jueves, abril 11, 2019

Sobreatención


A mí no me gusta ir a comprar cosas. Ropa y tal. Por eso cuando voy me lo tomo en serio, incluso con algo de prisa, para que se pase antes. Eso no significa que no me fije, al contrario, me concentro para ser lo más eficiente posible.

Para ello es necesaria la tranquilidad, cierta paz espiritual. Y si me miran o me hablan no puedo. Es como mear (salvando las distancias).

Sumemos a esto una desconfianza natural de primate revenido. El resultado es el problema al que yo quería llegar. Dependientes que te dicen "te queda muy bien", "yo lo veo de tu talla". ¿Qué pasa con esta mierda?

Yo no me fío. Tú lo que quieres es venderme el chándal, el sombrero de paja o la gorra de hélice. Me estaba viendo en el espejo y me estaba molando, pero AHORA QUE ME DICES ESTO ya no lo quiero. ¿Quién te ha pedido tu opinión?
"Creo que te favorece el color".
¿Crees?
¿Y cuándo estarás segura?

No soy tan ceporro como para no llegar a la conclusión de que si los vendedores dicen estas frases es porque la gente, en general, las agradece, y soy yo el rarito.
Quizás sea necesario inventar un sistema códigos que permita a los comerciantes saber de qué forma han de interactuar con cada clase de clientes. Y luego hacer una ley estricta. Y si hay que terminar fusilando a alguien, se le fusila.

7 comentarios:

Elvis dijo...

Si te sirve de consuelo, a mí me pasa lo mismo. Y no es porque no me fíe de lo que me dicen, pero me incomoda mucho. Casi tanto como mear con alguien al lado, como bien dices.
Saludos.

nhtg dijo...

Ejem, creo que te pasa por que no vas con una mona al lado que comenta todo, te mira y te habla sin parar. Yo también trato de ser eficiente, pero es muy difícil con una mona (preciosa, eso sí) al lado. Y ya no te digo cuando eres tú el que tienes que comentar si le queda algo bien, o (sobre todo) si es de su talla....uyuyuy. (Cariño, te quiero, esto solo era una broma, de verdad)

HombreRevenido dijo...

Elvis, estamos en el mismo barco. Somos eficientes y desconfiados.

Nhtg, sí claro, con una mona al lado hay que confiar en su criterio. Eso es obligatorio.
Y dices bien, el verdadero drama de las compras es cuando a uno le toca ser el acompañante.

molinos dijo...

A mí me espanta ir de compras, solo sale bien una de cada mil quinientas veces. Ir de compras y encontrar algo que te guste, te favorezca, sea de tu talla y esté bien de precio pasa un par de veces en la vida como mucho, como el paso del cometa Halley más o menos.

Pero que sepas que hay gente que de esta inseguridad ha hecho negocio, ayer vi una oferta para "ayudarte a crear tue stilo" por el módico precio de 490 euros y por ese dinero te mandan unos videos y unos tutoriales. Revenido, estamos perdiendo oportunidades de negocio

Carmina dijo...


Yo también escribí sobre el tema: https://maireendice.wordpress.com/2011/07/13/vendedoras-ciegas-pensando-piadosamente/

Aunque yo llegaba a otra conclusión. Las vendedoras son ciegas y están ahí por un acuerdo con la ONCE.

Creo que a TODOS nos ha pasado. Por eso venimos a este blog. Porque tenemos mucho en común

exseminarista ye-ye dijo...

Coincido plenamente. Incluso en el fusilamiento.

HombreRevenido dijo...

Molinos, a mí angustiarme no me angustia, pero me pone de mala leche.
¿Tú crees que podríamos ayudar a encontrar su estilo a las personas? Sería un negociazo. Coaching faltón ("¿Así vas a ir vestido?" "Será una broma ese jersey ¿no?"). Y pegándoles con un palo.

Carmina, buena visión (la tuya). Quizás sea verdad que la visión (de ellas) está deteriorada por un trabajo que acaba deteriorando los sentidos.

Exseminarista ye-ye, al final somos un montón. Aquí tenemos el germen de una revolución.