domingo, diciembre 30, 2018

Iba a escribir una cosa y al final he escrito otra. Jamás ha pasado en la historia de este blog una circunstancia semejante. A dónde vamos a ir a parar. Pido disculpas. Feliz año nuevo. Abrigaos bien que por lo visto vienen días de mucho frío.


Cada año, al llegar estas fechas, este simio humilde (pero no mucho) repasaba los posts de los últimos 12 meses y hacía un ranking con sus 8 posts preferidos.
Obviamente este año no iba a haber ranking, porque apenas hay material. Entonces pensé que podía repasar esos recopilatorios anuales y elegir lo mejor de los 12 años de historia del blog. Ideaca.

Pues bueno, he empezado y me ha dado vértigo, mitad cosquilleo agradable y mitad angustia. Seleccionar entre los post del año era divertido, pero querer destacar posts antiguos sobre otros post antiguos, algunos de décadas distintas... uff, me he mareado y todo. Hoy veo las 2225 entradas como un magma indisoluble.

En realidad, si reflexiono, me encantaría consagrar otros 12 años a escribir lo mismo de nuevo. A reescribirlo entrada a entrada, con la visión actual. Mejoraría muchas cosas, empeoraría otras. Mantendría las fotos y los gifs... Así en bucle.

Vistos ahora, cada post me recuerda al momento exacto (e incluso al lugar) en que lo escribí. Nunca había sentido ese peso. Debe de ser la nostalgia navideña. Hasta en las chorradas en cascada de un blog de primates se esconden sutilezas (o moñerías) de gran calibre. Me siento como cuando hojeo mi diario de aquel verano con 11 años. Y también desearía volver a reescribir los mismos temas de entonces: qué he desayunado, qué he comido, qué he merendado, qué he cenado, qué he hecho en la piscina, qué he visto en la tele...

Esto me ha recordado que tengo material de cuando era niño. Escrito con un estilo tan parecido en algunos momentos a mi estilo actual que da hasta miedo. También tengo cosas escritas de cuando era adolescente. Y notas de juventud. Y notas de madurez (ejem).
Reescrbir de nuevo el blog sería una redundancia algo aburrida, pero me he propuesto repasar todos esos papeles, para ver si les saco algo bueno.

Quería hacer un resumen del pasado y he terminado con un propósito para el 2019.
Y me he encontrado pelusillas en el ombligo. Eso también.

5 comentarios:

PaolaGR dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
PaolaGR dijo...

Me he emocionado cuando leí lo de escribir (reescribir) los temas de la niñez. Llevaba un diario desde los 8 años y guardo todos esos cuadernos. Hace unos 3 años dejé de escribir, aún no sé bien por qué, y justamente hoy lo recordaba con mi padre.
Vuelve a esas líneas, en las que los ojos de un niño de 11 años podían abrirse a la maravilla de un desayuno y un paseo cotidiano.

HombreRevenido dijo...

Paola, yo guardo el diario de un verano y es sensacional. Espero que pueda enseñaros alguna cosa sin comprometer gravemente a mi familia. :)

PaolaGR dijo...

:) La familia es el aderezo: solo no te pasea mucho jejeje
Suerte!!

PaolaGR dijo...

*no te pases