jueves, noviembre 07, 2019

Una verdad incómoda

Ha llegado el momento de decir una cosa que llevo tiempo pensando. Más o menos 30 años.


En el programa de televisión El Precio Justo los concursantes debían acercarse al precio ("sin pasarse") de unos determinados bienes de consumo.
La mecánica del programa era sencilla, emocionante e incluso participativa, porque permitía gritar un precio desde casa, en sana competencia familiar. Aunque algo subyacía todo el tiempo, un tabú del que nadie quería hablar.

La Ley de Ordenación del Comercio Minorista (7/1996) establece que el comerciante tiene libertad para fijar los precios de su negocio, salvo que se trate de productos de primera necesidad o materias primas estratégicas.
En el mercado de valores o en una lonja, por ejemplo, puede disponerse de información de precios actualizada, ya sea de una acción o de una merluza. Pero hace falta una investigación compleja para conocer los precios de la cesta básica que se miden con el IPC. Porque el comerciante trata de adivinar el valor que su cliente da a un producto y fijar un precio en consecuencia. Además el precio es una variable táctica de marketing que puede ser modificada de forma casi inmediata, por lo tanto es imposible conocer el precio exacto de un bien en un momento preciso, salvo que exista un monopolio.

Ergo, todo lo que vivimos junto a Joaquín Prat en El Precio Justo fue una  gran farsa.

6 comentarios:

el chico de la consuelo dijo...

diossssssss
¿qué será lo siguiente?
¿decir que chanquete no ha muerto?
Que lo mato quique y de ahí su papel discreto y desdibujado??

Yo es que ya no puedo más con este sinvivir!!

Carmina dijo...

Todo en televisión es una farsa, desde los anuncios hasta algunos documentales.

Feliz de que el chimpancé se haya activado de pronto.

sonia dijo...

Cuánta sabiduría Maestro.
Y qué frío por fin.Encantada de volver a la Academia.

HombreRevenido dijo...

Técnicamente, podemos decir que Chanquete ha muerto, Chico de la Consuelo. No sñe quién pudo matarlo, porque parecía indestructible.

Carmina, aunque todo sea mentira en la tele uno espera un poco de verosimilitud. Intentar seguir el recto camino de la naturaleza y la ciencia económica.

Sonia, podemos decir que el frío, en lugar de aletargarme, me ha despertado.

Molinero dijo...

Creo recordar que en las bases del concurso decían que los precios eran los de el corte inglés. Estoy buscando las bases pero en mi memoria de largo plazo está algo así, que en su día yo me pregunté lo mismo y la respuesta resultó ser algo casi obvio.

HombreRevenido dijo...

Gracias por la aclaración, Molinero. Tiene su lógica... :)