martes, septiembre 13, 2011

Avances (correr, no sólo en círculos)


Venga, un post basado en hechos reales, como los telefilms de mediatarde.

¿Qué pasaría si ahora el gobierno sacara un impuesto que gravara cada vez que los bloggers hacen esa comparación de cualquier cosa con los telefilms de por la tarde? ¿eh? Sería el caos. Nos iba a acabar costando dinero esta mierda.

A lo que iba, una anécdota con flashback.
Estaba yo esta tarde-noche corriendo por el parque, como el gamo moribundo que soy, y de repente he notado un... un... no sé... ¿aroma?. Era una especie de humo vegetal. Se quema la hierba he pensado (con razón).

Eso me ha retrotraído a mi infancia. Transición chapucera en estrella, como en los vídeos de las bodas.
Qué poco me gustaba correr de crío. Lo odiaba. Me apasionaba el deporte, jugar a futbito, a baloncesto, pero me costó mucho estar preparado para correr como desafío individual.
Corría en el colegio porque no tenía más remedio, en ese complejo deportivo en el que ahora hay casas. Corría con desgana y mucho sufrimiento (ahora disfruto bastante, lo juro).
Recuerdo que algún cura con mala virgen agrupaba las hojas o los hierbajos en una esquina del campo de fútbol y les prendía fuego. Como la pista de atletismo estaba alrededor del campo de fútbol, en algún momento del trayecto nos tocaba comernos todo el humo. Me consuela que aquel señor ya habrá muerto. Es nuestro sino. Un día eres el cabrón del humo. Otro día eres sólo un poco de ceniza en mi historia.

Avancemos unos años con ese efecto tipo persiana de los power-points. Corría hoy y en cada vuelta notaba ese olor a marihuana, localizado en un lugar concreto (no daré pistas a la policía). No era la mejor atmósfera, atléticamente hablando, pero tampoco me molestaba (deja a los chavalotes que caminen como ellos camelen, si los chavales camelan pegarle un poquito a la lejía o camelan pegarle un poquito a la mandanga, pues déjalos).

¿No es curiosa la paradoja?. Dos momentos lejanos y similares con diferentes percepciones. Hierba quemada, sí, pero de forma diferente. Una era un tormento, la otra, embriagadora.
Un mismo mono, igual de idiota, corriendo. Antes por obligación, ahora por gusto.

Para que luego digan que el tiempo no nos mejora.
Ah, y queda demostrado definitivamente que los jipis suelen tener mejores ideas que los curas.
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17 comentarios:

Quercus dijo...

ke grande el fary.
y ke gran época del año la de la cosecha.
ya se acerca el tiempo en el ke huela a hierba kemada por todos lados.
Salud y força al canut-o

Elvis dijo...

Claro, los curas reparten hostias, y los hypis... son la hostia jajaja
Saludos.

Anónimo dijo...

Y yo que pensaba que cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia...
Casi se acerca a la sinestesia tu anécdota, con todo lo de bueno y emotivo que ésta puede aportar.

Saludos!

Patito dijo...

jajaja Y no sentisteis algún efecto al inhalar ese humillo, digo yo, no empezaste a correr más rápido como si te hubieran pegado alitas a las zapatillas con tal de regresar al mismo punto una y ota vez.

HombreRevenido dijo...

Quercus, es ley de vida. La naturaleza sigue su curso y volvemos a estar en época de aromas naturales. ¡Salud!

Elvis, por ahí van los tiros. Haz el amor y no la guerra. Haz humo aromático en vez de humo chungo.

India Ning, totalmente verídico. La de cosas que evocan los olores, no lo sabes bien. Eso y los pequeños traumas acumulados de la infancia, claro.

Patito, yo creo que corría lo mismo, pero tenía la sensación de ir más despacio. Slow motion sensorial. Hoy vuelvo otra vez.

No dijo...

Vaya...caballa...
Con que yendo por el mundo de fumador pasivo mientras haces deporte eh?? ¡¡no te da verguenza!! anda que no eres chulo tu ni na...

pazzos dijo...

pásalo, tío, antes de que vuelva el gorrón del chándal.

elmasfato dijo...

Me asalta una duda, ¿seguro que es incienso lo que queman en el botafumeiro de Santiago? Se quejan de que tienen más visitas de laicos que de católicos, lo que ya no se es si todos son hippys.

Quercus dijo...

Por cierto, los hippies se kedaron en los 60 o 70, aprended ke ahora nos llaman perroflautas.

Mrs. Nancy Botwin dijo...

Camelar, qué gran verbo.
Correr, qué descanso en sus formas reflexivas.
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Un sueño en flashback: Forrest Gump corriendo -en círculos imperfectos- en Marihuana d'Or, ciudad de vacaciones.
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Si no entiende ni una palabra, lo huelo a kilómetros, échele la culpa al incendio. Y no le dé más vueltas.

HombreRevenido dijo...

No, me declaro culpable. Pero oye, si para que lo respire un inocente pato del parque, mejor lo respiro yo.

Pazzos, es un parque público, así que los porros son también públicos.
Porros municipales, me está gustando ese concepto.

Elmasfato, algo de eso tiene que haber. Si de verdad pusieran ese tipo de incienso y dieran vino al hacer la comunión (como deberían), las misas serían mucho más divertidas (lo que tampoco es complicado).

Quercus, tenían el alma jipi (de esos todavía quedan). No parecían perroflautas (aunque es un adjetivo tan ambiguo que a veces somos muchos y a veces son unos pocos).
Desde aquí rompemos una lanza (y no en las costillas como los antidisturbios) por los perroflautas, esos incomprendidos. Estamos con vosotros, chimpancés.

Nancy Botwin, sin embargo cuando pienso (me voy a correr) lo que viene después es el agotamiento atlético. Es contradictorio.

Desde que inhalé el "humillo de la verdad" te entiendo todo lo que dices. Qué curioso.

Lili dijo...

Sí que cambia la historia. A lo mejor todo tiene que ver con el karma: tu corrías cabreado de joven y claro, te encuentras un cura cabreado quemando hierbas para fastidiar. Ahora corres feliz y, ¿qué te devuelve la vida?: un grupillo feliz que exhala un humo todavía más feliz.
Besos!

pazzos dijo...

Donde estén los porros municipales que se quiten las porras de los municipales.

HombreRevenido dijo...

Lili, me has convencido. Aunque si le hubiéramos dado un par de hostiejas al cura aquel, nos hubiera mejorado el humor e, igualmente, se habría acabado el humo.
Pensamiento positivo. Lo recordaré.

Pazzos, amén.

Anónimo dijo...

Oye, post chulo! Me he sentido identificada contigo porque yo también odiaba correr en el colegio, nos obligaban a hacer la horripilante "milla" por aquella pista de atletismo infernal o nos soltaban por el campo cercano (como tú describes el tuyo, en la actualidad cubierto de edificios y chalets de lujo) sin medirnos la frecuencia cardíaca nunca obviamente (pocas cosas pasaban para la de tragedias q se podían haber desencadenado... esos brutos profesores de Ed. Física que dudo q tuvieran el título de verdad)...en fin en fin...me doy cuenta que tengo que escribir sobre esto jejejeje

Ahhh los "jipis" de ahora son simples, mugrientos y patéticos perroflautas...bah

HombreRevenido dijo...

Aliena, yo siempre he sido una apasionado absoluto del deporte y lo sigo siendo.
Si alguien en algún momento me ha hecho plantearme renegar del deporte fueron mis primeros profesores de educación física. Auténticos malnacidos (sobre todo uno). Cada vez que me lo cruzo por la calle me reprimo las ganas de partirle la cara.

En la Academia respetamos todas las estéticas e ideologías. A los perroflautas también, faltaría más. Son necesarios. Todavía no estoy seguro de para qué, pero son imprescindibles.

Anónimo dijo...

Faltaba más, el respeto ante todo!
Algún papel ejercerán en nuestro ecosistema XD.

Besosss