lunes, febrero 18, 2019

Calentamiento parcial


No soy la marmota Phil y pese a ello, conozco la meteorología oscense a la perfección. Parece que llega la primavera, sí, pero todavía quedan 3 semanas (como mínimo) de crudo invierno. Irán apareciendo como les venga bien. Quizás en marzo.
Por eso voy a hablar de prendas de abrigo. Como no lo escriba pronto, se le irán las vitaminas.

La gestión del abrigo suele ser una cosa de madres. Y la mía tiró la toalla en seguida cuando vio que yo no soportaba la bufanda. Me pica. Me agobia. El gorro de lana tampoco caló en mí. Y eso que tenía un gorro fabuloso con la bandera de Aragón.

Si me agobiaban la bufanda y el gorro, imaginaos el pasamontañas. Pffff. Da un calor integral muy agradable y es como un disfraz de atracador, pero a los 10 minutos yo me sentía nadando dentro de una sopa de fideos.

Los guantes ya eran otra cosa. Hoy en día se me olvidan en casa. Salvo para correr, nunca pienso en ellos. ¡Tengo bolsillos en el abrigo para dar cobijo a las manos!
Los guantes antes tenían talla. Pero luego sacaron aquellos guantes pequeñicos que se adaptaban al tamaño de cualquier mano. A mí me pareció uno de los avances más importantes de la década de los 80. Yo creo que fue una consecuencia directa de la inversión en tecnología durante la carrera espacial.

Dejo lo más polémico para el final. El esquijama. Y no me refiero a dormir con él, que en épocas de calefacción floja era una cuestión de supervivencia. Hablo de su segunda utilidad. La de ponerse el esquijama debajo de la ropa (el chándal, por ejemplo) para salir al campo de buena mañana en invierno. Le vais a poner mil pegas, pero esa genialidad salvó vidas.


Despedimos conexión igual que la iniciamos, con el monete con abrigo que apareció un día de invierno en un Ikea.
Uno de nuestros grandes ídolos.


5 comentarios:

nhtg dijo...

¿Y qué decir de los jerseys que picaban? ¿Nunca os picó un jersey? Yo es que no podía con esos materiales, y acabé por no utilizarlos e ir siempre de manga camisa debajo del anorak. Así hasta los 45, que es cuando caducamos los hombres, y desde entonces siempre llevo en invierno (aunque los busco suaves). Del resto de artefactos que comentas, y a pesar de la madre, nunca los llevé - salvo el esquijama, obviamente.

molinos dijo...

Guarda las prendas de abrigo, pronto podrás poner un museo con ellas y le podrás decir a tus monetes "¿ves esto? Antes, hace muchos muchos años, en Huesca hacia frío, no era como ahora, todo sol y calorcete y todos caminando por la acera de la sombra. ¡Nos pegábamos por la acera del sol! y teníamos que llevar estas cosas...esos sí que eran tiempos duros. Conocí por aquel entonces a una mujer que decía que el invierno era mejor, que molaba más pero no la hice caso... y tenía razón".

En fin, muy fan de esto " Si me agobiaban la bafunda y el gorro, imaginaos el pasamontañas. l BAFUNDA, ME ENCANTA.

Y no has hablado de los leotardos... esa pesadilla de picores

HombreRevenido dijo...

Nhtg, había jerseises que picaban muchísimo. Eso es verdad.
Me sorprende que nunca hayas tenido bufanda ni gorro. ¡Que por ahí se va todo el calor! (decían)

Molinos, he corregido lo de "bafunda" porque me avergüenzo de llegar por la noche sin poder leer y repasar como un primate normal. Aunque reconozco que "bafunda" es un hallazgo involuntario.

No pido la abolición completa del invierno. Pero que se suavice como este año, es lo adecuado. Aunque no me fío de los últimos coletazos invernales. Se rifa una pulmonía.

sonia dijo...

¡¡¡Me encanta el monico con el abriguico!!!
Yo también me ponía todo eso,y me sigo poniendo guantes,bufanda,gorro;y sólo en caso de frío polar bestial,unas mallas debajo de los pantalones que casi no puedo ni andar.
Bafunda mola.
Y cuando te quitabas el jersey cuello cisne daba garrampa!

HombreRevenido dijo...

Sonia, mujer prevenida. La gripe y los resfriados no te pillarán con la guardia bajada. Mis respetos.