jueves, noviembre 25, 2010

Las dos orejas


Terminamos con los post dedicados. Nos queda el más complejo, lo propone Espartaco. La primera petición y la última respuesta, así va el país.
¿Por qué oreja parió la Virgen?

Uno de esos grandes conceptos de ciencia ficción del catolicismo es la inmaculada concepción. Es decir, María, la posterior madre del Hijo de Dios (que al mismo tiempo es Dios y está sentado a la derecha de sí mismo) nació sin pecado original. Ya veis, exagerar por exagerar. En esta dinámica, no bastaba con la concepción virginal, había que mantener la virginidad incluso después del parto. Esto, que no deja de ser algo efectista, casi poético, es dogma de fe, es decir, o te lo crees o ya sabes dónde está la puerta.
Dejando a un lado el absurdo más absurdo, que para mí es el hecho de considerar la virginidad como una virtud suprema, al sudoku de dogmas había que encontrarle una solución. No sé si os imagináis los concilios como yo los imagino, una convención de fans de Star Wars pero a lo bestia (y con más prostitutas). Pues allí acababan decidiendo las cosas, con el cubata en la mano.

La serpiente, en el Génesis, introdujo el pecado en el hombre susurrando al oído de Eva.
María era la nueva Eva, la redención, no era extraño que muchos se subiesen al carro de la concepción vía oreja. El Espíritu Santo le susurra al oído y listo. Cuando tocó decidir por dónde fue el parto lo tenían fácil. Ya está, por la oreja. Ojo, que la teoría fue un great-hit. A la gente, por lo que sea, se le quedó en la mente. Imagino la rivalidad infantil en el colegio, todos juntos, protocristianos y politeístas. "Jo, sois tan pobres que sólo tenéis un dios". "Ya, pero el nuestro nació por la oreja, ¿alguno de los vuestros hace eso? Pues a callar". Lo dicho, inapelable.

El tema de la oreja no pasó de ser una teoría, nunca alcanzó el grado de dogma, así que me la juego: yo creo que fue por  la oreja derecha (igual que al cielo dantesco se llegaba por el camino de la derecha). No, subo mi apuesta: creo que la concepción fue por la izquierda y el parto por la derecha, por aquello de "por un oído le entra y por otro le sale".

Puestos a ser metafóricos me gusta muchísimo más este texto de la Enciclopedia Mariana Posconciliar, de 1975
"La Tradición, la Liturgia y los documentos del Magisterio nos presentan el alumbramiento de María como portentoso, porque no violó la integridad de la Madre, no rompió el sello de su virginidad, no implicó roturas ni dolores; Jesús salió del seno materno como del sepulcro sellado, como del Cenáculo sin abrir puertas, como el rayo de sol atraviesa el cristal, y por eso María es celebrada como la zarza de Moisés, la puerta nunca abierta, el huerto cerrado, la fuente sellada, el Arca incorrupta del Señor"

¿Es o no es genial lo del cenáculo sin abrir puertas?

El caso es que, resumiendo, todo parte de un error de traducción. En nuestro Isaías 7,14 dice bien claro que el redentor nacerá de una virgen, porque lo que nosotros leemos es la versión griega del siglo I. En el hebreo original habla de una joven, sin más datos acerca de su conducta sexual. Pero ¿fue un error involuntario?. Analicemos el contexto.

Horus, el dios solar egipcio, fue concebido virginalmente.
Krishna, el avatar de Vihsnú (dios principal hindú), fue concebido virginalmente.
Mitra, el dios sol persa, adoptado también por Roma, también nació de una virgen.

En aquel entonces, el dios que no tenía una madre virgen ni era dios ni era nada. Algún genio del marketing decidió que había que subirse al carro, con todas las consecuencias.

Para terminar, os invito a ver este vídeo del doctor Repronto, que mejora notablemente mis humildes argumentaciones:



Interesante ¿verdad?.
Pues nada, ya podéis salir al recreo, os lo habéis ganado.
Que me disculpe quien se haya sentido ofendido con las blasfemias. Pero si de verdad tenéis fe, deberíais daros cuenta de que aunque el fondo pueda ser convincente hay un enorme error de forma.
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9 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy en pie, ovacionando. ¡El autor! ¡El autor!

nhtg dijo...

Me sumo a las ovaciones. Pedazo video el del repronto.
Mítica frase:" creo que la concepción fue por la izquierda y el parto por la derecha, por aquello de "por un oído le entra y por otro le sale""

Espartaco dijo...

Genial, absolutamente genial. Puede llegar a formar parte de los más elevados estudios de teología occidental.

Dinos la verdad, ¿estudiaste en Comillas, no?

ojal-a dijo...

¡Joer cuanta sabiduría! esto me lo voy a tener que copiar en un word y leermelo tranquilamente el domingo por la mañana con el desayuno humeante y echando miraditas furtivas por la ventana.

HombreRevenido dijo...

Expatriado, no te pases. El mérito es de mi equipo de guionistas que, concilio tras concilio, crearon este sindiós.

Nhtg, el vídeo es fino fino.
Yo siempre busco sentidos ocultos en las frases hechas. Así me va.

Espartaco, la teología es una rama más de la literatura fantástica, como decía Borges.
¿Qué pasa exactamente en Comillas que la wikipedia no me lo aclara?

Ojal-a, lo describes como algo tan idílico que a lo mejor cambio el formato y en vez de un blog empiezo a escribir un suplemento dominical. Todo es ponerse.

Espartaco dijo...

http://www.upcomillas.es/estudios/estudiar_teo2.aspx

Desde mi punto de vista la mejor licenciatura en teología de España y Portugal (la gran olvidada en todo este asunto)

HombreRevenido dijo...

Comprendido , Espartaco, ahora sí.
He estado leyendo el programa de su máster en teología y tienen una lección de "soteriología". Sólo por eso me ha encantado.

Aquí ya hablamos de soteriología una vez.

Nana dijo...

Yo no me resisto a aportar la teoría del ilustre Juan Eslava Galán a este respecto. Cito textualmente:

Es de creer que cuando María sintió las primeras contracciones que anunciaban el parto, José partiría en busca de la partera del pueblo y que esta mujer, una profesional abnegada, acudiría solícita al lado de la parturienta y, tras requerir agua caliente en abundancia y toallas, seguramente se haría de cruces cuando examinó a la madre, ya en postura paritoria, despatarrada sobre la albarda del asno, a falta de colchón, y advirtió que la joven primípara era tan virgen que apenas le cabía el dedo índice untado en aceite con el que la buena mujer intentaba tantear el canal del parto. ¡Lo nunca visto! Seguramente comentó algo así como:

-Señora, yo le puedo jurar, por la salud de mi Efraín y de mis cinco hijos, que en mis cuarenta años de ejercicio profesional, con los miles de niños que he ayudado a traer al mundo, es el primer caso que se me presenta de una virgen preñada.

El bueno de san José se encogería de hombros como diciendo: "Ya ve usted. A mí que me registren."
Más aún se asombraría la mujer al ver que, tras las dilataciones, el empuje, los sudores, la ruptura de aguas, la apertura del canal del parto, la salida del neonato bien encajado, con la divina cabeza por delante y luego la placenta y la tripa umbilical, al lavar a la recién parida comprobó que seguía siendo virgen. Podemos imaginar su sorpresa ante el prodigio: "¡Señora, es como si tuviera usted el chichi de goma!"


(De El catolicismo explicado a las ovejas)

No parió por una oreja, hombre. Tenía el chichi de goma.

HombreRevenido dijo...

Santo cielo, Nana. Entonces no fue un milagro, fue una habilidad.

Nos apuntamos esta visión diferente del asunto.