domingo, diciembre 31, 2006

Recapitulario


Si teníamos un año (2006), le sumamos uno nuevo (2007) y le restamos el antiguo (2006). ¿Qué nos queda? Está claro, el año nuevo (2007).

Una más difícil: si ponemos en un cóctel el día 31 de diciembre, algo de resaca de ayer (cena, exaltación de la amistad y otros excesos), mi afán por las listas, la moda y la costumbre de hacer anuarios... ¿qué nos queda? Un post revival.

HombreRevenido no es un ídolo. HombreRevenido no es Supereñe. HombreRevenido tiene una máquina de escribir entre las piernas. HombreRevenido es un subproducto de la televisión educativa. HombreRevenido es la evolución profética del primate.

HombreRevenido es un mono que tiene sus razones, es creador-espectador a la manera de los demonios con cuernos, ama a los animalillos, el cine, la juerga, la aventura.
HombreRevenido piensa en alto, y es por ello un agitador, a veces en crisis, a veces vital. Unos días malpensado, otros tierno. Siempre apasionado, sexual, solitario. ¿Contradictorio?.

Nunca olvides que eres un mono (repítase como un mantra)
Brindo por vosotros, me está encantando esto de escribiros todos los días, y lo haré hasta que no me quede ni un lector, ni siquiera los despistadillos de google. En el fondo las palabras y los textos que yo elija no serán los que me definan, muy a mi pesar. Al final lo único que no puede nombrarse en este blog, en esta adivinanza es... la respuesta auténtica al acertijo.
Hasta el año que viene, majos.

sábado, diciembre 30, 2006

No te adaptes a la acera


Menudo día ayer. Trabajo y oración para cerrar el año. Me quedo con una frase de mi primo Perkins, que es un pájaro consultor de cuidao:

"Pues el viernes de antes de fin de año solamente trabajé hasta las 2.
- Mira, qué suerte, y luego toda la tarde pa ti
".

Dicho a las 2 de la mañana y tras una de las reuniones de cierre del año tiene guasa, ¿no?.
En fin, este mono se piensa relajar un poco para ver marcharse el año.

Be water of Valencia. O mejor:

Sé tinto, my friend

jueves, diciembre 28, 2006

Negro oscuro



Lo que viene ahora es muy serio, así que nada de tomárselo a coña, pese a ser hoy el día que es.
Me enteré hace unos días de un tema preocupante, un tema que va a poner del revés nuestra infancia (tempus fugit).

Contaban en Por un puñado de posts una noticia turbadora, Ibáñez, el prócer de la viñeta, el apolo del retruécano, el mago de la persecución y los señores con bigote (con cara de hotentote), tenía un negro que le ayudaba a crear sus álbumes.

Leed, leed el enlace.

Por lo visto el tipo en cuestión se largó de la editorial con bastantes malas pulgas, y lo pagó creando una "historieta" singular, no apta para estómagos inocentes.

Portada - Página 2 - Página 3 - Página 4


Impresiona.

Santos Inocentes (por decir algo)

Esto tiene que ser una broma, si no nadie se lo explica...



Esto tiene que ser una broma...



Esto tiene...



Pues eso.

miércoles, diciembre 27, 2006

Luces

Vamos a ver, que me lo expliquen. ¿Dónde están los buenos sentimientos propios del solsticio? Cómo se puede ser ten cabrón, no lo entiendo. Manifiesto mi más profunda indignación por el acto vandálico que ha dejado el retrovisor derecho de mi coche hecho un Miró. Sin embargo hoy, a pesar del agotamiento mental del trabajo, tengo el páncreas blandito y le perdono, claro que sí, os perdono a todos. Me perdono a mí mismo, incluso.



Bromas a parte (porque yo no debería quejarme), me quedo con palabras de Nacho:

Quien pasee estos días por los Porches de Galicia (Huesca) podrá contemplar unas cuantas fotografías de niños de la India, Kenia, Tanzania, Paraguay, Etiopía y Perú, , fruto de las experiencias vividas en primera persona por colaboradores de la recientemente creada ONG oscense ENTARACHÉN-VOLS (enta ra chén = hacia la gente).

Las citadas fotografías forman parte del calendario "Sonrisas rasgadas" que esta organización ha editado con el fin de recaudar fondos para la misión de Mekanissa, en Addis Abeba (Etiopía), donde se encuentra la voluntaria oscense Teresa López Aznárez. Con el mismo fin se desarrollará también la campaña "Luces por Etiopía" en la plaza Concepción Arenal.

Reconfortante. ¿Por qué será que ya no me interesa tanto el retrovisor de mi coche?
Podría divagar sobre la pobreza, sus causas, la auténtica miseria moral del ser humano que permite que ocurra, pero sólo sería una forma de sentirme encantado de conocerme, un ejercicio de masturbación recreativa. Otro día, lo sé, no podré resistir la tentación (no seré yo quien niegue el pensamiento o mi propia vanidad), pero hoy prefiero hacerme eco, sin más, de esta iniciativa. Vosotros veréis.

Otra propuesta.

martes, diciembre 26, 2006

Los martes: CINECLUB - 30 - 24 hour party people


24 hour party people - 2002 - Director: Michael Winterbottom

Reparto:
· Steve Coogan (Tony Wilson)
· Shirley Henderson (Lindsay Wilson)
· Paddy Considine (Rob Gretton)
· Sean Harris

Guión: Frank Cottrell Boyce
Fotografía: Robby Müller

El 4 de julio de 1976 los Sex Pistols tocan en Manchester por primera vez, sólo hay 42 personas en el local. Una de ellas es Tony Wilson, reportero de Granada Televisión, hilo conductor de la trama, convertido luego en promotor musical. Él mismo lo dice: Soy un personaje secundario en mi propia historia; esta es una película sobre la música. En la sala también vemos a Mick Hucknall (Simply Red), los Joy Division, el excéntrico productor Martin Hannett. La ciudad está a punto de explotar como centro creativo mundial. A ese concierto le sucederán más momentos memorables, recreados ante nuestros ojos de forma fascinante. Todo es caótico y descontrolado, con lo que eso nos gusta.

El 21 de mayo de 1982 se inaugura la Hacienda, otro hito más en el empeño de Tony Wilson por perpetuar la leyenda. Antes hemos podido ver morir a Ian Curtis, cantante de Joy Division (desde entonces New Order). Hemos visto (vivido si me apuran) el ascenso de los Happy Mondays. Nos queda el último escalón del camino, la explosión de la nueva fiesta, el nacimiento de la cultura rave, el ascenso del DJ como icono, las nuevas drogas, la beatificación del ritmo, todos vinieron a la Hacienda, la nueva catedral.
Hasta el hombre blanco baila, espeta sarcástico ese personaje medio tarado, medio visionario, que interpreta de forma soberbia Steve Coogan.

Desde el mendigo-Boecio (los mejores tiempos, al igual que los peores, siempre pasan) hasta el envenenamiento masivo de palomas, todo está impregnado de un humor delirante, surrealista. Es posible que no todo pasara exactamente así, pero preferimos la leyenda. Sobre todo porque Winerbottom nos obsequia a cambio con la autenticidad, entre la ironía y la rabia. Trepidante y genial, repleta de nombres y de grandes canciones. Una película con tantos guiños y complicidad… que me pone celoso pensar que la veréis.

Estampas navideñas

Cuando la Navidad se pasa, queda flotando ese olorcillo desagradable a vela revenida.
La Navidad es mala época para los langostinos o los chimpancés del circo. Nos devora. ¿Qué hago trabajando a estas horas? ¿haré algún día los mil abdominales que me debo?

domingo, diciembre 24, 2006

Animales Acojonantes (12) - LA MUSARAÑA


La musaraña es un mamífero insectívoro (por decir algo) aunque, en el fondo, ni ella misma lo sabe. Como su vista es pobre, su tacto es rico, y la naturaleza la ha dotado de un hocico alargado hipersensible con el que husmea en busca de alimento.
Poseedora de una singular anatomía ósea, puede meterse por cualquier resquicio, ser pisada por un animal 10.000 veces mayor (un orangután, por ejemplo) y salir ilesa. Lo que le sirve para coger el metro en hora punta y hacer castellers.

En un alarde de precocidad, la musaraña alcanza su madurez sexual a los 3 meses de abandonar el nido. Entonces las hembras empiezan a leer la revista “Vale”, salen por la noche y se las comen los mochuelos. A los machos también se les nota en seguida, y suele ser su profesora de sociales la que no tarda en avisar: “os pasáis el día pensando en las musarañas”, y suena a frase hecha, pero es una verdad como un templo. Por eso ninguna musaraña consigue acabar FP.


Sus necesidades metabólicas son altísimas. Se calcula que han de consumir diariamente la mitad de su peso en alimentos, e incluso hay especies de musarañas que pueden morir si pasan 4 horas sin comer. No tienen, por tanto, períodos de hibernación. Nadan, trepan, no paran quietas, y presumen de no valerse para ello de estupefacientes. Aunque los 1.200 latidos por minuto de su minúsculo corazón dan que pensar.

Le gusta:
- Los rincones oscuros
- Los chistes de ratones y elefantes
- Inventarse la letra de las canciones

No le gusta:
- Las colas en los restaurantes, las discotecas...
- Que le digan que se calme
- Cómo le quedan las gafas de sol

sábado, diciembre 23, 2006

Impulsos clónicos



Las Navidades (ups, ya lo he dicho, yo que quería hacerme el descreído despistado) son una época de reencuentros, de días festivos (en mi caso lo digo irónicamente) y de euforia etílica, sólo comparable al frío de las calles, o quizás por su causa.

El primer día de las alcoholidays, lo sabe cualquiera, es el viernes prenavideño. Así fue la cosa, la resaca que ostento ostentoso no ha sido fruto de la casualidad. Menudo plan maquiavélico: cena, risas, conversaciones a voz en grito, barísmo (Cubitos) y lo dicho anteriormente: reencuentros, despreocupación, euforia...

Viene esta reflexión (por llamarlo de algún modo) al hilo de que este día siempre es igual. Y por Dios, que no cambie.

viernes, diciembre 22, 2006

Ooooooops



Día de loterías, de electricidad estática y de cenas. Pero también del Orgasmo Global.

¿Puede la energía sexual, el magma, sellar los resquicios del corazón de la humanidad? Si no lo intentamos, nunca lo sabremos. Hace unos minutos ha concluido la cuenta atrás de tan curiosa iniciativa.
It's Big O time.

O... como ¡oh! ¡oh!... como Wooooowww... como OOOOOMMMMM...

Contribuye en solitario, en pareja, en trío, en cuarteto, en orfeón, en multitud.
Córrete por la paz.
Acaricia las conciencias.
Convulsiónate por un mundo más justo.

jueves, diciembre 21, 2006

Elección (con L de autoescuela)


Puedo hablar de fútbol, de cine, de sexo, de zoología, de metafísica, de nada. Todos son temas apasionantes, con públicos diversos. Pero hay un tema que interesa a todo el mundo. Porque es algo que está en cada paso que damos, en casa, en la calle, en el trabajo, en las relaciones personales, en las transacciones comerciales, en el sentimiento religioso, en la sutil naturaleza.

Es la seducción. Ese tema cautiva a la humanidad, a mí al que más (aunque no se me luzca, o quizás por eso). Voy a intentar acercarme a él a partir de hoy.

Empezaré por una frase de Milan Kundera en su novela "La lentitud".

"Ser elegido es una noción teórica que quiere decir: sin mérito alguno, mediante un veredicto sobrenatural, mediante una voluntad libre, cuando no caprichosa, de Dios, se es elegido para algo excepcional y extraordinario. De esta convicción han sacado los santos la fuerza para soportar los suplicios más atroces. Las nociones teológicas se reflejan, como su propia parodia, en la trivialidad de nuestras vidas; cada uno de nosotros sufre (más o menos) con la bajeza de su vida demasiado corriente y desea huir de ella y elevarse. Cada uno de nosotros ha conocido la ilusión (más o menos fuerte) de ser digno de esa elevación, de estar predestinado y ser elegido para ella.
El sentimiento de haber sido elegido está presente, por ejemplo, en cualquier relación amorosa. Porque el amor, por definición, es un regalo no merecido; ser amado sin mérito es incluso la prueba de un amor verdadero. Si una mujer me dice: te quiero porque eres inteligente, porque eres honrado, porque me compras regalos, porque no vas con mujeres, porque lavas los platos, me decepciona; ese amor tiene todo el aspecto de ser algo interesado. Cuánto más hermoso es oír: estoy loca por ti aunque no seas inteligente, ni honrado, aunque seas mentiroso, egoísta y sinvergüenza".

miércoles, diciembre 20, 2006

Tiempo que se convirtió en ceniza


Por cierto, no sé qué hago pero el tiempo se me pasa volando. Hace casi 20 días que os conté que el campeón mundial de ajedrez y parchís, el muy honorable Vladimir Kramnik, ruso de los de antes, disputaba el tradicional pique hombre-máquina. Pues bien, se me olvidó contar que ganó la máquina con absoluta claridad (4-2).

En el clima psicótico de la actualidad (espías envenenados incluidos) no han parado de llover las reacciones. Sergei Myinkov, presidente de la federación bielorrusa sorprendió a los medios de comunicación durante la comunión de su sobrina afirmando que dentro del ordenador había un "enano con un walkie-talkie". Los creadores de Deep Fritz elevaron una protesta. Tan alta dejaron la protesta que nadie ha podido leerla todavía. De lo que se deducen tres cosas: la primera, que el vodka de Bielorrusia gusta más que aquí. Segunda, que las máquinas pueden ganarnos al ajedrez pero nosotros podemos desconectarlas (de momento). Y tercera, que lo que era una información seria sobre un tema apasionante, tres semanas después se ha convertido en una noticia intrascendente que no le importa a nadie.

El tiempo. Menudo tema el tiempo.
Le preguntaron a San Agustín un día que si sabía qué cosa era el tiempo. Respondió: "¿el tiempo? si no me lo preguntan lo sé, si me lo preguntan lo ignoro".
Eso les pasa por preguntar al primero que pasa.
La verdad es que o trabajo demasiado o las horas pasan muy rápido. Así no nos llevaremos bien, universo.

(Uni-verso, como el título)

La música amansa a las fieras


Por cierto, en www.aragonmusical.com se han convocado los premios de la música aragonesa, con categorías exóticas y formulario extraño. Ya sé que en el apartado de mejor Web relacionada con el panorama musical aragonés os gustaría votarme a mí, como cuando en el colegio votabais al delegado en plan cabrón, pero vamos, por una vez seamos justos y hagamos el favor de votar al Capitán Lillo.


Votad, camaradas: ¿Ande? AQUÍ

Células

Por cierto, en la película de ayer, si se tiene suficiente paciencia como para aguantar los títulos de crédito hasta el final, se puede leer esto (procedente directamente del guión de Donald Kaufman, el hermano gemelo):

"Todos somos el mismo, inspector. Es la conclusión a la que he llegado. Como las células del cuerpo, sólo que no vemos el cuerpo, así como los peces no ven el mar. Y nos envidiamos, nos hacemos daño, nos odiamos. ¡Qué estupidez! Una célula del corazón odiando a una célula de un pulmón"
Cassier en "LOS TRES"

martes, diciembre 19, 2006

Los martes: CINECLUB - 29 - Adaptation (el ladrón de orquídeas)


Adaptation - 2002 - Director: Spike Jonze

Reparto:
· Nicolas Cage (Charlie Kaufman / Donald Kaufman)
· Meryl Streep (Susan Orlean)
· Chris Cooper (John Laroche)
· Tilda Swinton

Guión: Charlie Kaufman (inspirado por el libro de Susan Orlean)
Música: Carter Burwell

Tengo que dar un giro a mi vida. Charlie Kaufman, guionista de "Cómo ser John Malkovich" se encuentra ante el encargo de adaptar un libro para el cine. Suda, tiembla, como cada vez que se enfrenta a sí mismo, autofágico, dubitativo. No quiero que vaya de sexo, ni de tiros, ni de persecuciones de coches, ni de personajes que aprendan grandes lecciones de la vida o que lleguen a quererse uno a otro, o a superar obstáculos y que triunfen al final. No sé, el libro no es así, y la vida tampoco.

Si quieren encontrarse de lleno con la paradoja del genio creador, asómense a esta película... no, mejor olvidemos este camino narrativo por obvio. Hablemos de la orquídea fantasma y de Laroche. A Laroche le apasionaban las orquídeas, pero llegué a la conclusión de que le apasionaba la dificultad para conseguirlas tanto como las propias orquídeas, relata el libro de Susan Orlean, periodista del New Yorker. Continúa más tarde: , quiero saber lo que se experimenta al sentir tanta pasión por algo. Sí, quizás sea eso, no es una película sobre un guionista, su hermano gemelo, una escritora, un furtivo, sólo es una película sobre la pasión.

Pero no, no, la película no es así. La película trata sobre debilidades: la neurosis de Charlie, la simpleza de Donald, el cinismo de Susan, los delirios de Laroche... o quizás se ocupa de cómo intentan encontrar su lugar en el mundo. ¿Quizás? ¿esa es la única conclusión, un "quizás"? ¿pero quién escribe aquí? ¿me he vuelto un pusilánime o resulta que no entiendo nada? Aunque tendría que estar todo clarísimo, Charlie es nada menos que el guionista de la película, y Susan la autora del libro en el que se basa la misma. Y la orquídea... es una simple flor. Evolución, adaptación, el cine como un lenguaje que se retroalimenta y, a veces, se devora a sí mismo.
Menos mal que todavía me queda el final.

Importa el conflicto, la decepción, pero más cómo nos adaptamos al conflicto, cómo evolucionamos tras la decepción, hasta encontrar eso que nos falta. La droga de la fascinación, qué obvio de nuevo, eso es lo que esconde la orquídea fantasma. Las grandes frases están allí para que las cojas: Uno es lo que ama, no lo que le ama. Está en nosotros adaptarnos y acabar como termina cualquier héroe que se preste (un Bruce Willis al uso), apoyado en el coche de policía, entre sirenas, con una manta sobre los hombros, frente a una humeante taza de café.
Ya tenemos el final de siempre, la moralina de siempre... como realmente nos gusta.

lunes, diciembre 18, 2006

Yo sí que soy un selvático animal




Día radiante el de hoy. Trabajo, oración, algún salmo a voz en grito. Es lo que tenemos aquí en el Opus Dei, que hacemos de cada mañana de lunes una fiesta.
Entonaba algunas canciones litúrgicas y pensaba en el blues, el canto descarnado de la esclavitud. Igualito.
Así, entretenido en mis labores, digno como el hombre serio que soy, he empezado a cantar ese tema tan bueno:

Do, es trato de varón
Re, selvático animal
Mi, denota posesión
Fa, es lejos en inglés
Sol, caliente esfera es
La, al nombre es anterior
Si, asentimiento es
y con esto vuelve el do, do, do, do

(silencio)

A ver, a ver, a ver, un momento. ¿Re, selvático animal?
Bien, es asombroso, lo había pensado otras veces, qué curioso, cómo traducían antes, qué cosas, no pasa nada, ya está San Google para sacarme de dudas, resolveré este entuerto y podré volver al trabajo (por cierto, hermosa mañana).
Pues resulta que no he conseguido encontrar ningún lugar en el que expliquen qué es un RE. Seguramente será un animal acojonante, pero ¿alguien lo ha visto?. Puede pareceros una preocupación banal, e incluso creeréis que no he buscado bien, pero esta es la duda que me asalta y de la que os hago partícipes. ¿Puede alguien aportar una pista? Se recompensará.

Eso sí, en mis búsquedas he encontrado la versión de dicha traducción para Venezuela. Decía así:

Do, un don un gran señor
Re, un reno encantador
Mi, tu amor es para mí
Fa, es fácil recordar
Sol, que brilla y da calor
La, cantando tra-la-la
Si, es una afirmación
Y volvemos a empezar, zar, zar, zar...

No me decanto por ninguna de las dos. Ambas son pegadizas, como el ácido clorhídrico. Aunque si tuviera que ver alguna de las dos versiones vería la segunda, claro, que allá se tituló "La novicia rebelde". Mmmmm...

Eugenio Salvador Gaviota



Es lunes, hace frío, y aprovechando que me acompañáis aquí junto a la lumbre os tengo que confesar una cosa. No soporto a Dalí. Es un pintor hueco, vacío, un decorador de interiores que no ha aportado nada a la historia del arte.

Y por cierto, no se llama Eugenio, eso fue un juego de palabras de José María Cano. Cada vez quedan menos genios y menos lámparas. Aunque no hace falta ser un-genio para darse cuenta.

sábado, diciembre 16, 2006

Cenas de empresa y tradición


La "cena de empresa" es uno de esos temas que se adaptan al formato blogístico como anillo al dedo. Como es sábado y tengo el cerebro en stand-by, sucumbiré a la tentación de dar mi opinión. Es justo y necesario.

Pero me gustaría explicaros, jóvenes primates, que el concepto es muy antiguo. Y todo todo todo está en los libros polvorientos. Sin ir más lejos, a mi entender, la Última Cena fue la primera cena de empresa como Dios manda; además sucedió en un momento de tensión notable, crisis, disidencias, cambios directivos, etcétera. Echemos un vistazo a lo que os cuento, para que veáis que no hablo por hablar (al menos esta vez).

Es importante elegir bien el sitio...
en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta (...)
(Mc 14, 15)

No hay una cena de empresa que se precie sin indirectas ni sobreentendidos...
"El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos."
(Jn 13, 10)

Y sin cierta desconfianza y mal rollo...
Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba.
(Jn 13, 22)

Las antiguas rencillas llevan a discutir por la cosa más tonta...
Entre ellos hubo también un altercado sobre quién de ellos parecía ser el mayor.
(Lc 22, 24)

Lo que no falta nunca es el típico pelota, y detrás del pelota, van al unísono los demás...
Pedro le dijo: "Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré". Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
(Mt 26, 35)

El jefecillo, haciéndose el importante, suele decir unas palabras, a veces sinceras y duras...
Y mientras estaban comiendo, dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará, uno que come conmigo".
(Mc 14, 18)

Aunque nunca se olvide de dar coba a sus empleados...
"Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas"
(Lc 22, 28)

Si no fuera por el alcohol el ambiente sería irrespirable, y eso se sabe...
Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: "Tomad esto y repartidlo entre vosotros (...)
(Lc 22, 17)

Y la cena no acaba con el postre, hay que seguir, ir a otro garito...
Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.
(Mt, 26, 30)

Uno suele llevar el bote...
Como Judas tenía la bolsa (...)
(Jn 13, 29)

Y el jefe, temiéndose lo peor, avisa...
Entonces Jesús les dijo: "Esta misma noche, ustedes se van a escandalizar a causa de mí".
(Mt 26, 31)

Lo típico: no suelo beber, no estoy acostumbrado...
"aparta de mí este cáliz"
(Lc 22, 42)

Y ya sabemos lo que sigue, muerte y resurrección. Y hasta el año que viene, si la empresa continúa.
Amén.

viernes, diciembre 15, 2006

La lectura es cultura

Hoy es viernes. Y este finde por fin voy a descansar. ¡Por fin! ¡Por fin! ¡Por fin! Se entiende ¿no? pues sigo un poco más y paro. ¡Por fin! ¡Por fin! ¡Por fin! Ya. Uff. Vale. No, uno más. ¡Por fin!


Curiosa campaña publicitaria la de la foto ¿verdad?
Haz como ellos: LEE.

Academia de Chimpancés: Gratis, rápido y técnico.

jueves, diciembre 14, 2006

Gratis total


Hoy he visto una cosa singular por las calles. Bueno, pensándolo bien no es tan singular, es una de las patologías clásicas del homo sapiens, una palabra, un concepto sembrando el desconcierto en la existencia. ¿De qué hablo? ¿amor? ¿Dios? ¿pasión? ¿misterio? No, señoría, la palabra es "gratis".

Una mujer se ha jugado la vida cruzando dos veces la calle para conseguir dos periódicos gratuitos. Se ha jugado la vida, literal. Como ya me habían informado, en la plaza Navarra se apostan dos jovenzuelos repartiendo "ADN" y "Metro", creo. Deben de empezar a las 8 y media, no estoy seguro, pero lo que si parece claro es que antes de las 9, con el trajín de viandantes, se acaban. La señora, consciente de ese riesgo, ha cruzado la calle temerariamente en dos ocasiones, corriendo un serio peligro de espachurramiento en ambas intentonas. Ella, todo lo digna que el sobrealiento y los tacones se lo han permitido, ha respirado aliviada cuando ha tenido los dos ejemplares en sus manos. No ha celebrado conservar la vida (a estas alturas un hecho cotidiano), sólo ha esbozado una mueca de orgullo, lo conseguí, soy la mejor, desafié al universo, leeré gratis.
Un razonamiento colateral me hace pensar que si se ha puesto en riesgo es porque luego su trabajo carece del mismo. La he imaginado notaria o funcionaria, o alguien así, sin apego a la vida. Pero pensemos un poco, ¿no somos todos un poco asín? Y aquí es donde aparece el resplandor lírico, lo anterior era un folletín prosaico al alcance de cualquiera.

Lo dicho, todos hemos visto avalanchas cuando a algún colectivo reivindicante (o reivindicador) se le ocurre regalar algo. En mi colegio había tumulto cuando daban chocolate con churros, y en el IMSERSO los ancianos relatan orgullosos cuántos trozos de longaniza, patatas asadas o lo que sea han conseguido aglutinar en su madriguera tras cualquier fiesta local.
A ver, reflexionemos, ¿pero no nos habían dicho siempre que lo que nos atraía de verdad, lo que nos hacía ser insensatos, temerarios, era lo prohibido?

A mí no me ha molestado que esa señora arriesgara su vida por dos miserables periódicos. Si la nombro es por su irresponsabilidad al correr, acalorarse y respirar más rápido. Ese oxígeno es gratis, claro, pero en parte es mío, zorra con sobrealiento.


En el anvés, la iniciativa de Juan Mann, que cuenta ya con cientos de seguidores en el mundo, la Free Hugs Campaign. Abrazos gratis. Abraza a alguien. Cerca. Lejos. De pensamiento, palabra, obra u omisión. Es gratis. Por tu abrazo, y el tuyo, y el tuyo, y el tuyo... sí que merece la pena jugarse la vida.

miércoles, diciembre 13, 2006

Una buena oportunidad para expresarse


Amiguitos, hay un tema que me interesa mucho, y es el tema de los bares.

Me cabrea que los cierren tan pronto, así de claro. Me cabrea que no haya solución, que los bares se cierren a las 4 y media.... ¡y punto!, porque lo digo yo, porque hay una ley, porque pobre gente que no puede dormir, porque qué hacéis hasta las tantas. Con la buena voluntad de todos se podría conseguir que los bares no molestaran a los vecinos, que la gente no sacara vídrios a la calle, que no dejara las puertas abiertas, que no gritara en la calle.

Sin embargo se promueven otro tipo de establecimientos en los polígonos industriales. Se hace la vista gorda a sus irregularidades con sospechosa ceguera. Sin contar los riesgos de conducir... en fin, que a veces, en mi opinión, es peor el remedio que la enfermedad.

Y es esa es mi humilde opinión, pero la he podido expresar en la encuesta que plantea Radio Huesca (tal como se entra, abajo a la derecha) y me he quedado más tranquilo.

¿Es una buena idea desplazar la "marcha" nocturna a los polígonos industriales?

Yo digo: NO

martes, diciembre 12, 2006

Los martes: CINECLUB - 28 - Tarzán de los monos


Tarzan, the Ape Man - 1932 - Director: W.S. van Dyke

Reparto:
· Johnny Weissmuller (Tarzán)
· Maureen O'Sullivan (Jane)
· Neil Hamilton (Harry Holt)
· Chita

Guión: Ivor Novello (basado en la novela de Edgar Rice Burroughs)
Fotografía: Harold Rosson y Clyde De Vinna

El cine en blanco y negro se colaba en nuestras vidas cada sábado por la tarde, que nadie me lo niegue ahora. Si se anunciaba una de Tarzán, no sólo era cine, era mucho más, era una revuelta interior, transmitida por el retumbar de los tam-tam de las selvas recónditas. Yo, con la dignidad impostada que esta tribuna me confiere, pregunto: ¿era posible una película mejor que esta para un sábado tarde, para inspirar luego viajes imaginarios, fantasías y juegos?
Bueno, cuando hablo de fantasías me refiero a fantasías de niños, aunque más de uno y una recordará los cuerpos de Johnny Weissmuller, Maureen O'Sullivan o Chita como una inexplicable erupción de erotismo. Así de sutiles nos convirtió la represión.

Esta película marcó un antes y un después en el mito. El carisma de los dos protagonistas nunca será superado. Ese Tarzán sí que alcanzaba el ideal indómito del arquetipo literario. Weissmuller fue un nadador victorioso, 5 oros olímpicos, 67 récords mundiales (sin necesidad de la cámara rápida), y seguramente no fingía (ejem) su ímpetu auténtico que le hacía triunfar en sus combates a brazo partido con cocodrilos, leones y demás fieras salvajes (profesores de E.G.B. o catequistas, imaginaba entonces).
El número de antecesores y secuelas es incontable, incluidos títulos tan asombrosos como: "El romance de Tarzán" (1918), "Tarzán el temerario" (1933), "Tarzán y los dioses verdes" (1938), "Las aventuras del Tarzán chino" (1940), "Tarzán y la sirena" (1948), "Tarzán en Estambul" (qué se le habría perdido allí en 1952), "Tansan contra Tarzán" (1963) o la sospechosa "Tarzán y el arco iris" (1972). Además de series de televisión y todas las versiones X que se os ocurran.

Tarzán (un moderno Rómulo-y-Remo, criado por monos, menuda novedad) era el hombre asilvestrado que todos conocíamos de vista (de algún rincón recóndito de las propias entrañas). Su grito es atávico, universal. Ese "qué voooooy" o "yeeeeeaaaaahhhh" irresistible como un hit veraniego. Tarzán hablaba claro (por fin un poco de cultura), Yo Tarzán, tú Jane. No había posibilidad de equívocos. Qué importancia podía tener un poco de racismo colonial, a fin de cuentas era una película de aventuras.

Ah, y seguro que todos vosotros, por lo bajini, hace un momento, habéis intentado entonar el grito de Tarzán. Vamos, si os conoceré...

Hombre Roncha




Soy el Cara Escombro
el Hombre Roncha
la mala leche
la mala hostia en persona...


Así empieza una canción de O'funk'illo que llevo rumiando las últimas horas.
Y no es para menos, ando hecho una piltrafilla por una enfermedad de transmisión social que se llama: trabajo. Pero al menos estoy satisfecho, recién asumidos los rigores del invierno he sacado lo mejor de mí mismo, hasta quedarme vacío como un sorbete de sesos de mono envasado al vacío.

Me siento atontado como si llevara 30 horas metido en una probeta de chinchimina, pero voy mejorando. Me duelen el 80% de los músculos de la espalda (¿hay una masajista en la sala?) y tengo la cara igual que el mapa de la Commonwealth.

Ahora reposo, una peli y un deseo ferviente: nunca más un Puente de la Prostitución y la Purísima con tanto curro.

Abrigaos, criaturas.

lunes, diciembre 11, 2006

Sábato y la soledad


A veces volvía a ser piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad.

Fragmento de "El túnel" de Ernesto Sábato, un grande.

sábado, diciembre 09, 2006

Cortocircuito


Se me revientan los botones del pantalón de la paciencia. Me reencuentro conmigo mismo, que es la cicuta azucarada y el electroshock. Se puede ganar y se puede perder. Sé que gano mi temple y mi testosterona. Sé que pierdo la tinta de calamar (y pierdo esa otra cosa que nunca nombro aquí).

Se me escapa la sombra como a Peter Plan, ese aprendiz de perdedor.



(In the time of chimpanzees
I was a monkey...)

jueves, diciembre 07, 2006

Animales Acojonantes (11) - EL TARSERO


El tarsero es un pequeño mono colgao, que vive en los bosques y lleva el concepto de primate atípico a niveles nunca vistos.
En principio, que un mono sea más pequeño que una rata ya da que pensar, pero es que hay que verlo. No es de extrañar que en alguna de las regiones que habitan los consideren de origen diabólico.

El tarsero tiene la cabeza gorda (cerebro espacioso dicen ellos), ojos grandes (dos, que parecen seis), manos con ventosas y cola larga (de 13 a 27 cm). Tiene hábitos nocturnos y se mueve con cautela para evitar a los tigres, sus principales depredadores, que no sólo los devoran sino que (grrrrooooaaarrr, ¡hostia!) les dan unos sustos que ni te cuento.
Se alimenta principalmente de grillos, ranas o arroz con grillos y ranas.


Si hay una característica que defina por encima de todo al tarsero no es su capacidad de trepar y saltar (típica entre los primates), es su afán desmedido de libertad (libertinaje dirán algunos retrógrados). Cuando están en peligro, son capturados o piensan en una hipoteca, experimentan brotes de estrés que les pueden llevar a enfermar, lastimarse o incluso matarse. Ya lo dice el propio tarsero: "mira, yo soy así".

Le gusta:
- Asombrarse varias veces al día
- La diversidad (surtidos cuétara, por ejemplo)
- El software libre

No le gusta:
- Los horarios de cierre de los bares
- La leche desnatada
- Que le llamen al móvil con número oculto

Sueños

¿Y si durmieras?, ¿y si en tu sueño soñaras?. ¿Y si soñaras que ibas al Cielo y allí recogías una extraña y hermosa flor? ¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano? Ah, ¿entonces qué?

miércoles, diciembre 06, 2006

Puente colgante (o colgado)


Ayer fue un día atípico. Mientras todo el mundo celebraba el megapuente, yo celebraba que trabajaría un poco menos estos días. Al final todo es cuestión de matices.

Por mi intuición natural (o animal) ya sabía que me iba a emborrachar. De todos modos, tampoco era difícil de imaginar. Nos apostamos en el Cubitos y dejamos pasar la noche lluviosa en charla amigable, cubata va, cubata viene. Vi a la Empanadilla, recién planchada. Me encontré con gente, brindé, compartí decisiones, disgustos, confidencias, ilusiones, carcajadas. Incluso una chica (bastante guapa, todo hay que decirlo) me dijo: "tú eres Hombre Revenido" y me habló de mi disfraz de insecto de carnaval (todo muy raro). Y así andaba, cegado como un conejo con el resplandor de los faros de un coche, desequilibrado por la luna y el repoker de güisquis, liberado de anteriores noches de trabajo y preocupación. A esas alturas de la noche, un cordero con piel de cordero.

Lo que vino después entrará en la leyenda. ¡¡¡No me dejaron entrar en el Rincón Musical!!! Me disponía a entrar por primera vez en la vida y un señor amable (por decir algo) dijo que no, que no se podía pasar, que estaba llenísimo a reventar (Huesca la nuit), que a tomar po'l culo de ahí.

Pensativo me marché a mi casa. Más que suficiente, reflexioné yo solito. Notable.

martes, diciembre 05, 2006

Los martes: CINECLUB -27 - El gran Lebowski


The big Lebowski - 1998 - Director: Joel y Ethan Coen

Reparto:
· Jeff Bridges ("El Nota")
· John Goodman (Walter Sobchak)
· Julianne Moore (Mude)
· Steve Buscemi

Guión: Joel y Ethan Coen
Música: Carter Burwell

"El Nota" es un tipo pacífico, posiblemente el hombre más vago del mundo libre, fumador de hierba, desaliñado, todo un personaje. Quizás esta historia sea sólo eso, una galería de estrambóticos personajes haciendo de sí mismos. Quizás no sea un guión magnífico, sólo una recreación meticulosa (basada en la simple observación sin mérito) de los absurdos cotidianos. De todos modos, mientras no se demuestren dichas conjeturas, no nos queda más remedio que aplaudir a los hermanos Coen, capaces de reinventarse sin perder la frescura. La historia de un secuestro (muy "Fargo") se entreteje con una partida de bolos (la semifinal de la liga, nada menos).

Cuando dos matones se mean en la alfombra de "El Nota", confundiéndolo con un rico empresario del mismo nombre, se desencadena esta comedia pausada como su protagonista, oscura como sus creadores y enloquecidamente canalla como nosotros. No miente "El Nota" cuando resume el conflicto: Esa alfombra daba ambiente a la habitación, la ironía y el absurdo nos hacen sonreír, pero con un deje familiar. Curiosa mezcla entre intrascendencia y brillantez.

La película está llena de momentos gloriosos. Yo destaco la aparición de Jesús, el chulo hispano de bolera. Mejor que lo veáis (link). Turturro, los Gipsy Kings, la redecilla del pelo... apoteósico.

Gracias a "El gran Lebowski" aprendimos qué es un "ruso blanco", cómo es un auténtico nihilista y qué no hacer contra el viento. Un thriller alucinado de chantajes, de trama extravagante y poso agridulce. Impresionantes actuaciones, impresionantes pantalones cortos a cuadros de Jeff Bridges, surrealismo realista... cada vez que la veo, cada vez que pienso en ella, me gusta más.

lunes, diciembre 04, 2006

Luna llena (jope, qué original)

Atención queridos lectores, este chimpancé va a intentar ofrecer el famoso post de la luna llena, que para el que no lo conozca consiste en que va a intentar explicarnos el curioso efecto (benéfico o maléfico) que sobre su persona ejerce el fenómeno celeste. Remontándose a fábulas, tópicos y pseudociencia intentará convencernos de que está siendo original, sesudo y brillante, aunque todo el mundo se dé cuenta de que lo que de verdad le pasa es que no sabe de qué escribir hoy.

Avisados estáis.


El licántropo, también conocido como hombre lobo (a veces incluso, hombre bobo), acecha tras cualquier esquina de la ciudad, de la campiña, de los parques, de las plazas, de las avenidas, de los boulevares... nada, empiezo otra vez, por aquí no vamos bien.


Igual que las mareas obedecen al sortilegio sagrado de su luz, nosotros los humanos sentimos su influjo mágico. Te mareas como las mareas, y la noche estrellada se despliega despacio como una mar de rosas y terciopelo lacio... pffff. Vuelvo a empezar.


El plenilunio, como el inmenso negativo de un inmenso punto y aparte, se cierne sobre ese folio "el galgo" del anochecer. ¡Corten! Descanso para comer.


Siempre que hay luna llena me vuelvo idiota, y crezco veinte centímetros, y me pongo azul, y me salen las muelas, y sueño despierto, y me armo de escudos, y me limpio el ombligo.
Siempre que hay luna llena me temo que pase, me pasa que temo. Aullo como un mono-lobo. Me descuelgo como un cuadro.

domingo, diciembre 03, 2006

Frío


Haiku del muy eminente sabio Yosa Buson (1715-1783)



En el amarillo blancuzco
de la bufanda
queda el frío
(...)

sábado, diciembre 02, 2006

viernes, diciembre 01, 2006

El robo del siglo


Albert Spaggiari era un tipo aparentemente normal. Veterano de Vietnam, ex-mercenario de las OAS, regentaba un negocio de fotografía en la señorial Niza de los años 70. Un día descubrió algo, y ya no pudo sacarse aquella idea insensata de la cabeza: robar el banco más importante de la ciudad.

Lo que había descubierto Spaggiari era que la cámara acorazada de la "Societé Generale", cuyas paredes de cemento armado tenían un grosor de 50 cms, y una puerta de 20 toneladas, quedaba apenas a unos pocos metros de las alcantarillas. Reunió un equipo seleccionado meticulosamente, no sólo por su experiencia en excavaciones, sino también por su personalidad, por su capacidad para trabajar en un ambiente insufrible (para el experto principal, que estaba entre rejas, pactó una fuga con la mafia marsellesa). Se hizo acopio del material y se inició la perforación. Finalmente, tras semanas de labor, en una última jornada durísima, accedieron al interior. Una vez dentro, burlado el escollo principal, cualquiera hubiera obrado precipitadamente. Ellos no.

Spaggiari había planeado milimétricamente el robo, había comprado el material en partidas separadas a proveedores de toda Europa (para que nadie pudiera seguir el rastro), había aprovechado las obras de la calle para camuflar los ruidos y había elegido un viernes festivo
para concluir el trabajo. Tenían tres días por delante para desvalijar la caja fuerte.

Empezaron por las casi 4.000 cajas de seguridad (una de ellas del propio Spaggiari, que había podido acceder de ese modo a la fortaleza). Las abrieron todas, y sólo robaron las que no parecían ahorros de gente de a pie. Oro, bonos, joyas, dinero... todo valía, algunas de esas pertenencias ni siquiera serían reclamadas por sus dueños, como puede imaginarse. Encontraron fotos escabrosas de desnudos y fiestas de la alta sociedad, y empapelaron con ellas las paredes. Hecho esto, perpetrado el mayor robo de la historia de Francia, con un botín calculado en 18 millones de dólares (¡¡de 1976!!) tampoco se marcharon.
El grupo, haciendo gala de una sangre fría inverosímil, entró vino, champagne, quesos, foie, y organizó una fiesta de celebración, ¡en la misma cámara acorazada!. Al marcharse, Spaggiari escribió con un spray en las paredes: "Sin armas, sin odio, sin violencia".

Nada de lo que dejaron: botellas, platos, copas, una tonelada de material en las alcantarillas... dio información suficiente a la gendarmería. Las pesquisas tropezaban con un velo fantasmagórico, sin hilos sueltos, sin pistas.
La denuncia azarosa de una esposa celosa llevó a la policía a una casa en las afueras. Allí dos miembros de la banda vendían oro. Persecución, detención, interrogatorio violento y delación. La gendarmería apresó a un confiado Spaggiari, sin embargo éste no se derrumbó ni confesó dónde guardaba el botín.

Dos días antes del juicio Spaggiari estaba dispuesto a hablar. Con calma se sentó al lado del juez, sacó un mapa y le explicó todos los detalles de su plan. El juez estaba estupefacto. Spaggiari se dirigió a su asiento, pero no llegó a sentarse frente al juez, de repente cambió de dirección, abrió la ventana y saltó al vacío. Hay que decir que estaban en un primer piso, y el techo de un coche amortiguó su caída. Una motocicleta le esperaba. Nunca volvieron a capturarle, ni se recuperó ninguno de los francos robados. A la semana de su fuga envió una disculpa al dueño del coche abollado y un giro de 625 dólares.

jueves, noviembre 30, 2006

Atención


Cumplo 200 entradas.
Y no se me ocurre qué decir.

Seguramente lo primero de todo... que me alegro de haber empezado.
Y que me lo paso muy bien solo, a este lado.
Puedo asegurar que habrá 200 o 2.000 entradas más (y alguna salida también)

Realmente me asombra captar vuestra atención.

Mañana más.

miércoles, noviembre 29, 2006

Hombre, máquina y ajedrez


Los mass media ningunean el ajedrez por dos motivos fundamentales:
1) No tiene ritmo (ni admite, de momento, animadoras semidesnudas)
2) Enseña a pensar y a analizar situaciones complejas (y eso, se sabe, no es lo que interesa).

En la Academia de chimpancés no es que queramos enseñar a nuestros visitantes a pensar, qué va, queremos ayudar a "pensar mal" (ya sabéis, piensa mal y acertarás); se podría hablar de Bobby Fisher y su duelo con Spassky en Reykjavik (en plena guerra fría las dos superpotencias enfrentadas en un tablero), también del mítico enfrentamiento en Sevilla de los soviéticos Karpov y Kasparov, en el que había en juego algo más que el cetro mundial, era un lucha de ideas, un anticipo del derrumbe del régimen. Podríamos hablar del último gran show, el Kramnik Vs Topalov, con el "toilet gate"
(Parte 1 / Parte 2 / Parte 3).

Dejando a un lado el juego, tan complejo y estimulante que necesitaría una vida extra para poder entenderlo bien, y dejando a un lado las anécdotas del pasado, nos detenemos en un desafío que está en su última fase, el duelo hombre-máquina. Se dirá, ¿no ganó Deep Blue a Kasparov hace unos años? Correcto, así fue, pero jugó con algunas ventajas como sus partidas secretas (el ordenador conocía la trayectoria del "ogro de Baku", todas sus partidas, sin embargo éste no conocía el juego de su rival) o el poco tiempo de descanso entre las partidas (asumiendo que, claro, la máquina no se cansa).
A día de hoy son Vladimir Kramnik, flamante campeón del mundo, y el ordenador Deep Fritz los que se están enfrentando en Bonn. “Si pierdo por amplio margen, el debate habrá terminado”, comenta el humano. El ordenador, de momento, sólo hace "bip... bip..."



Aquí puede seguirse este extraordinario pulso del que iré informando.

De momento gana la máquina, debido a un garrafal error de Kramnik, que rozó la victoria en las dos partidas disputadas. En la primera no consiguió materializar su superioridad. Y en la segunda, cuando tenía una ventaja clara regaló la partida con un despiste increíble, una catástrofe. ¿Cómo explicarlo? El genio humano es capaz de comprender, la máquina de analizar millones de variantes en segundos. El ser humano puede equivocarse, la máquina obcecarse en direcciones de pensamiento inútiles.

Quizás sea la última vez que un ordenador pueda ser derrotado. Quizás en 5 años recordemos con nostalgia los tiempos en los que la profundidad de una mente podía desafiar a la profundidad de cálculo de una computadora.


PD.- La capacidad combinatoria del ajedrez es casi ilimitada: las partidas distintas que pueden disputarse, según algunos matemáticos, conforman un número mitológico (1... seguido de 123 ceros), probablemente más que átomos hay en el universo entero. Vaya.

martes, noviembre 28, 2006

Los martes: CINECLUB - 26 - Dublineses (Los muertos)


The dead - 1987 - Director: John Huston

Reparto:
· Angelica Huston (Gretta Conroy)
· Donal McCann (Gabriel Conroy)
· Helena Carroll (tía Kate)
· Cathleen Delany

Guión: Tony Huston (adaptando a James Joyce)
Música: Alex North

John Huston, en una silla de ruedas, junto a su mascarilla de oxígeno, se planteó su último gran reto, adaptar la magia serena del último relato de "Dublineses", del genio Joyce. La quietud ruidosa de una fiesta, con título extraño "Los muertos", será su testamento cinematográfico, íntimo, una de las mejores películas de la historia.

Es el día de la Epifanía de 1904, las señoras Morkan organizan su fiesta anual y no han faltado ni su sobrino Gabriel, ni su esposa Gretta. Se baila, se bebe, las anfitrionas cantan y tocan el piano, es un mínimo respiro en su inquietud porque no falle ni un detalle. Luminoso y coral, se despliega ante nuestros ojos un teatro de los buenos sentimientos que, acostumbrados como estamos por el cine moderno, nos lleva a desconfiar (si no hemos leído el relato, de lo contrario estaremos fascinados por la exactitud elegante de la recreación). La cena, el discurso de Gabriel, ampuloso y bienintencionado, las conversaciones, la bondad. Nada parece suceder, ni siquiera esa canción, "La joven de Aughrim".

Gretta (una descomunal Angelica Huston) vuelve a casa en silencio. La nostalgia está en sus ojos, y mientras tanto Gabriel la mira, la recupera, la siente, la desea. Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión, que marchitarse consumido funestamente por la vida, piensa el marido, fascinado, destrozado. La confesión de una pasión simple y antigua, de un amor sincero y trágico. El llanto, el dolor del amor. El bullicio es ahora una soledad que mira por la ventana mientras nieva en Dublín; acabó la fiesta, queda un susurro.

Los martes: CINECLUB - 25 - Atrapado en el tiempo


Groundhog day - 1993 - Director: Harold Ramis

Reparto:
· Bill Murray (Phil)
· Andie MacDowell (Rita)
· Chris Elliot (Larry)
· Stephen Tobolowsky

Guión: Danny Rubin y Harold Ramis
Música: George Fenton

Hay pocas fiestas más pintorescas que el "Día de la Marmota" que se celebra en Punxsutawney (Pennsylvania) cada 2 de febrero, donde uno de esos enormes roedores predice si va a adelantarse la primavera o no. Hasta allí se desplaza Phil, hombre del tiempo de profesión, insoportable de vocación (gran Bill Murray). Es un día especial para los habitantes de ese microcosmos (aparentemente limitado) y un suplicio aburridísimo para Phil. Pero... y menos mal que esta historia cuenta con un pero fundamental, con una pregunta que por sí misma nos hace sonreír: ¿qué pasaría si este hombre, amargado y cínico, se viera obligado a repetir el mismo día una y otra vez?

Con esa premisa parte la película, y desde su estreno arrancó con ventaja frente a la gran mayoría, simplemente por tener una idea. El desarrollo es un delirio contenido, que es lo mismo que decir brillante. Sísifo-Phil se verá obligado a recorrer el mismo camino, día tras día. La situación, que en sí misma es cómica, es también metafísica (¿no es nuestra vida un poco asín?). El tono es de alta comedia, inteligente y cuidada, con concesiones al humor visual (el sketch del agua fría en la ducha siempre funciona).

Nadie te entiende, nadie te recuerda. Puedes planificar cada acto con la minuciosidad que desees, puedes jugar, puedes arriesgar, puedes morir y cada mañana a las 6 en punto volverás a despertarte con el "I got you, babe" de Sonny & Cher y un ¡Excursionistas, arriba!. Las combinaciones de días, de emociones y de personas son ilimitadas, y en esas incontables repeticiones se aprende a comprender la propia insignificancia, a ver la propia desesperación, a superarse.
Advertencia a navegantes: es una historia de amor. Advertencia a medusas y peces globo: es más real de lo que parece, anécdotas y fantasías a parte. Advertencia al placton: es mordaz y divertida, una joya.

Los martes: CINECLUB - 24 - Carrie

Este martes hay cineclub, faltaría más. Pero hago un descanso, justo y necesario, recupero alguna de las películas que ya pudieron leerse en el blog del Capitán Lillo. No es pereza, es agotamiento. Así me tomo un respiro y la semana que viene vuelvo a la sección con ideas nuevas.


Carrie - 1976 - Director: Brian De Palma

Reparto:
· Sissy Spacek (Carrie White)
· Piper Laurie (Margaret White)
· Amy Irving (Sue Snell)
· William Katt

Guión: Lawrence D. Cohen (basado en la novela de Stephen King)
Fotografía: Mario Tosi
Música: Pino Donaggio

De entre todas las fiestas paradigmáticas de la vida de cualquier adolescente no hay ninguna como el baile de fin de curso. Vale, lo confieso, en mi instituto nunca hubo ninguno. Vale, lo reconozco, no soy un americano prototípico, soy oscense, no me he puesto traje y pajarita, no he invitado a ninguna chica al baile, sólo me ponía mi camisa vaquera (¡Dios!, la adolescencia y la moda) y luego me emborrachaba, sin más. Pero a pesar de no acudir a ninguno sé sus normas, sé que hay cuencos enormes de ponche, guirnaldas y reina del baile. Suficiente.

En esa América profunda se cría Carrie, extravagante y adorable, víctima de una educación ultracatólica, más bien lunática. Sobresalientes Sissy Spacek en el papel de la adolescente, torpe, hipersensible, y Piper Laurie, en el papel de la madre asfixiante. De Palma desenrolla la película como si se tratara de un palimpsesto asirio de incalculable valor, despacio, con la pausa meditada de la novela, presentando las circunstancias, prefigurando el clímax de muerte y destrucción.

Las burlas, las bromas pesadas, anticipan el escenario mental, la catarsis. Los extraños poderes de Carrie serán el sofisticado medio para la venganza, telequinesis, mover objetos con la mente, solamente con la mente, vamos.
La fiesta, una vez que Carrie parece haber recuperado el hilo social, va a transformarse en pesadilla (nunca mejor empleado el tópico), y a la reina del baile le espera la putada inmisericorde del cubo de sangre. Y ella los mata a todos, claro que sí. Da un poco de angustia, pero se los carga, y no se carga todo el pueblo porque la película no tenía suficiente presupuesto. A Carrie se le ha acabado el buen rollo, se le ha acabado la esperanza, y, criada en la ignorancia, sólo puede explotar irracionalmente.

Para nota el susto final, ¡uh!, imitado después hasta el hastío.

lunes, noviembre 27, 2006

Molusco's Party


Primero dije que no iría. ¡¡¡2,40€ por tapa minúscula y caña!!! Que no cuenten conmigo.

Luego dije que bueno, que aunque sólo fuera probar alguna...

Más tarde, a medida que la semana se desenrollaba como una alfombra, me di cuenta de que no iba a tener tiempo para ir de tapas entre semana, y el finde, con las aglomeraciones típicas, pues "de que no".

Después pensé: oye, si el jueves no se puede quizás el viernes se deba intentar.

Luego decidí que no, que el viernes me iría a ver al Peñas, saldría tarde y vamos, ni tapeo ni ná. (Además, recordé, es carísimo, conmigo que no cuenten).

Al final salí el viernes, como cualquiera podía haber imaginado, me mimeticé en la Huesca La Nuit con mi disfraz de persona, y armado con la frase socorrida "¿qué, de tapas, no?" sobreviví al certamen. Para nota un huesped que sacamos a pasear, procedente de la europa profunda, que miraba con incredulidad todo lo que le rodeaba. A la segunda caña todos hablábamos la lengua de Shakespeare como si fuera propia. A la 6ª caña yo declinaba en latín.

La tapa de la Juliana (que no desmerece la apetitosa foto) me pareció sensacional; hongos, vieira y jamón. Nuestro trilingüe acompañante se despachó con la frase de la noche: "mis amigos no se van a creer que he comido un molusco". Jajaja. Ni los míos, camarada, ni los míos.

sábado, noviembre 25, 2006

El testigo (un cuento de fútbol)


Aunque peque de soberbia les diré que nadie acá sabe más de fútbol que yo; que en la pesadumbre de mi retiro les cuento a los más pendejos la historia de aquella noche del 25 de junio del 78 en la que la Argentina salió campeona del mundo. Los veo escuchar asombrados cada palabra de la misma historia de siempre y siento por un espacio que me envidian, ¿viste?, porque a quién no le hubiera gustado estar donde yo estaba aquella noche.
No me creerán si les digo que era mi primer partido, que estaba un poco nervioso, que al ingresar en la cancha me quedé encandilado con tanto ruido y tanta luz. En el Monumental del River Plate, lleno hasta el tope, se oía el canto especial, creado para la ocasión por la hinchada, que decía: “Vamos vamos Argentina, vamos vamos a ganar”, y cuando el capitán Passarella asomó la cabeza por el túnel se puso todo blanco, lleno de papelitos. La cosa es que yo estaba lo más feliz.
Recién comenzó el partido me sentí especial, sentí que muchos me miraban, qué sé yo… y no es hablar al pedo porque era muy nueva la sensación que tenía, y ahí andaba, desgañado de orgullo, y con un poco de miedo también.
Estaban Passarella, Bertoni, Tarantini, Fillol (un arquero de los de antes, el “Pato”), Gallego, Luque (que era nueve nueve, de los que no achicás ni a trompadas), Ardiles… no se podía perder. Pero desde luego el “Matador” les pasaba por arriba a todos. ¿Vos viste lo que hizo el “Matador”?. Mario Kempes era un tipo alto, fornido, zurdo hasta decir basta. Luego de esa noche volví a coincidir muchos más días con él en la cancha de River porque el cariño de la gente le obligó a volver.

La noche era fresca. Ya se sabía que frío iba a hacer, y en fija que iba a haber que calentar a los nuestros de puro gritar, pues las finales, se dijo siempre, son de juego grave, sin lujos, con patadas, con encontrones. Yo aquel día pensé que era lo normal, aunque después de esa fecha pude ve la cara más amable del fútbol: la extravagancia boluda del “Loco” Gatti, la elegancia envenenada del “Príncipe” Francescoli, la milonga dulce y la suave caricia de fútbol de un muchachito que yo sentía amigo, ¡era Maradona!. Qué lindo, decían con devoción en el barrio de la Boca, levantarse una mañana en domingo cuando a la tarde juega el Diego… que luego lo que le pasó al Diego fue de lo más triste. Que de cocaína no voy a hablar porque no sé nada, pero que no anden con historias porque, de todos, el engañado fue él. Y bueno, lo cierto es que hizo feliz a tanta gente que por ahí le disculpás todo y si sabés como se maneja ya no quedá ninguna duda. Cómo me conocés, Diego. Me tratás bien, Diego.
Me olvidaba de Ricardo Bochini, uno de esos enganches que ya no nacen. ¿Sabés lo que dijo el “Bocha” de Cruyff? Que a pesar de que corría era bueno, je je, todo un personaje el pibe.
Macanás a parte, que Johan Cruyff no estuviera en la cancha con Holanda era todo un alivio. Pero estaba Rep, un extremo de fina intuición y Neeskens, un tipo duro de labor constante, y la calidad sobrada de los demás. Mirá, que si había que perder se perdía, pero no iba a ser sin pelear, claro.

Cuando el ritmo precipitado del encuentro me lo permitía echaba una ojeada a los banquillos. Ernst Happel, el coach de los europeos, tenía la jeta curtida e impertubada del malo de un western. Menotti jamás sonreía, apuraba un cigarrillo y recién después otro y otro, y lo miraba todo con la arrogancia del filósofo indiscutido o del retador que oculta el miedo.
Así me sorprendió el gol de Kempes. Era mi primer gol, y entre el barullo me quedé un espacio emocionado, sin pensar en más nada. Nunca habría podido imaginar un júbilo tal, la felicidad desbordada se extendió como para siempre. Sin embargo, qué hermosos y desconcertantes matices esconde este juego. Cuando Holanda empató, ¿qué sé yo?, sentí como un frío. Me daba bronca, me parecía una cagada grande aflojar ahora, y me ahogué en aquel silencio de tristeza. Con la pálida general la cancha parecía un velatorio, ¿viste?, porque eso mismo es lo que parecía la cancha. Y yo quería ganar, más que nunca; ganar a cualquier precio como el Estudiantes de los tiempos de Zubeldía y Bilardo. El fútbol ya no era el juego más lindo, aquel que encumbraron hombres como el “Charro” Moreno, que comandaba la delantera de River que le decían “La Máquina”, Alfredo Di Stéfano, Pedernera, Brindisi…el fútbol era, más bien, un fervor patriótico, más fuerte que el hambre, más necesario que respirar.
Cuando marcaron, Kempes otra vez, y Bertoni, en el extra-time, me sentí como en un sueño. Ni el más sabio podé definir la felicidad. Es algo como un susurro, ¿viste?, pero que si se grita ya no es nada, no sé, es raro. Y si te da por explicar las cosas te acabás convenciendo de que también pasaste momentos malos, pero luego andás pudiéndolo contar con este orgullo intacto de campeón, y eso es lo mejor de todo… pero era mi primer partido, ¿no es cierto?, yo sería diferente sin aquellos dos goles en la prórroga, ni mejor ni peor, distinto.

Pero la historia no es ésta. La haré corta porque trato de parecer humilde. Al término me quedé mirando al “Flaco” Menotti mientras nos daban la copa y estaba ahí, sentado, con el cigarrillo perpetuo en la cara, y me miró agradecido. Me miró, Menotti, el campeón, el que le había quitado al combinado el miedo a las grandes citas, inventor de un método, de un espíritu, un tipo admirable de veras, me miraba a mí. Entonces comprendí que fue el único que se dio cuenta.
En el minuto 90, antes del final, con uno a uno, Rensenbrink pateó despacio. Suficiente, pensó él. Se acabó, pensó Menotti. Pero no, el poste perdió el gol. Los hay que olvidaron esa jugada, como si les hubieran recetado a todos un golpe en la cabeza, una cura de amnesia.
Vuelvo a repasar en mi interior el lance. Sí, fui yo, yo lo evité. ¡Mírenme bien, yo lo evité!.
No tuve fuerzas para volver a intervenir como aquel día; cuando iba al arco, al botar, tiré por otro rumbo y sólo un hombre lo notó.
Ahora, deshinchado en este cuartito, me entretengo contándole a los demás balones que yo también salí campeón.

viernes, noviembre 24, 2006

Religión


En el blog de Arcadi Espada veo este enlace al NewYork Times.
Se introduce un congreso sobre ciencia y religión, en el Salk Institute for Biological Studies de La Jolla, California.

El doctor Weinberg, inventó una analogía curiosa entre la religión y una vieja tía loca.

Cuenta mentiras, y despierta todo tipo de malicias, y sale adelante, y quizá no le quede mucha vida dentro, pero hubo una vez en que fue hermosa. Cuando se haya ido, quizá la echemos de menos.

Yo me quedo en la anécdota, en la cita, pero la discusión tuvo su miga.
De todos modos, mi visión de la religión cada vez se parece más al budismo dorado de la foto.

jueves, noviembre 23, 2006

Mis circunstancias y yo


Es jodido ser un curri. Por la noche en la oficina en vez de estar tapeando como había decidido, o vendiendo pornografía a los niños, o susurrando versos a la verja de una doña Inés cualquiera, o viendo el rectángulo luminoso que tengo en casa, justo frente al sofá.

Pero pensándolo bien, ¿qué pasa cuando uno trabaja como un curri, pero en el fondo es un gori?

Sabio como la montaña de basura, juguetón e inestable como un fraguel, perseguidor de quimeras como el tío Matt, vigilante y sagaz como Sprocket, soy eso que llaman un subproducto de los 80 (Chernobyl aparte).

Ciertámenes



Me voy a hacer un poco el oscense, venga. Estoy algo nervioso desde que he decidido que iré a tapear un día de estos (hoy o mañana), a pesar del precio y las (posibles) aglomeraciones sociales que tanto me intimidan (hombre, tú por aquí...). Debe de ser porque es una actividad ajena al trabajo, y no sé si voy a saber.

Puestos a elegir me quedo con el certamen que propone Nacho.
Lo cierto es que da la sensación de que son pocos los que quieren potenciar el tapeo en Huesca, y muchos los que pretenden aprovechar este tipo de inicativas para ganar un dinerillo extra. Pero no seré yo quien juzgue esas actitudes. Cada uno en su casa que haga lo que le venga en gana.

Realmente yo echo de menos concursos más auténticos. Me contaban de un pueblo en el que se hace una curiosa competición: la carrera de carretillas con rana dentro. Los competidores dejan sus carretillas metálicas en la plaza durante toda una mañana de verano. Como se puede deducir, al mediodía la carretilla está al rojo vivo. Entonces empieza la carrera, que consiste en trasladar una rana con la carretilla, desde la salida hasta la meta. Pero la carretilla sólo puede avanzar con la rana dentro, y podéis imaginar el tiempo que dura la ranita dentro de la carretilla ardiendo. Salta y comienza la persecución de la rana. Hay que cogerla y volverla a meter en la carretilla. En fin, un sandiós importante, un delirio de película.

Otra competición interesante, de otro pueblo de la provincia, es el fieming. Se trata de una disciplina en la que todos pierden, y consiste en saltar a un remolque de fiemo. Evocador.

Yo abogo porque no se pierdan estas hermosas tradiciones, estos folclorismos insuperables.
En Huesconsin deberíamos fomentar nuestras habilidades esenciales, inventar el capacing, las carreras por el coso con carrito de bebé (esta vez sin dejar el carrito al sol), o concursos de aparcamientos originales en doble fila (puntuado por la policía local, ese colectivo amigo). Sé que seguramente esto que digo lo haya propuesto Gofi en alguno de sus chistes gráficos, pero me arriesgo a quedar a su altura.

¿Conocéis o se os ocurre alguna competición más?

miércoles, noviembre 22, 2006

Animales Acojonantes (10) - EL CORTAPICHAS


No hay nadie más sigiloso ni más mortífero que el cortapichas (también llamado tijereta). Puede estar debajo de cualquier piedra, bajo cualquier mueble, entre la ropa, entre las sábanas, dentro de las hogazas de pan, donde menos te lo esperas. Si te descuidas, por la noche, podría meterse en tu cama y cortártela poquito a poco sin que te dieras cuenta. O meterse por tu oreja y desmigajarte el cerebro. En definitiva, un ninja de la naturaleza.

Sin embargo, lo verdaderamente grande de este bichejo es que, consciente de su enorme capacidad destructiva, es apacible. Se pasea chinochano por cualquier recoveco del planeta (cosmopolita como es él) moviendo las antenas al compás. Nunca ha tenido aspiraciones (¿rey de la selva? ¿presidente de la república del bosque?, ¡ja!), para qué, si puede hacer lo que le plazca, morder de aquí y de allá.
¿No es suficiente ser independiente, omnívoro, ocre-amarillento y tener una tenaza en el culo? Así piensa el cortapichas, el más feliz de los insectos.


Por eso sabemos que un cortapichas es poderoso, porque es capaz de canalizar su potencial y evitar la violencia sin justificación. No como las avispas, tan infantiles que pican a cualquiera.
Por lo demás, los cortapichas se aparean cuando buenamente pueden. Llegado el momento la hembra se dedica con esmero a los huevos y los machos quedan encantadísimos. Ellos también dominan técnicas de masaje a seis manos, que sólo puede superar en alcance sensorial el afortunado ciempiés.

Le gusta:
- El taichi
- Los recortables
- Ir siempre limpio

No le gusta:
- Que se le corte la mayonesa
- Los insectos que sólo saben buscar follón, porque si no pican a alguien no se quedan a gusto
- El pelo largo

martes, noviembre 21, 2006

Los martes: CINECLUB - 23 - Mulholland Drive


Mulholland Drive - 2001 - Director: David Lynch

Reparto:
· Naomi Watts (Betty Elms)
· Laura Elena Harring (Rita)
· Justin Theoux (Adam Kesher)
· Ann Miller

Guión: David Lynch
Fotografía: Peter Deming
Música: Angelo Badalamenti

A una amiga mía le sucedió en el cine, yo, por suerte, pasé por la misma experiencia en la soledad de mi hogar. Declina el verano, vas al videoclub (qué antiguo), alquilas un VHS de aquellos, te dispones a ver una película de la que no sabes nada, salvo que el director parió Twin Peaks (el rarito de David Lynch). Cenas. Te recuestas. Abres los ojos. Te dejas abducir por una película que te fascina, a veces de modo insano. Pasan dos horas y media. Fundido en negro. Acaba la película.
Parapadeo cerebral.
Esto...
Silencio.
¡¡No entiendo nada!!

Así es, jovencillos, estupor absoluto. Yo, que me creía un tipo despierto que entiende los planteamientos complejos, arrollado sin remedio por un final vertiginoso. Fascinado, conmovido... y sin saber por dónde me da el aire.
Soluciones: hay dos. 1) Aquí no ha pasado nada. Si alguna vez sale el tema diré, "no me gustan esas películas de modernos que hacen ahora". 2) Volver a verla. Cuanto antes.
A las 3 de la mañana concluia la revisión del metraje. Por primera vez en la vida veía una película dos veces seguidas. La segunda vez me concentré en los detalles, pero nada. Otra vez el atropello. Me tumbé en la cama, empecé a pensar y poco a poco, durante un par de días, alcancé a comprender.

Mulholland Drive es uno de los accesos a Hollywood, como lo es Sunset Boulevard. Y en esa variedad de caminos, de matices, esta película es un dardo envenenado de sarcasmo contra la industria del cine (...y los sueños, cine son). Además es una turbulenta historia de amor, insólita, visual, siniestra.
Dos actos con el interludio onírico (y qué no es onírico en el cine de Lynch) del Club del Silencio.
La belleza ingenua de Naomi Watts, un guión tramposo y veraz a un tiempo, los misterios, las pistas, el sufrimiento, los lazos; todo empieza y acaba en esa cuneta de Mulholland Drive.
Ni fui yo quien mató a Laura Palmer, ni seré yo quien os desvele las claves de esta arrebatadora película, sin términos medios. Disfrutadla. Advertidos estáis.

lunes, noviembre 20, 2006

Global Orgasm


El objetivo del Orgasmo Global es producir un cambio en el campo energético de la Tierra a través de la mayor oleada posible de energía humana.

Podéis seguir la iniciativa vosotros mismos en esta web: www.globalorgasm.org

Se propone un gran orgasmo sincronizado universal para el viernes 22 de Diciembre, día del solsticio de invierno. Os invito a participar, cada uno a su manera.

¿Por qué correrse podría ayudar a salvar el mundo?

Una pequeña comparación extra (fuera de programa):
- tapa y caña: 2,40 €
- orgasmo: 0 €