Duck Soup - 1933 - Director:
Leo McCareyReparto:
·
Groucho Marx (
Rufus T. Firefly)
·
Chico Marx (
Chicolini)
·
Harpo Marx (
Pinky)
·
Margaret DumontFotografía:
Arthur Johnson,
Harry Ruby y
Bert KalmarGuión:
Bert Kalmar y
Harry RubyLlegamos al centenario de esta sección, qué cosas ¿no?, parece que fue ayer cuando arrancaba esta singladura cinéfila, brillaba el trigo y trinaban los cuervos.
Repasando la lista detectaba una ausencia imperdonable. Procedo a solventarla.
Me atrevo a decir que sin los
Hermanos Marx el universo y el humor serían diferentes. Nos faltaría algo, como a una mesa que cojea. Probablemente hubieran ganado la guerra los alemanes, hubieran ganado la Eurocopa los alemanes, hubieran ganado Eurovisión los turcos. En fin, un desastre.
En esta
Academia, a los casos perdidos les encerramos en el cuarto de proyecciones, con ganchos de esos para mantener abiertos los párpados y les proyectamos la filmografía completa de estos locos maravillosos, triatletas del absurdo, el gag visual y la palabra afilada.
Dicen que esta es la mejor película del cuarteto de tres. Seguramente lo dicen porque ni tocan el arpa, ni el piano, ni hay una pareja rancia viviendo un conflicto irresoluble. "Sopa de ganso" (uno de tantos juegos de palabras) es pura diversión, sin descansos. Dura menos de 70 minutos y, sin embargo, le da tiempo de dejar unas cuantas escenas memorables: el espejo falso, el intercambio de sombreros, el juicio...
¿Se casaría conmigo?, ¿Le ha dejado mucho dinero?, responda primero a lo segundo
- Me dejó toda su fortuna
- ¡No me diga!, ¿no ve lo que intento decirle? ¡la amo!
- Oh excelencia
- Usted tampoco está malEl habitual personaje de
Margaret Dumont se deja maltratar verbalmente por ese sinvergüenza de
Rufus T. Firefly (el genio
Groucho), la mejor definición de eso que se llama "un estadista". La sátira política se parece demasiado a la realidad. Los espías de hoy tampoco difieren mucho de
Pinky y
Chicolini,
Harpo y
Chico.
Es el más formidable caos que pueda imaginarse,
Freedonia contra
Sylvania, nuestra felicidad sin barreras contra la represión.
Irreverentes, tronchantes, míticos.
Contaba
Groucho que un día le pasó algo inquietante, andaba por la calle y se le acercó una mujer muy tímida. Sólo acertó a decirle: "por favor, no se muera nunca".
Así es la cosa, los grandes cómicos son eternos.
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