 2016

Ficción

Siempre me ha gustado esa afición de algunos escritores (Borges, Eco, Cervantes...) de inventarse libros; publicaciones que nunca existieron, pero de las que alguien habla o recuerda una cita o una idea, lo que acaba convirtiendo esos libros inexistentes en algo más real que otros que sí existen pero nadie lee.

Me he acordado mientra veía este vídeo colosal de un muchacho leyendo libros falsos en el metro de Nueva York.
Las carátulas y los títulos son una obra maestra.
Tal vez alguien debería escribirlos alguna vez.




Con un nivel medio de inglés o un buen diccionario se entiende todo.

2 comentarios:

el chico de la consuelo dijo...

jajajaja me quedo con el de la chinita. Que bueeeeno.

Hagamos uno "Ser fato no impide sumar" que nos lo leeremos en un autobus de la Oscense
Y otro de "Cómo ser almendrón y saber que Arguis no lleva acento" que nos lo leeremos en el 38... (cuando acabe la huelga). O lo subiremos a Astún en epoca de nieve cuando los almendrones invadimos el pirineo.
;)

PS-.En el listado de autores inventores de libros también está Vila-matas.

HombreRevenido dijo...

Jaja, pero pero... ¿qué problema tenemos los fatos con sumar, Chico de la Consuelo?

Compro la idea. Tendremos suerte si no nos matan, pero lo que nos reiremos...