jueves, julio 27, 2006

Mojar y extender



Escribe Félix de Azúa ("Diccionario de las Artes", Editorial Planeta, 1995)
"Algunos pintores, escultores, arquitectos, cineastas, músicos y poetas se lamentan de que demos por acabado el arte. No se lamentarían si pudieran en verdad significar algo socialmente comprensible y aceptable con sus pinturas, músicas, edificios o poemas, pero no alcanzando a significar absolutamente nada, se lamentan de que los comentarios no añadamos a su obra aquello que ellos han sido incapaces de imaginar"

No es de extrañar que con el espectáculo costumbrista de esos mercadillos de decoración, tipo ARCO, algunos teman por el arte. Aunque yo creo que sus temores son infundados. Ni Luis Cobos acabó con la música, ni Ana Rosa Quintana apuntilló a la literatura. Celebremos la biodiversidad.

La farándula del "arte" me recuerda un poco al cuento del traje del rey (que sólo los listos podían ver). Que los intermediarios ejerzan de engañabobos y tahures entra dentro de lo previsible. Pero estoy con Félix de Azúa, que los propios creadores se crean los sastres del rey, vamos, clama al cielo.

A veces veo algún cuadro por ahí que me hace pensar: esto lo pinto yo con la punta de la polla.
Es una cuestión de gusto, o a veces simplemente son ganas de llevar la contraria.
Aunque el de la foto es Tim Patch, y él ya lo hace.

2 comentarios:

HombreRevenido dijo...

Oye, mira, un mensaje en francés.

Yo creo que no me van a interesar, pero bueno, al menos le da exotismo al conjunto.

HombreRevenido dijo...

Me están abrasando ya con tanto spam o lo que sea esto