martes, febrero 10, 2009

(Rot)Ondas


Ya sé que la semana pasada os hablé de búsquedas en google, pero no me resisto a añadir otra de nuevo cuño:
reyes magos ciero que me emvieis un mensaje para que me digais como me estoi portando

Olé, sus cojones, claro que sí.
Si realmente esa información estuviera disponible, si la compartiera con nosotros el holding de los Reyes Magos, con un sms, un mail, una carta o algo, uno podría dosificarse, se evitarían falsas expectativas navideñas y disgustos.
Se facilitaría también un tratamiento personalizado y pormenorizado de las reclamaciones. Navidades plácidas, niños satisfechos. Hay que modernizarse.
Qué sabia es la gente.

Entiendo también que hay datos que os importan un pimiento, pero no me resisto a contaros que ayer, desde el trabajo a mi casa conté ¡13 rotondas!.
A lo mejor para vosotros es poco, pero para mí es el no va más.

Y sé que no es higiénico, que este tipo de poesía no me beneficia, pero no me resisto a contaros que esta mañana las pelusas surcaban mi pasillo como corceles andaluces por la orilla del mar, con esbelto galope, tímida elegancia y desbocada determinación.

La lírica cotidiana (con su anvés irracional) es lo que nos mueve.
Tenedlo presente.
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8 comentarios:

Wilwarin dijo...

Una profe mía nos contaba unas navidades lo que su hija de 8 años le había dicho, que si los regalos de reyes no podía comprárselos ella, porque al fin y al cabo si no le gustaban tendría el ticket para cambiarlos por algo que si quisiera... la infancia ya no es lo que era...

Bruja24 dijo...

Lo curioso es que un niño que todavía cree en los reyes magos, tenga acceso a internet y a buscar en Google...
Lo de las rotondas también es signo de modernidad... Ya sabes que nuestro alcalde quiere hacer de Huesconsin una ciudad moderna, cosmopolita, pionera en cultura asfáltica y rotondas de diseño.
Y lo de las pelusas... nos pasa a todos. Eso si, las mias no son tan pijas como las tuyas. Simplemente se trasladan de una punta a otra de pasillo en rebelión y con alevosía.
Besotes, wapeton!!

Pequeña Silvi dijo...

Qué pelusas más in!! Las de debajo de mi cama parecen ratas mutantes...

dani-elornitorrinco dijo...

¿26 rotondas al día? ¿13 de ida y 13 de vuelta? Ahora entiendo porqué se te va tanto la olla.. con tanta vuelta ;-)
Yo a la pelusa de mi ombligo la he tomado mucho cariño, la he puesto nombre y me ducho con cuidado para no matarla, odia, odia el agua, me dijo el otro día.

HombreRevenido dijo...

Wilwarin, la niña es lista. Seguro que por el camino se llevaba alguna comisión a costa de Sus Majestades.
¿Dónde quedó la ilusión?

Bruja24, ¿a qué te refieres con eso de "todavía cree en los Reyes Magos"? ¿todavía? ¿qué insinúas? ¿tú no crees? ¿sabes algo que yo no sepa?
Si las rotondas son un signo de modernidad, debemos ser la ciudad más moderna de Europa. Y ojo, que yo no las critico, simplemente hay días que me mareo.

Little Silvi, las pelusas dependen del polvo que haya.
Esmérate un poco y te saldrán mejor, jeje.

Dani, son 12 de ida y 13 de vuelta. Por uno de los trayectos, claro. Tengo caminos alternativos con apenas 2 o 3 rotondas.
Respecto a la pelusilla... te recomiendo este link. Es un tío que se la colecciona (una de las guarradas más desasosegantes del universo)

dani-elornitorrinco dijo...

Hay Dios, HombreRevenido, te voy a matar, mi vida era muy tranquila y feliz hasta que he conocido la colección de pelusillas!! Ahora no puedo dejar de pensar en ello.

Anónimo dijo...

Jo, qué cosa tan tierna y con cuánta razón. Las rotondas son un coñazo padre, yo creo que las ponen en sitios de muchos atascos para que al menso cambies de trazo y no te pase como al de Un día cualquiera. La verdad es que creo que las rotondas desesperan aún más y ahora que lo he dicho, Un día cualquiera no tiene sentido si no surge de una rotonda.

Ah, hermosísimo lo de las pelusas, me han recordado a los caballos blancos de Carver en "Si me necesitas, llámame"...

HombreRevenido dijo...

Dani, el saber sí ocupa lugar, a veces en las pesadillas.

Raza becaria, las rotondas facilitan la conducción y evitan conflictos, pero vivo en una ciudad obsesionada con las rotondas y eso tampoco es. Aunque he de decir que volví a casa por ese trayecto para ir contando a voz en grito las rotondas, como el Count von Count del Barrio Sésamo.

No sé qué película es "Un día cualquiera" pero si va de rotondas no la veré. Y la de los caballos blancos tampoco, creo.
Ya ves, como yo no tengo tarjeta VIP de los Renoir... me pico.