jueves, noviembre 18, 2010

Arrabal por partida doble


Dos entrevistas fantásticas de uno de las debilidades de esta Academia, Fernando Arrabal, aprovechando que el maestro abría el Festival Eñe.

Una es ESTA, en El Cultural.

Donde explica cómo afronta el festival:
Estaré como pez en el agua, con un montón de gente que, como yo, hace como que le interesa la cultura.

Dice cosas finas, canela en rama.

Pero más brutal y directa es ESTA entrevista, para Público (vía: Gistaín)

Me es muy difícil seleccionar una sola de sus frases. Habla sobre la lista de las 100 personas más influyentes del mundo elaborada por la revista Time:
La mayoría de mis colegas han protestado, gente que se dedica a la poesía de verdad. Qué vergüenza, han dicho. ¿Sabe usted cuántos dramaturgos hay en la lista de 100? Cero. ¿Cuántos poetas? Cero. ¿Novelistas? Cero. ¿Filósofos? Cero. Obviamente estaban ofendidos y pensaban que se ha hecho de mala uva. Yo creo que no se ha hecho con mala uva, sino intentando darle un nombre a lo que son estas personas: son influyentes. Como puede serlo por ejemplo Didier Drogba. Puede influir en la política de su país de una forma determinante: él puede nombrar el presidente de la República de la Costa de Marfil, pero también puede influir en el café que vamos a tomar, porque la publicidad que él hace se considera una de las que más engancha del mundo. Lady Gaga también es muy interesante cuando se mira desde el punto de vista de la cultura.


¿Por qué la cultura ha sido eliminada? ¿Por qué la cultura ya no significa nada? En Time hubo un tiempo en que tenía un tercio del periódico dedicado a la cultura. Hoy solo hay tres páginas, y casi siempre dedicadas a gadgets. Es interesante saber dónde estamos y por qué este papel tan escaso de la cultura; por qué el santuario Bolsa nos ha eliminado.

Y habla sobre los Fernando Arrabal falsos que pueblan Facebook (sólo uno de todos ellos es él):
Facebook me interesa mucho. Una cosa que siento es que soy un poquitín célebre y completamente desconocido a la vez. Lo único que me molesta de Facebook es que hay muchos Fernandos Arrabal. ¡Uno tiene cinco mil amigos! Y todos tienen un aspecto auténtico. Que yo sepa, no emplean el nombre para promocionarse ni hacer nada. No sé porqué han creados estos Fernandos Arrabal…

En fin, que ya sé que me faltan dos entradas de las que me encargasteis la semana pasada, pero hoy estoy muy cansado. He preferido darme el gustazo de copiar y pegar. Así es profesor cualquiera.
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7 comentarios:

Nana dijo...

Así que esto no cuenta para nota...

nhtg dijo...

De este señor me leí de joven: "La torre hendida por el rayo" y es, a pesar de lo que pueda parecer su autor, super-recomendable. Es de esa gente que no puedes juzgar su obra leyendo una entrevista. Que por otra parte, las que nos recomienda no están nada mal...

HombreRevenido dijo...

Nana, de Arrabal caerá en el examen una pregunta fijo. Respondáis lo que respondáis la daré por buena.

Nhtg, una novela corta pero interesante esa que recomiendas. Yo soy más de sus obras de teatro, que junto a Ionesco y Beckett, entre otros, contribuyeron durante mi adolescencia a despertar a la bestia literaria que llevo dentro (y que se volvió a dormir en seguida).
Un genio absoluto. Ese aspecto, claro, le imposibilita totalmente para el Premio Nobel.

Nana dijo...

Entonces pediré que se deje hablar a la minoría sisisilenciosa.

HombreRevenido dijo...

Nana, ¡cojones ya!

Nana dijo...

Jajaja, es que si no me deja hablar, profe...

HombreRevenido dijo...

Nana, aprovecho para recomendar el visionado del programa completo de aquella noche en televisión española. Se puede empezar a ver aquí. Creo que fue Topor el que dijo que ese programa fue el momento más importante del siglo. Yo no sé si tanto, pero en el top10 seguro.

Lo curioso de ese día es que todos los que se burlaban un poco del Arrabal borracho no fueron capaces de decir algo mínimamente inteligente. Y ha pasado el tiempo y mientras Arrabal ya es inmortal, el dramaturgo más representado en el mundo, ellos siguen siendo unos mediocres de puta madre. Hacía bien Arrabal reclamando la palabra.