martes, noviembre 07, 2006

Latitud


Hasta que tenga un minuto tranquilo para volver a escribir, me sigo aprovechando del enorme talento de otros.
En este caso José Ángel Valente (1929-2000)


No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.

Se disuelve en el aire el llanto roto,
al pie de las estatuas
recupera la hiedra
y tu mano me busca
por la piel de tu vientre
donde duermo extendido.

El pensamiento melancólico
se tiende, cuerpo, a tus orillas,
bajo el temblor del párpado, el delgado
fluir de las arterias,
la duración nocturna del latido,
la luminosa latitud del vientre,
a tu costado, cuerpo, a tus orillas,
como animal que vuelve a sus orígenes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jo...


(...suspiros...)

HombreRevenido dijo...

Eso digo yo, Petalo.

Brindemos por la blanda y cálida sensación del náufrago que alcanza su orilla.

HombreRevenido dijo...

Alotroladodelmar, celebro que te guste.