martes, marzo 01, 2016

Despelleje - Bisiesto Awards 2016

Parece lógico que si un mono cualquiera escribe sobre los bisiestos tenga que publicarlo el día 29 de febrero. ¡Que para eso está!
Yo, más humilde, empecé a pensar en el tema ayer y he tenido que escribir a posteriori.
Y no hubiera escrito nada si no fuera porque al pensar en ello vi grandeza, vi cosas elegantes y cosas locas y también adefesios.
Este es, por llamarlo de alguna manera, un despelleje del día bisiesto.

Planteado el tema. Vamos al lío.



Sobre la alfombra roja vemos llegar al calendario lunar. Qué adecuado adaptar los meses a los ciclos de la luna. Si algo tiene de triste nuestro actual calendario es que hemos perdido la costumbre de mirar al cielo sabiendo en qué fase se encuentra la luna. Los árabes, por ejemplo, siguen usando calendario lunar. Son estrictamente lunáticos.

Pero fijense, vestidas con chilabas media-lunares, llegan ahora los típicos desfases entre los meses lunares y el año solar. 12 fases de la luna suman 354 días. Por lo tanto, el año es más corto y las estaciones bailan. Cuando el noveno mes, el ramadán, cae en invierno muy bien, porque el sol se pone pronto. Pero si cae en verano... el horror. Sin beber,ni comer, ni tener relaciones sexuales hasta que anochezca... bueno, lo de follar a vosotros no os afectaría.

Con derroche de color, llega el año nuevo chino. Muy cómodo el kimono del año del mono. Los chinos meten un mes 13 de vez en cuando y corrigen el desfase. No saben nada los tíos, menudos son. ¡Nos comen los chinos!

Y ahí está la bella Cleopatra, legendaria felatriz que hizo que los hombres más poderosos se postraran a sus pies. Ella tendrá un papel protagonista en esta película. Luce un calendario solar típicamente egipcio. Alargadas las mangas de los meses lunares a 30 días, les suma un broche en forma de escarabajo y los epagómenos, 5 días extra a final de año. Tan ajustado es el calendario que deja muy poco a la imaginación.

Con túnica está para matarlo, pero hay que ver cómo luce el traje Julio César. Trae un calendario solar, al que añade un día extra, como le sugirieron los sabios de Egipto en los tiempos en los que retozaba con Cleopatra. Para que luego hablen mal del turismo sexual.

Pisa la alfombra roja el día bisiesto, el día 366º. Pequeño tamaño, alta costura.
Como el año solar tiene 365 días y casi 6 horas, cada cuatro años aparece el bisiesto en nuestras vidas. Los romanos lo colocaron en febrero (que en tiempos era su último mes, hasta que gracias a los simios de Aragón se cambió el calendario). Duplicaban el día 24, el sexto antes de las calendas de marzo. Día sexto repe. Bis sexto. Bisiesto.

Y rizando el rizo llega el papa Gregorio XIII, a veces pétreo e infalible, otras veces tapizado como un sofá.
En 1582 hace el último ajuste. Quita algunos bisiestos para salvar el redondeo que se había hecho.
No sobraban 6 horas cada año. Sobraban 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos. Esos 11 minutos de más producían un desfase mínimo que se agravaba con el paso del tiempo. Por eso también hubo que eliminar 10 días de un plumazo.
Los españoles (por una vez) fuimos a la vanguardia de ese ajuste. Otros países tardaron siglos.

Por eso Shakespeare y Cervantes murieron en la misma fecha (23 de abril de 2016) pero en días diferentes.
Por eso en la Rusia de los zares, la Revolución de Octubre fue en noviembre de 1917.



6 comentarios:

Luxindex dijo...

Eso de los calendarios nunca me lo he creído: ¡¿Cómo que hay más o menos días aquí que, digamos, en la China; o ahora que hace, digamos, cien años?! ¡Los días serán los días, ¿no?! Bueno y eso por no hablar de que aquí, ahora, sea de día ¡pero en la China de noche! Por favor…

Os manipulan. Tú, el primero, HombreRevenido. Tú, el primero.

Cardo dijo...

Lección magistral, profesor, Impresionada por el despliegue de conocimientos y el formato elegido. Plas,plas,plas,plas

Angie R M dijo...

Por el amor de Dior, esto de los calendarios es un lío. Menos mal que está usted aquí para explicarlo xD

HombreRevenido dijo...

Luxindex, todo es una gran ficción. Eso está claro. Y yo soy culpable. También es cierto.

Para resarcirme aún me queda la segunda parte de este post. Que es muchísimo peor. Os fastidiáis.

Mil gracias, Cardo, no sé yo si es un formato muy científico, pero a mí me gusta.

Angie RM, menos mal, jaja. Si no lo hago yo no lo hace nadie.

sonia dijo...

Hay que ver lo que aprendemos en esta academia,maestro.¡Qué ricos los monos con los trajecitos rojos!A ver si el año del mono nos trae buenas cosas,a estos monos de la academia,yo creo que sí.

HombreRevenido dijo...

El año del mono va a ser la leche, Sonia. Vamos a ser tan felices que nos va a dar hasta vergüenza.