domingo, julio 23, 2006

Nadie dijo que fuera fácil


Lo primero es hablar del cuadro. Un homenaje a alguna de las cosas que más me gustan: el amarillo y la ternura. Y que la gente diga missa.

Lo segundo es una reflexión propia. Si uno construye su futuro obviando sus pequeñas y grandes pasiones, sus pequeñas y grandes dudas, imponiendose una dirección única que le hace sentir menos, querer menos, para sufrir menos, cimenta su refugio nuclear en arenas movedizas.

Lo tercero es una frase de "If", Rudyard Kipling.
"Si puedes reunirte con el triunfo y el desastre, trata a esos dos impostores justo de la misma manera".

Y por último, hablo un poco de la fiesta de ayer. Alcohol, música, ambiente campestre, embalse para bañarse, selección vegetal, mujeres que venían convencidas de casa... parece un ambiente idílico, pero sólo lo parece. En el fondo no nos podemos quejar, nos trataron a cuerpo de rey, hospitalidad y buenos alimentos. Llegamos a las 11 con mi amigo Eppppp!! y todo estaba preparado para un evento histórico.

La fiesta partió en sus orígenes como una borrachera con concierto y jam session, batería, bajo, guitarra, timbales, micrófonos... así había sucedido al menos en nuestra última visita, 4 años antes. Anticipo lo que creo que ha sucedido para que se produjera la desconcertante evolución.

En la jam sólo tocan los que saben.
En la jam sólo se divierten los que tocan (esto es discutible)
En la jam sólo saben unos pocos.
En la jam sólo tocan unos pocos.
Ergo, sólo se divierten unos pocos.

El sofisma ha engendrado un proceso que ha ido prescindiendo de los instrumentos y ha dejado sólo el micro, para deleite de todos los que sí saben (o creen saber) cantar. Con ello se consigue que de lo que podía haber sido una rave con un pinchadiscos prometedor, buen rollo y noche agradable, se pase a karaoke, gritos estridentes y estupor.

La fiesta ha sido todo un éxito, y lo digo sin ironía; todo el mundo (la gran mayoría) ha disfrutado eloquecidamente. Aunque mi compadre y yo hemos escapado sigilosamente a las 9 de la mañana convencidos de que la modernidad nos supera. ¿Realmente es tan difícil ser alternativo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran frase de Kipling.
No está mal darte cuenta a las 9 de la mañana que el tipo de fiesta al que has ido no te acaba de convencer, nadie negará que no se le dio una oportunidad.

HombreRevenido dijo...

Cierto. La verdad es que a las 5 ya empezábamos a sospechar que no encajábamos. La verdad es que fue divertido. Y nosotros no somos de rendirnos fácilmente. Como aquella frase típica del un dos tres: "hemos venido a jugar"