miércoles, abril 30, 2008

Animales Acojonantes (31) - EL CERNÍCALO


Una pequeña rapaz sobrevuela nuestro campos y de repente se detiene, como un mimo pero en el aire. Observa, escruta y se lanza en picado. Choque seguro, piensa el observador inexperto. Pues no, el resultado es un trofeo de caza: ratón, rana o lo que sea. Así es el cernícalo. Tan pronto detiene su cuerpo como, en acrobacia zen, detiene su sentido común.

La estrategia de reproducción de los machos es impresionar a las hembras. La de las hembras es fingir que las impresionan. El cernícalo, ante la mirada de la cernícala, se lanza a gran velocidad por las autovías del cielo, y en un alarde de cazador consumado le entrega un roedor a la hembra (que unas veces aplaude y otras no, como le da). En ocasiones la cópula ni siquiera puede esperar a dejar la presa en la nevera.


La química ha mermado su entendimiento, y eso se nota a veces. Los productos tóxicos empleados en la agricultura, sumados a otras sustancias que consumen, los vuelven inestables.
Objetivamente, les beneficia el silencio, como nos pasa a la mayoría, pero rara vez lo frecuentan. Pese a todo, los cernícalos son muy sociables; la hembra queda a despotricar con sus muy mejores amigas, la gansa y la pava, mientras el macho se va al fútbol, a hacer el bestia en el fondo sur, con el tigre de bengala y el puerco-skin.

Le gusta:
- Cernir
- Ponerle su nombre a todo con un dymo
- La música de ritmos machacones a todo volumen, como el canto del vencejo, más o menos

No le gusta:
- Que la gente haga doble click sobre ellos para que salga un halcón grande, en vez de la vista en miniatura
- Que pongan los controles a pillar, sobre todo los de alcoholemia
- Los subtítulos
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martes, abril 29, 2008

Di - vago


Voy a ver qué sale. Tenía previsto escribir una especie de pensamiento corto chorras, y me he arrepentido en el último momento. Lo publicaré otro día, pero hoy no, no hay razones para que entréis aquí a leer cosas como esa, intrascendente. Además se aleja tanto de mi estado de ánimo que sería demasiado irónico, incluso para una Academia de Chimpancés.

Y ahora viene el dilema auténtico (tranquilos, que sólo durará un par de líneas): ¿de qué escribo? me encantaría divagar sobre la verdad, la mentira, la ilusión, la desidia. Pero ese post será otro día que tenga metáforas, tiempo y huevos. Ergo... no me queda otra que improvisar.

Descartado el ser profundo o auténtico me queda quejarme. Oh, eso sí que me apetece, contar que duermo fatal, que descarrilo, así de claro, pero que sé que esta locomotora vieja va a volver a la vía, antes o después, o al menos no me rendiré, moriré con las bielas puestas.

Buscando otra salida acabo de hacer una lista con mis fantasías sexuales sin realizar. Estoy escandalizado de mí mismo. Orgulloso también, porque ya van cuatro párrafos. Qué mayor.

Descartando banalizar, filosofar, quejarse o recapitular depravaciones... y siendo que no se me da bien escribir sin rumbo, me queda hablar de la Expo de Zaragoza, ese acontecimiento mundial que llenará nuestros corazones de alegría. Me pongo a escribir ya mismo. Hablaré bien de Fluvi, porque ser transgresor todo el tiempo ya no está de moda.
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lunes, abril 28, 2008

Turbio















Escribe un inspiradísimo Antonio Machado:






Y podrás conocerte recordando
del pasado soñar los turbios lienzos,
en este día triste en que caminas
con los ojos abiertos.

De toda la memoria sólo vale
el don preclaro de evocar los sueños.


Pues eso. Completamente de acuerdo.
A pesar de todo.
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Sentido arácnido

Ahora me diréis que esto también os parece normal.


Ya sé por qué te gustan tanto las braguitas de Spiderman que te regalé, cari.
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sábado, abril 26, 2008

A hard days fight

No sé si alguien recordará un producto televisivo extraño, creado por la MTV. Si lo pienso bien, no sé por qué veía esto. Quiero decir, no sé por qué canal lo daban, porque yo la MTV no la tenía, y sin embargo lo recuerdo.
El que os muestro es un episodio mítico de Celebrity Deathmatch, lucha a muerte de famosos (edición clásica, años 70: The Beatles).



¿Os acordáis ahora? La monda.
Bueno, pues lo siguen haciendo.

Y ahora unos vídeos extra por si os habéis quedado con ganas de más.
Al resto, hasta mañana.
TIGER WOODS vs ANDRE AGASSI
BRITNEY SPEARS vs CHRISTINA AGUILERA
KATE MOSS vs CLAUDIA SCHIFFER vs TYRA BANKS
ALFRED HITCHCOCK vs STEVEN SPIELBERG
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viernes, abril 25, 2008

A quien pueda interesar...

Ha habido cierta confusión en relación a la entrada anterior. Para ello os he hecho un croquis que podéis observar pinchando en la imagen. El tema da para mucho más, pero no va a caer en el examen nada que no esté en el esquema.
Si alguien (o mejor, alguna) quiere que le explique más sobre el asunto que se pase por mi despacho durante las horas de tutoría.

Bueno, prosigo.

Esta semana ha sido dura. El trabajo me ha impedido ofrecer lo mejor de mí mismo. También ha evitado que mostrara lo peor, con ese exhibicionismo de escocés ebrio que tanto me perjudica.

La semana que viene, además del día del Trabajo (cachondeíto encima), compensará los sinsabores de esta. Le tengo fe a esa semana; no dejéis de venir ¿eh?. Aunque sólo sea para luego contárselo a vuestros amigos en plan, buah, es muy ecléctico, tiene puntos que tú no entenderías, que es algo que escuece bastante (y ya sabemos que si escuece cura).

La semana que viene tendréis las bases del concurso de microrrelatos. Más bien de los siete concursos de microrrelatos que se irán sucediendo durante las semanas venideras. Una orgia de literatura y memez que nos destilará despacio, en el alambique solemne del gigantismo enano.

Os anticipo un poco del concurso para que empecéis a pensar en participar.
- Serán relatos hipercortos, no os extrañe que anden por las 50 o 100 palabras.
- Podrá participar quien quiera. Incluso seres humanos.
- Habrá siete concursos con siete temas. Los temas inspirarán los relatos y serán desvelados el primer día de cada concurso. No puedo anticipar el orden para mantener cierta incertidumbre, pero los siete temas serán: los siete pecados capitales.
¿Que os sabéis más de siete pecados?
Mejor, para vosotros, pero aquí sólo hay siete premios, y gracias.

Pensad, por favor. Hacedlo por mí. Sorprended a la concurrencia.
Lo importante será participar, porque el jurado (casi insobornable) será, sobre todo, auténticamente imprevisible. Y vamos, que todo el mundo sabe que lo mejor de un concurso no es ganar, sino decirle a todo el mundo que es un tongazo, que está amañado, que menuda vergüenza.
Como en el premio Planeta, exceptuando que en su caso es verdad.
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jueves, abril 24, 2008

Gombrowiczidas

Va a hacer un mes que recibo diariamente un correo electrónico (¿todavía se les llama así?), directamente desde Argentina. El primero se titulaba: PASEAR POR EL UNIVERSO. El remitente, Juan Carlos Gómez, era un completo desconocido para mí. Y aunque siempre digan las madres que no hay que aceptar caramelos de desconocidos porque pueden llevar droga (o quizás precisamente por eso), lo abrí y lo leí.

El último ha llegado esta mañana, puntual y certero. LA FALTA DE TACTO, se titula. Seré breve, pero que conste que podría escribir durante horas de este sorprendente amigo lejano, y no descarto hacerlo en el futuro.

Juan Carlos Gómez (en adelante Goma), es un señor nacido en Buenos Aires en 1934, que se hizo amigo de Gombrowicz (famoso escritor polaco, para quien no lo conozca) cuando éste vivió en Argentina (detalles biográficos en el linkipedia, por ejemplo respuestas a las preguntas ¿por qué vivió en Argentina? ¿cuánto tiempo? ¿quién decías que era este tipo?).
Goma publicó su correspondencia con Witold Gombrowicz, "Cartas a un amigo argentino" (1999), también "Gombrowicz, este hombre me causa problemas" (2004) y es colaborador permanente de la revista literaria polaca “Twórczosc”.

El autor de "Ferdydurke", "Transatlántico" o "Pornografía", es el centro de gravedad de todos los textos de Goma, que analiza el mundo en la órbita de Gombrowicz, esa joya de la literatura del siglo XX, misteriosa y exótica, que además, ¡oh, sorpresa! además era una persona. Una persona que a veces tenía más razón que un santo y otras veces se equivocaba con estrépito diabólico.

Lo que recibo cada día me une a un club, un club de gombrowiczidas.
Escribe Goma: "Los gombrowiczidas vendrían a ser entonces los que asesinan a Gombrowicz, y son condenados por este magnicidio a leer las historias verdaderas que yo escribo arrojadas a un barril sin fondo, así como hacía Plutón en los infiernos obligando a las danaides a arrojar agua en un recipiente infinito".

Por un extraño azar, me encuentro en la lista de los agraciados con estos textos diarios, la mayoría editores, hombres de letras.
También es asombroso que fuera Gombrowicz el que aconsejara a los escritores argentinos "matar a Borges", cosa que yo intento día a día (por consejo de Monterroso, para poder escribir sin su influjo, por insuperable).

¿Quién me iba a decir a mí que al final acabaría matando a Gombrowicz?
Que ya está muerto, por cierto.
Y que cada día me interesa más.
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miércoles, abril 23, 2008

San Jorge y el tragón


Ahí está de nuevo, la dicotomía, la perversa duda, la encrucijada. ¿Qué hago? ¿me pongo a trabajar para no perder la costumbre y termino lo que quiero presentar mañana? ¿o me voy de comilona y que le den por el culo a todo?

El deber (localizado en la glándula pineal del epitálamo) me dice: la primera opción es la razonable. El apetito desaforado (localizado en el eje esternón-ombligo-apéndice colgandero) me dice: la segunda opción reivindica tu individualidad, que es lo único que, en el fondo, te queda.

Tomo varias decisiones:
- A partir de ahora, todos los miércoles habrá un Animal Acojonante, que era una sección que nunca ha sido fija y ahora lo será durante unas semanas. Hasta que me canse.
- El Cineclub podrá ser cualquier día, abandonará los martes. Hasta que lleguemos a la cifra de 100 películas, entonces cambiaremos de colección.
- Mañana os hablaré de los Gombrowiczidas, que es una de las cosas más extrañas y fascinantes que me han pasado últimamente gracias al blog.
- Habrá novedades próximamente, sobre todo en lo referente al concursazo de microrrelatos.

No, menos pensar en el dilema del día, cualquier cosa.
Qué hago, ¿mato al tragón interior?
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lunes, abril 21, 2008

Nubarrones


Reconozco un mal día al primer cadáver.








El año pasado estaba igual de mal, pero mejor.
Ya funciona el link. Qué creíais, ¿que algo podía salir bien? Hoy no.

sábado, abril 19, 2008

Literadora en la trituratura (Mijail Bulgakov, el genio proscrito)

El nigromante estaba recostado en un sofá muy grande, rodeado de almohadones. Al barman le pareció que el artista iba vestido todo de negro, con camisa y zapatos puntiagudos del mismo color.

— Yo soy — dijo el barman, en tono amargo— el encargado del bar del teatro Varietés...

El artista alargó una mano, brillaron las piedras en sus dedos, y obligó al barman a que callara. Habló él muy exaltado:
— ¡No, no! ¡Ni una palabra más! ¡Nunca, de ningún modo! ¡No pienso probar nada en su bar! Mi respetable caballero, precisamente ayer pasé junto a su barra y no puedo olvidar ni el esturión ni el queso de oveja. ¡Querido amigo! El queso de oveja nunca es verde, alguien le ha engañado. Suele ser blanco. ¿Y el té? ¡Si parece agua de fregar! He visto con mis propios ojos cómo una muchacha, de aspecto poco limpio, echaba agua sin hervir en su enorme samovar mientras seguían sirviendo el té. ¡No, amigo, eso es inadmisible!


— Usted perdone — habló Andréi Fókich, sorprendido por el inesperado ataque —, no he venido a hablar de eso y el esturión no tiene nada que ver...
— ¡Pero cómo que no tiene nada que ver! ¡Si estaba pasado!
— Me lo mandaron medio fresco —dijo el barman.
— Oiga, amigo, eso es una tontería.
— ¿Qué es una tontería?
— Lo de medio fresco. ¡Es una bobada! No hay término medio, o está fresco o está podrido.
— Usted perdone — empezó de nuevo el barman, sin saber cómo atajar la insistencia del artista.
— No puedo perdonarle — decía el otro con firmeza.

— Se trata de otra cosa — repuso el barman muy contrariado.
— ¿De otra cosa? — se sorprendió el mago extranjero — ¿Y por qué otra cosa iba a acudir a mí? Si no me equivoco, sólo he conocido a una persona que tuviera algo que ver con la profesión de usted, una cantinera, pero fue hace muchos años, cuando usted todavía no había nacido. De todos modos, encantado. ¡Asaselo! ¡Una banqueta para el señor encargado del bar!
El que estaba asando la carne se volvió, asustando al barman con su colmillo, y le alargó una banqueta de roble. No había ningún otro lugar donde sentarse en la habitación.

(...)
— Me gustan los asientos bajos — habló el artista —, la caída tiene siempre menor importancia. Bien, estábamos hablando del esturión. Mi querido amigo, ¡tiene que ser fresco, fresco, fresco! Ése debe ser el lema de cualquier barman. ¿Quiere probar esto?

A la luz rojiza de la chimenea brilló un sable, y Asaselo puso un trozo de carne ardiendo en un platito de oro, la roció con jugo de limón y dio al barman un tenedor de dos dientes.
— Muchas gracias... es que...

— Pruébelo, pruébelo, por favor.

El barman cogió el trozo de carne por compromiso: en seguida se dio cuenta de que lo que estaba masticando era muy fresco y, algo más importante, extraordinariamente sabroso. Pero de pronto, mientras saboreaba la carne jugosa y aromática, estuvo a punto de atragantarse y caerse de nuevo. Del cuarto de al lado salió volando un pájaro grande y oscuro, que rozó con su ala la calva del barman. Cuando se posó en la repisa de la chimenea junto al reloj, resultó ser una lechuza. "¡Dios mio!" — pensó Andréi Fókich, que era nervioso como todos los camareros, "¡Vaya pisito!".

— ¿Una copa de vino? ¿Blanco o tinto? ¿De qué país lo prefiere a esta hora del día?
— Gracias... no bebo...
— ¡Hace mal! ¿No le gustaría jugar una partida de dados? ¿O le gustan otros juegos? ¿El dominó, las cartas?
— No juego a nada — respondió el barman ya cansado.
— Pues... ¡hace mal! — concluyó el dueño — digan lo que digan, siempre hay algo malo escondido en los hombres que huyen del vino, de las cartas, de las mujeres hermosas o de una buena conversación. Esos hombres o están gravemente enfermos, o tienen un odio secreto a los que les rodean. Claro que hay excepciones. Entre la gente que se ha sentado conmigo a la mesa en una fiesta, había a veces verdaderos sinvergüenzas. Muy bien, estoy dispuesto a escucharle.

— Ayer estuvo usted haciendo unos trucos...
— ¿Yo? —exclamó el mago sorprendido —; ¡por favor, qué cosas tiene! ¡Si eso no me va nada!
— Usted perdone — dijo anonadado el barman —. Pero... la sesión de magia negra...
— ¡Ah, sí, ya comprendo! Mi querido amigo, le voy a descubrir un secreto. No soy artista. Tenía ganas de ver a los moscovitas en masa y lo más cómodo era hacerlo en un teatro. Por eso mi séquito — indicó con la cabeza al gato — organizó la sesión, yo no hice más que observar a los moscovitas sentado en mi sillón. Pero no cambie de cara y dígame: ¿y qué le ha hecho acudir a mí que tenga que ver con la sesión?
— Con su permiso, entre otras cosas, volaron algunos papelitos del techo... — el barman bajó el tono de voz y miró alrededor, avergonzado — y todos los recogieron. Llega un joven al bar, me da un billete de diez rublos, y yo le devuelvo ocho cincuenta... después otro...
— ¿También joven?
— No, de edad. Luego otro más, y otro... Yo les daba el cambio. Y hoy me puse a hacer caja y tenía unos recortes de papeles en vez del dinero. Han estafado al bar una cantidad de ciento nueve rublos.
— ¡Ay, ay! — exclamó el artista —, ¿pero es cierto que creyeron que era dinero auténtico? No puedo ni suponer que lo hayan hecho conscientemente.
El barman le dirigió una mirada turbia y angustiada, pero no dijo ni una palabra.
— ¿No serán unos cuantos granujas? — preguntó el mago preocupado —. ¿Es que hay granujas en Moscú?
La respuesta del barman fue nada más que una sonrisa, lo que hizo disipar todas las dudas: sí, en Moscú hay granujas.
— ¡Qué bajeza! — se indignó Voland —. Usted es un hombre pobre... ¿verdad que es pobre?
El barman hundió la cabeza entre los hombros y quedó claro que era un hombre pobre.
— ¿Qué tiene ahorrado?
El tono de la pregunta era bastante compasivo, pero no era lo que se puede llamar una pregunta hecha con delicadeza. El barman se quedó cortado.
— Doscientos cuarenta y nueve mil rublos en cinco cajas de ahorro — contestó de otra habitación una voz cascada— y en su casa, debajo de los baldosines, dos mil rublos en oro.
El barman parecía haberse pegado al taburete.
— Bueno, en realidad, eso no es mucho — dijo Voland con aire condescendiente —, aunque tampoco lo va a necesitar. ¿Cuándo piensa morirse?
El barman se indignó.
— Eso no lo sabe nadie y además, a nadie le importa — respondió.
— Vamos, ¡que nadie lo sabe! — se oyó desde el despacho la misma odiosa voz —. ¡Ni que fuera el binomio de Newton! Morirá dentro de nueve meses, en febrero del año que viene, de cáncer de hígado, en la habitación número 4 del hospital clínico.



Extracto de "El maestro y Margarita"
obra maestra de Mijail Bulgákov (1891-1940)
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jueves, abril 17, 2008

Selección nacional definitiva

Quizás la mejor foto de la historia de la humanidad.
Atención.


Esto sí que es un Dream Team, lo demás son imitaciones.

Me lo mandó mi amigo Jameson en un mail que decía:
Ya ha dado Luís Aragonés la lista para la Eurocopa... por fin va Raúl... ¡¡¡Sénder !!!

Tronchante. Click en la foto para ampliar. Merece la pena.
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Quién sabe dónde (mono-palizando el blog)


Semana difícil. Por falta de tiempo no podré ser breve. Seguiré con la lista de glorias familiares.

Hace unas semanas encomendé al detective privado Serjuzu Joe que investigara un caso extraño, el de un tío abuelo que también cruzó el Atlántico y al que habíamos perdido la pista. Le di una foto y volvió al día siguiente. "Ya sé dónde está, hemos tenido suerte. Está un poco más gordo pero es él seguro" aseguró mirando una vez más la imagen que yo le había proporcionado. Añadió: "Ahora es presidente de Venezuela".
Varias pistas falsas después me pidió dinero para viajar a América. Se lo di (no sé el tiempo que tardaría en descubrir que eran billetes del Monopoly). Me quedé sin noticias. En lugar de un misterio tenía dos. Menudo panorama.
Decidí concentrar mis esfuerzos en cosas más productivas y me olvidé de este episodio dando por sentado que ambos habrían perecido en el triángulo de las Bermudas, que es lo que suelo pensar cada vez que observo el retrete mientras tiro de la cadena.

Pues bueno, ayer recibi la contestación que ya no esperaba. Era un
e-mail en un sobre con pequeñas fotos de colores pegadas, y con un archivo adjunto impreso, nada menos que un power-point, pero de los que en vez de darle a un botón pasas tú mismo las hojas con la mano, tecnología punta. Serjuzu Joe me enviaba la solución al enigma. Y lo he flipao, por supuesto.

Una simple corazonada había llevado al detective al puerto de Tarragona. Un simple tropezón le había hecho caer en un container de avena. Y así, sin querer, se plantó en Brasil. Al principio, reconoce, las mulatas monopolizaron sus pesquisas. Luego pudo ocuparse de la búsqueda de mi tío el simio. Preguntó y, toma ya, encontró el rastro.

Había muerto en 1996, de diabetes, mimado por todos en el zoológico de Rio de Janeiro después de una vida intensa. El dossier (con un inicio tan triste) estaba lleno de capítulos sorprendentes. Había cambiado su nombre, de Sebastián a Tião. Y tan famoso llegó a ser que se presentó a las elecciones a la Prefeitura de Rio de Janeiro, consiguiendo casi el 10% de los votos.
No alcanzó el éxito del rinoceronte Cacareco que arrasó en las elecciones de Sao Paolo en el año 58, pero le votaron 400.000 personas. Una figura clave en la comunidad, eso es lo que era. Un ídolo para mí (desde ayer).

Feliz, descanso sabiendo que también los familiares que fueron a la parte sur del continente americano acabaron siendo celebridades celebradas. Porque a mi tío abuelo Sebastián le hicieron una estatua de bronce. A qué animal (sin ser caballo) le hacen una estatua sin unos cuantos crímenes de guerra ¿eh? A casi nadie.
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martes, abril 15, 2008

En otras ramas (de la familia)




También triunfó en América, mucho tiempo antes, un tío mío, self-made monkey; partiendo de la pobreza se hizo un personaje importante. Tenéis que conocer la historia.

En 1973, Burton G. Malkiel proponía en su libro "Un paseo aleatorio por Wall Street" un experimento curioso. Un mono lanza dardos a una lista de valores bursátiles y luego compite con las carteras de expertos asesores. Bien, pues según la teoría de este gurú del parqué, la cartera del mono podía llegar a ser más rentable, ergo el mercado era imprevisible.

El Wall Street Journal, en 1984, recogió el guante y organizó la competición. Y allí entra mi tío, que era un chimpancé decente, trabajador del servicio de documentación del periódico, un mono de los de antes, caballero y atento a todo lo que se cocía a pie de calle. Le pidieron que lanzara el dardo y lo hizo, varias veces, con tanto tino que superó en un 85% las plusvalías del resto de fondos, y batió a los más importantes índices de la bolsa neoyorkina.

De la noche a la mañana mi tío era millonario, pero... ¿qué parte había tenido el azar en todo esto? Según los analistas confundidos, todo había sido una gran casualidad. Y no. Mi tío, sagaz, dotado de una vista excelente y una gran puntería se dio el gustazo de tirar los dardos a posta. Si los demás no saben predecir lo que va a hacer el mercado que se fastidien. Mi tío sí pudo. Y luego no se lo contó a nadie.

Si sabéis algo que nadie sabe, si tenéis un don y podéis sacar provecho de ello, no contéis el secreto. Podréis martirizar a los expertos y confundir a los envidiosos. Cuando tiréis el dardo, como hicía mi tío el de América, rascaros la cabeza y buscaros las pulgas. En lugar de recelo os devolveran una sonrisa ingenua.
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lunes, abril 14, 2008

Alimentos que nos hacen decir ¡aysanantonio! - 10 - CRESTAS DE GALLO


Las crestas de gallo, dicen, son una delicatessen altamente considerada entre los gourmets franceses, los cocineros vascos y el movimiento punk británico.

Los romanos, muy dados a la comida recreativa inverosímil, fueron los precursores de este plato, que maceraban despacio porque hubo una época en la que no existía la olla express. Como os lo cuento.

El plato de la foto corresponde a unas crestas de gallo con chile que cocina un primo mío que se fue a hacer las américas y ahora tiene un restaurante en el mismísimo Nueva York, entre la Tercera y Park Avenue: Casa Mono.
Hizo fortuna y ahora ni llama ni nada.
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sábado, abril 12, 2008

M11S 11 - DELANTERO CENTRO - Didier Drogba


El objetivo final del juego, tal vez de la vida, es el gol. Para obtenerlo y evitarlo se despliega o atrinchera el equipo, al son del balón, al toque de corneta del estadio que alienta o chilla. El delantero centro comanda el ataque, husmea las pistas del gol con su instinto de depredador. Decía Di Stéfano (en pie todo el mundo) que cuando llegó a Europa le dijeron que era costumbre que un buen 9 marcara el gol o, al menos, saliera en la foto del mismo. Don Alfredo, que no era sólo un ariete, también era un mariscal de campo, un todocampista al que el área se le quedaba pequeña, se aplicó al cuento e hizo montones de goles y salió en montones de fotos. El fútbol es un juego de equipo y el 9 cumple su función, y para ello se tiene que pegar hasta con su padre. El 9, se sabe, es un privilegiado.

Didier Drogba es actualmente el más pujante delantero centro de su camada, aquella que dominó el mundo hace muy poco (Ronaldo, Van Nistelrooy, Henry, Inzaghi, Crespo...). Por detrás vienen pisando fuerte los de la nueva generación, tomando posiciones en los principales clubes europeos: Adebayor, Rooney, Fernando Torres, Eto'o, Berbatov, Huntelaar, Toni, Mario Gomez, Benzema... y un largo etcétera, una heterogénea multietnia de cazagoles, dispuestos a monopolizar triunfos y portadas. El relevo generacional es una realidad. Y como en toda revolución, todavía no hay un rey claro, o un mandato presidencial estable y duradero. Muchos son los llamados y pocos los elegidos.

Hablando de elegidos nombraré a Hugo Sánchez, un rematador de un solo toque, como la víbora necesita un solo mordisco; a Van Basten, el delantero definitivo, inteligente, atlético, elegante, técnico, sólo replicable en el recuerdo idealizado o en la quimera de las videoconsolas; a Romario, la sutileza de un asesino frío que arrancaba en cinco metros más rápido que nadie y que allí donde los demás se atolondraban rebajaba las pulsaciones y depositaba el balón en la portería (niños, no dejéis la pelota en el pasillo que alguien puede hacerse daño).

A lo que iba: África tiene cada vez más peso específico en el fútbol, como lo tiene en las sociedades europeas. El jugador africano ya no es el excéntrico portento físico de poca disciplina y nulo sentido colectivo que era antaño. Ahora es una pieza básica en los grandes clubs, un diamante tallado y muy valioso. Cuando Roman Abramovich se encaprichó con el juego de Drogba, viéndole jugar con el Olympique de Marsella, no dudó en pagar 37 millones de euros por él, llevándose a este coloso del área al Chelsea. Allí sigue marcando goles y martirizando defensas centrales, impotentes ante su potencia, su remate, su velocidad y movilidad, su capacidad para jugar de espaldas a la portería, proteger el balón, esperar el despliegue de los centrocampistas.

Un 9 al servicio del colectivo, una verdadera estrella, que suple su falta de recursos técnicos en el regate o la conducción, con una tenacidad casi alemana. Temible desde el primer minuto hasta el último, trabaja incansablemente por mantener su privilegio, el 9 en la espalda, las emboscadas del área, el campo abierto del contraataque y la foto, el gol.


Votación de la encuesta:
1) Fernando Torres y Van Nistelrooy - 27%
3) Drogba - 18 %

viernes, abril 11, 2008

Como lo oyes (una historia verídica)



Y entonces, de repente, cumplí el sueño de todo escritor, de todo cantautor, de todo filósofo, de todo intelectual que se precie.


Follé por mi físico.

miércoles, abril 09, 2008

Importante (por una vez)


¡Atención visitantes!
Después de mucho paripé, mucho comentario que parece que leo, que parece que me afecta, del que tomo nota fingidamente para luego abandonar en el olvido... por primera vez vais a participar de una decisión importante para mi futuro, el de la ciudad y, quién sabe, para el devenir del universo.

¿Qué hago? ¿me corto el pelo? ¿me lo dejo largo y geñudo?

¿Voy a la peluquería (no a la que recomienda Peibols, sino a esa en la que el sofá me masajea la espalda)?

Que se pronuncie el pueblo. Que, la verdad, no tenéis nada más importante en lo que pensar. Y ahora que caigo, yo tampoco.



ACTUALIZACIÓN:
Por si a alguien le intriga el desenlace, os comento: lo del bigote se puede intentar (contaré para ello con un equipo de estilistas y pediatras que seguirán su evolución).
Respecto al pelo me lo he cortado y bastante. La verdad es que ya me lo había cortado unas horas antes de publicar esta entrada. Pero así es la democracia, amigos, cuando votas ya está todo el pescado vendido. Así aprendéis para otra vez.

martes, abril 08, 2008

Los martes: CINECLUB - 79 - Ben-Hur



Ben-Hur - 1959 - Director: William Wyler

Reparto:
· Charlton Heston (Judah Ben-Hur)
· Stephen Boyd (Messala)
· Jack Hawkins (Quintus Arrius)
· Hugh Griffith

Guión: Karl Tunberg (con la colaboración de Maxwell Anderson, Christopher Fry y Gore Vidal, y basado en la novela homónima de Lewis Wallace)
Música: Micklós Rózsa
Fotografía: Robert Surtees

¿Quién no ha visto "Ben-Hur"? La joya del peplum (con permiso de "Espartaco"), multipremiada, multidifundida (esas sobremesas de Semana Santa...), brillantemente interpretada, lujosamente rodada, conmovedora desde el inicio hasta el the end, con la flamante imagen en cinemascope y la música formidable (también en cinemascope) de Micklós Rózsa.
Difícil de clasificar:

* Una historia de odio (Permita Dios que te conserve con vida hasta el día de mi regreso, el día de mi venganza). que acaba llenándonos de piedad (La culpa no fue de Messala. Él era bueno. La crueldad de Roma le envenenó).

* Es un viaje, una odisea, que nos lleva lejos pero luego nos devuelve hasta el punto de partida.

* Es larguísima, pero a la vez se pasa rápidamente, con el vértigo de la carrera de cuádrigas, plena de momentos memorables.

* Está basada en una novela de 1880, pero su fama eterna ha engullido al original.

* Fue la película más cara de la historia en su momento, sin embargo salvó a la Metro-Goldwyn-Mayer de la ruina.

* Es cristiana militante, recreándose en los momentos clave de la vida de Jesús, y al mismo tiempo se regodea en un homoerotismo latente, sobre todo en la relación entre Ben-Hur y Messala.

* Mezcla la mala suerte con los milagros, como la vida.

El judío se hace amigo del árabe. Charlton Heston ajusticia sin necesidad de rifle. Las imágenes del desfile en Roma... se rodaron en Roma. Las galeras eran una cosa bastante jodida, y la lepra también.
No sé lo que aprendimos, pero aprendimos. Aunque sólo fuera a amar el cine: El séptimo arte.
¿Cuáles son los otros seis? Ahora mismo no sabría decir, la verdad.
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Cubitus tuus


Hoy me pluriempleo AQUÍ

Va de cosas de bares, de la noche, canalladas, sexo, diversión sin límites. No os gustará.
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lunes, abril 07, 2008

Animales Acojonantes (30) - EL OKAPI


El okapi es un rumiante ungulado parecido a una jirafa pero no, parecido a una cebra pero tampoco. Son proclives a los recovecos de la selva, la oscuridad, el recogimiento, y andan con cautela para evitar a los leopardos, su principal depredador y, a la vez, sus mayores fans.

Es un animal solitario, prácticamente mudo (chats aparte) y convencido de que le va a pasar algo. Por eso se considera en peligro de extinción, y así se lo dice a cada naturalista con salacot y chaleco de bolsillos coronel tapioca que se encuentra. Más que en extinción lo que está es de los nervios.


Tiene una larga lengua prensil que no le cabe en la boca. No le saca el partido que debería.
Porque en el terreno amatorio el okapi pasa de ser desconfiado a ser cándido. En ningún momento sospecha de los dos cuernecillos que le salen de la frente.
En realidad, a todo el mundo le cae el bien el okapi, pero en cuanto te informas un poco se te cae el mito. A lo mejor ni es acojonante. Tal vez sea sólo majo. O simpático. Mira, le estoy cogiendo manía.

Le gusta:
- Mezclar tendencias
- Automedicarse
- El colacao calentito por la noche

No le gusta:
- Las aglomeraciones
- Los chicles
- Los blogs
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domingo, abril 06, 2008

M11S 11 - EXTREMO - Lionel Messi


La primera vez que oí hablar de un chico de 15 años que jugaba con los mayores y que era tan habilidoso como, apunten, argentino, menudo y zurdo, pensé en dos cosas: que podría quedarse en el camino como tantos otros, o bien triunfar y arrastrar toda su vida la losa de Diego Armando Maradona.
Por suerte para el fútbol me equivoqué.

Messi había llegado a Barcelona para someterse a un carísimo tratamiento hormonal que le ayudara a superar un enfermedad que afectaba a su crecimiento. Tenía, sin embargo, un don especial, una relación intima con la pelota que parecía inverosímil. A eso unió, superada su dolencia, una velocidad (sobre todo en la conducción del balón) increíble. Era un niño preparado para martirizar defensas y llegó Rijkaard, el entrenador de un Barça en estado de gracia, para darle una entrada moderada en un equipo hecho, que funcionaba como un reloj. Allí Messi, primero con cuentagotas, luego con caudal amazónico, empezó a desbordar laterales partiendo de la banda derecha, empezó a tirar diagonales mortíferas. Empezó a decidir partidos, su principal virtud.

El runrún existía, claro. 18 años, titular en el F.C.Barcelona, con una progresión a la que no se veía freno, tenía que volver a aparecer antes o después el nombre de Maradona. No es extraño, de todos modos, desde Ortega en el Mundial del 94, cada selección juvenil campeona del mundo añadía candidatos al cetro vacío. Gallardo, Aimar, Riquelme, Saviola, cualquiera era bautizado como el nuevo Maradona, el que volvería a llevar a la Selección Argentina a una final de la Copa del Mundo.
Una inoportuna lesion le privó de las semifinales y la final de la Champions League del 2006 y retrasó su puesta a punto para el Mundial de Alemania, su presentación en sociedad ante la aristocracia del fútbol. Temeroso, Pekerman, cometió un error aciago al no dejarle jugar ni un minuto en la eliminación frente a Alemania.

El año siguiente Messi emuló, añadiendo leña al fuego, el gol del Diego a Inglaterra con la famosa "mano de Dios" (que casi le da la liga) y el segundo, el de la "recorrida memorable" frente al Getafe (que casi le da la copa).
Pero Messi es diferente a su referente en el imaginario colectivo. El fútbol mismo se ha vuelto diferente. Dotado de una arrancada, un cambio de ritmo descomunal, conduce el balón cosido al pie, lo posee, lo acapara. Encara al defensor (muchas veces dos o tres jugadores pendientes de reducirle los espacios de huida) y le regatea, por dentro o por fuera, casi siempre el mismo regate, que el defensor espera, conoce, ha estudiado en vídeo, ha analizado toda la semana, y sin embargo, cuando se quiere dar cuenta, ya está superado, esa décima de segundo, el pestañeo, le ha tumbado como Ali hizo con Sonny Liston.

Nunca jugará como Maradona, pero en ese espacio que va entre los tres cuartos del campo hasta el gol es una pesadilla para el rival.
Queda por ver si la historia le tiene reservado un México 86 que le convierta en una leyenda. Tiempo al tiempo.



Votación de la encuesta:
1) Messi - 35%
2) Cristiano Ronaldo - 19%
3) Ibrahimovic, Robinho y Silva - 9 %

Ya está abierta la encuesta para votar al delantero centro (en la columna de la derecha).

viernes, abril 04, 2008

Por no callar Two (Pamela y eso)

Otra amenaza para la industria audiovisual de la pornografía es la baja definición (¿cómo? ¿primero el exceso y luego el defecto? sí, eso exactamente).


Cualquiera puede coger una cámara, convencer a alguien (o a un grupo), rodar unos minutos musicales...
Y lo mejor de todo, cualquiera puede distribuirlo por internet.

Sorprendidos, ¿eh?
Vosotros no lo sabíais pero internet puede utilizarse para difundir el porno por todos los confines del mundo (sin costosas producciones, sin latosos canales de distribución).

¿Quieres ver a dos humanos follando? Teclea: uvedobleuvedobleuvedoblepuntocualquierguarradapuntocom.
Y ya está.

¿Tienes un vídeo de tu escarceo galante con Concha Velasco? ¿te lo hiciste con Sánchez Dragó y tienes un testimonio en Betamax? Véndelo.
Primero fue Pamela Anderson con su exmarido el rockero (el que luego le pegaba, angelito). Cualquier celebrity que se precie tiene su vídeo robado: Jordan, Colin Farrell, Paris Hilton... empiezan a ser herramientas de autopromoción.

Yo quise grabar un vídeo de estos una vez. Quedó muy corto por lo visto (¿más de 30 segundos, estás de broma?).
Lo volví a intentar, pero no salió bien, sobre todo la parte de las carcajadas de la chica cuando me quité el slip ocean.
Así que os digo: el porno no es fácil, hay que valer. Pero no desesperéis, si queréis ser reyes por un día de internet, protagonizar uno de esos vídeo que van corriéndose de boca en boca por la red, no necesitáis nada que no tengáis ahora mismo entre manos.

El futuro del porno sois vosotros. No lo hagáis por mí, hacedlo por la humanidad. Muerte a la silicona, al negocio cerrado. Viva lo gratis, el bamboleo y el jpeg.
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jueves, abril 03, 2008

Por no callar (Blue-Ray killed the porn star)

Divago hoy sobre la industria (muy lucrativa, por cierto) de la pornografía.
Sí, eso que llaman pornografía. No creo que os suene.


Según la R.A.E. es un sustantivo femenino que define el carácter obsceno de obras literarias o artísticas, y también, por extensión, dichas obras.
Así es, amigos, lo queramos o no, el porno es cultura.

A falta de orgías de protección oficial, es la forma habitual de mostrarnos o de mirar a los demás, de verles comunicarse a otros niveles horizontales. La pornografía nace de la curiosidad, digo yo, aunque se vuelve un negocio por causa del deseo, o su versión insana y vital: el morbo. Como pasa con todo.
En la Academia de chimpancés no tenemos ese problema porque aquí todo se hace sin pudor, con luz y taquígrafos, a la vista de la manada, si no quieren verlo que se den la vuelta, mira nena, esos que nos aplauden son familia...

El caso es que esa otra familia lejana, la del porno cinematográfico, está preocupada. Su futuro como templo de ceremonias del sexo inalcanzable se tambalea por un concepto de un par de palabras:
Alta definición.

La enigmática belleza de la sexualidad humana (si eso es ideológicamente el porno, porque pa todo hay, que se hace cada basura...) vive mejor con cierta pátina de irrealidad. A la gente le gusta mirar, pero mirar por la cerradura de la puerta, no a un palmo de distancia, donde todas las imperfecciones naturales (y perfectamente aceptables en la vida real), los granitos, las cicatrices, los pelillos, se arriesgan a dar repelús. Y el repelús (salvo excepciones) no vende.

Actores y actrices corren a duplicar su ración de gimnasio o quirófano, ya no servirá un truco de iluminación o el maquillaje corporal. El hardcore peligra por su empeño absurdo en ser puramente visual (quizás su pobreza sensorial sea lo que más le aleja de algún público mayoritario femenino). Tan visual es, que ha caído sin darse cuenta en la trampa de serlo en exceso.

Me recuerda ese capítulo de "Friends" (1-2-3) en el que Joey y Chandler tienen acceso a un canal por cable de porno 24 horas y no se atreven a apagar la tele para no perderlo. Pero apagan la tele y allí sigue, llenando la mente de sucias fantasías, estampitas, cromos.
Cuando la imagen del sexo en pantalla sea tan real ya no querremos verla.
Nos faltarán el olfato, el oído, el gusto, el tacto.

La mejor solución para remediarlo: obviar lo enlatado y cocinarlo uno mismo. Convenced a alguien que (según vuestro gusto) aglutine las tres palabras clave, le invitáis a ver vuestra colección de papiroflexia, le dais un muerdo en dolby surround y lluego le insufláis ánimos.
Invitad, si queréis, a gente conocida a que lo vea y puntúe... pero a una cierta distancia y en silencio.

El porno no muere. Cerrad los ojos y lo veréis.
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miércoles, abril 02, 2008

deshumor


De verdad, se me está calcificando el sueño y la mala hostia.

¿No te lo crees?
Mira la rediosgrafía.

martes, abril 01, 2008

Los martes: CINECLUB - 78 - Taxi driver


Taxi driver - 1976 - Director: Martin Scorsese

Reparto:
· Robert De Niro (Travis Bickle)
· Cybill Shepherd (Betsy)
· Jodie Foster (Iris Steensman)
· Harvey Keitel

Guión: Paul Schrader
Música: Bernard Herrmann
Fotografía: Michael Chapman

Los días se suceden con monotonía, uno tras otro, ninguno de ellos se diferencia del anterior ni del siguiente, son como eslabones de una larga cadena, hasta que de repente surge el cambio.
Eso es "Taxi driver", el cambio, la irrupción de Scorsese (de nuevo Scorsese, una y otra vez), la reinterpretación de la narrativa audiovisual, la ciudad desde el taxi, llena de imágenes inolvidables.
Vuelvo a esta película cada cierto tiempo como un conjuro, pero no puedo hablar sólo unos párrafos y luego abandonar el tema. Lo que escriba hoy se quedará corto, no puedo evitar cierto pudor al hacerlo.

Empecemos por repartir méritos:
- La dirección superlativa.
- Bernard Herrmann aporta su genio. El creador de la inolvidable banda sonora de "Psicosis" se despide del cine con un saxofón hipnótico, desgarrador; por Dios, qué bueno. Falleció la noche en que terminó la partitura inmejorable.
- Paul Schrader firma un guión escrito con las entrañas, un escupitajo in crescendo, una maravilla, equilibrada y misteriosa.
- Y Robert De Niro borda una actuación perfecta, controlando cada gesto, domando su cuerpo para mayor gloria del método y de su inmenso talento (muy desaprovechado después, por cierto).

Travis Bickle, insomne, asocial, el antihéroe por excelencia, recorre una ciudad a la que juzga corrupta, una sociedad que exprime los discursos vacíos para esconder bajo la alfombra el germen de violencia que la habita, la violencia como parte de la cultura norteamericana.
Algún dia llegará una verdadera lluvia que limpiará las calles de esta escoria.
A pesar de la distancia, de la brecha, trata de tender puentes que se derrumban sin esperanza. El humo de las alcantarillas, la monotonía del taxi, el odio (y su anvés, el tedio).

Inolvidables escenas, desde el archifamoso are you talking to me? hasta el desbaratado final (o debería decir doble final). La prostituta adolescente (sorprendente Jodie Foster), su chulo barriobajero (otro del método, un jovencísimo Harvey Keitel), la cita con Betsy, tan peculiar, su desquiciamiento leve, progresivo, su charla con el guardaespaldas, el espejo, la noche.

Un clásico esencial, una obra de acabado mugriento y sólido, llena de belleza, del equilibrio de lo incontrolable. Una película para llevar a una isla desierta. Quizás porque nosotros mismos, con nuestras buenas intenciones, nuestras neuras y nuestros bajos instintos, ya somos esa isla.
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C(i)elos


La rabia de los celos sólo puede compararse con la del celibato.

Y con algunas clases de escozor.
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