sábado, diciembre 22, 2012

Ya, vale, no, pero ¿y si sí?


Veo entre vosotros, reclutas del conocimiento, cierto alivio tras el fin del mundo de ayer. Y eso me alarma.
Parece que no habéis comprendido lo profundo del asunto. Me atrevería incluso a asegurar que muchos de vosotros cree que el apocalipsis no se ha producido.

Vamos a ver, ¿cuántos fines del mundo habíais vivido con anterioridad? Ninguno, claro. Entonces ¿cómo estáis tan seguros de que el fin del mundo no es algo sobrio y sigiloso, un apocalipsis ninja que no puede detectarse a simple vista como el que pudo acontecer ayer?.

Borges prefigura una idea afín cuando destaca una fábula de Han Yu (prosista chino del siglo IX) extraída de  la "Antología razonada de la literatura china" de Margouliés.
Universalmente se admite que el unicornio es un ser sobrenatural y de buen agüero; así lo declaran las odas, los anales, las biografías de varones ilustres y otros textos cuya autoridad es indiscutible. Hasta los párvulos y las mujeres del pueblo saben que el unicornio constituye un presagio favorable. Pero este animal no figura entre los animales domésticos, no siempre es fácil encontrarlo, no se presta a una clasificación. No es como el caballo o el toro, el lobo o el ciervo. En tales condiciones, podríamos estar frente al unicornio y no sabríamos con seguridad que lo es. Sabemos que tal animal con crin es caballo y que tal animal con cuernos es toro. No sabemos cómo es el unicornio.

Yo imagino también al simio que fuimos, somos y seremos, sentado frente a la puerta del castillo del fin del mundo, como en una de esas alegorías kafkianas.

¿Y si en realidad Dios, el gran falsificador, nos ha decidido dar gato por liebre?
¿Y si esta mañana hemos despertado en un mundo falso, en un matrix sin antivirus actualizado, en un sucedáneo paralelo del que se han librado los llamados a la gloria, o aún mejor, los llamados al infierno de sufrimientos perpetuos?.

¿Y si el fin del mundo ha sido tan discretamente grandioso como para conseguir todo eso? ¿entonces qué?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Uf.
Me voy a tomar un chupito de vino dulce. Esto me supera ¬¬.

Hemithecomix dijo...

http://img829.imageshack.us/img829/2000/thec35copia.jpg

Nisi dijo...

Igual nos hemos levantado todos estériles... como en "Hijos de los hombres" de PD James.

Peter dijo...

Ha sido un fin del mundo interruptus, cuando la barra de progreso iba por el 30% llego a Cuba intento acabar con Castro, fracaso y abortaron

HombreRevenido dijo...

Beber no es la solución, Aliena. Pero puede ayudar, eso sí.

Hemithecomix, no nos mata el fin del mundo, nos mata la incertidumbre.

Nisi, exacto. Hay miles de apocalipsis silenciosos.

Peter, ni el mismo Dios puede fabricar un microprocesador que sea capaz de manejar una tarea tan compleja.

Josan dijo...

Cada día, al levantarnos, es el Génesis: dudamos, pero pensamos, luego existimos, tardando unos segundos en saber si somos o no. Y a veces, ciertos días, sentimos que estamos ante un Apocalipsis. Afortunadamente, acostumbra a no ser para tanto... Aunque recuerdo a aquellos para los que el Apocalipsis Personal sí fue el final.

HombreRevenido dijo...

Josan, algún día será el fin del mundo. Seguro. Nuestro propio fin del mundo, o el fin del mundo en general. Ese día empezará como cualquier otro. Podría haber sido el viernes. Puede ser mañana. Pero algún día lo será de verdad. La amenaza estará siempre allí.

PepitoGrillo dijo...

Cada día es para mí un día después de un fin del mundo frustrado, pero por corriente no voy a mostrar mi gran alegría de cada día por vivir otro más. Ya mostraré mi dolor cuando ese día no exista.... ja...

Verillo dijo...

No se muy bien donde escuche aquello de..." el mundo se acabara el dia que yo me muera" y sinceramente no puedo estar mas de acuerdo...
Mientras tanto, sigo respirando!!!

Feliz navidad sabio simio!!

Anónimo dijo...

Interesante razonamiento.

Un día expondré mi teoría de que Dios existe y es japones.

Lo único que se puede hacer es tomar el sol sentado.

HombreRevenido dijo...

Pepito Grillo, nunca bajamos el mismo río. El mundo acaba y empieza cada minuto. A lo mejor eso (incluida la muerte) es una buena noticia.

Verillo, feliz navidad.
Está claro que el día en que yo muera os desvaneceréis en la nada absoluta. Me va a dar más pena por vosotros que por mí.

Aquello noerayo, espero expectante a la exposición de esa teoría. De momento, el titular promete.