jueves, noviembre 21, 2013

Futurismo

El Dios del tráfico ha castigado a la ciudad con unos días benignos de otoño seguidos por un bajonazo brusco de temperatura. Todo por la peatonalización del centro. Ahora pide sacrificios humanos. Buah, no hay problema, gente sobra.

Hago esta pequeña incursión en la política-folclore local de Huesconsin para comentar el que, en mi opinión, es el asunto clave del asunto. Lo resumo en una única palabra: FUTURO.

Bueno, lo entiendo, imagino rostros de estupor entre los lectores, así que procederé a explicarlo un poco más en detalle. Digo "futuro" porque siempre se ha sabido que en el futuro los centros de las ciudades iban a ser peatonales. ¿Por qué razón? De verdad, lo tengo que explicar todo.

Observemos esta imagen de los Supersónicos:


Y esta otra de la película "El quinto elemento":



Ahí es a donde yo quería llegar: los coches voladores.
Nos prometieron un futuro peatonal con coches voladores y, de momento, llevan bastante retraso. Primero dijeron que para el año 2000, ahora que para el 3000... así no se puede planificar nada.

El problema de la peatonalización del centro de la Capital Mundial no es tanto un problema urbanístico como un déficit tecnológico (bastante vergonzoso, por cierto).
Propongo que la sociedad se ponga manos a la obra para resolver el asunto. Menos cadenas reivindicativas y más I+D. Necesitamos coches voladores para volver a convivir en paz.

11 comentarios:

molinos dijo...

En Huesconsin un coche volador no tiene sentido. Te saldrías enseguida de la ciudad, lo siento pero los coches voladores son para grandes metrópolis. Yo el futuro de Huesconsin lo veo más en diligencia o en trineo..aunque eso sería un poco como regreso al pasado.

En cualquier caso, necesitamos un Delorean.

El niño desgraciaíto dijo...

Yo veo más unos pasillos deslizantes. A lo mejor los del aeropuerto de Ciudad Real...

HombreRevenido dijo...

Molinos, si no son coches voladores que sean motocicletas voladoras. El concepto es el mismo. Aunque los trineos voladores podrían estar bien. Santa Claus Style.

Niño desgraciaíto, maravilloso. Habría que ver si hay alguno de esos sin usar en el concurrido aeropuerto de Huesca.

NáN dijo...

¿Y qué pasa si un coche volador se queda sin gasolina? ¿Eh? ¿Qué pasa?

Que se desploma sobre los peatones.

La solución de futuro es crear calles subterráneas para ellos. Así los coches voladores que caen solo causan daño si caen sobre una casa.

Solución de futuro: que las casas sean también subterráneas.

¿Tenéis pasta para eso?

¿Os apetece vivir abajo y enviar las ratas a vivir arriba?

Lig *sous les étoiles* dijo...

No se puede confiar en promesas de políticos, científicos o profetas llevan años prometiendonos falsamente desastres nucleares, apocalipsis tecnológicos y horrorosos cataclismos que acabarán con nuestra existencia y aquí seguimos laburando y pagando impuestos... Es tiempo que los sociedad civil se organice y desate su propio pandemonium (léxico aprendido en la academia, que tal? Jeje)

NáN dijo...

¡Pandemoooonium, pandemooonium,
oé, oé, oé!

pazzos dijo...

¿Sabe por qué no triunfó el coche volador? Fíjese en la familia del dibujo: ¡Iban más apretujados que en un seiscientos!

El coche del futuro tendría que ser una cosa híbrida entre el telesilla y el sidecar.

Josan dijo...

¿Coches voladores? Por Dios!! Te levantas por la mañana, te asomas al balcón a ver la luz del día, y ¡Zas! te encuentras con los coches pasando ante tu ventana. ¿Lo próximo que serán, bicis voladoras? Estas se colarían hasta en tu casa por acortar camino...

Nisi dijo...

Totalmente de acuerdo: necesitamos coches voladores. Todos seríamos más felices. Menos los que tienen vértigo.

Expatriado dijo...

Si hombre, no nos faltaba más que eso: además del riesgo de que te cague un pájaro (de los que vuelan, no de los del congreso), le añadimos que te gotee aceite de motor, que te caiga encima un taxi o las colillas o los papeles que tira a gente por las ventanillas. Que la gente (lo otros, no nosotros, ¿eh?) es mu guarra...

HombreRevenido dijo...

NáN, podríamos probar con peatones voladores y coches subterráneos. No sé. Cada barrio que opte por la opción que más le guste.

Lig *sous les étoiles*, la tercera guerra mundial no la causará el orgullo, ni la codicia... será obra de la decepción. Muy bien visto.

Pazzos, los diseñadores se confiaron imaginando que tanto los perros como los robots serían más pequeños. Ilusos.

Josan, podríamos hacer que volaran a una determinada altura. La zona de ventanas sería también peatonal.

Si ya son molestas las gaviotas y las palomas, imagínate las motos voladores con el tubo de escape recortado...

Nisi, los que tienen vértigo se oponen al progreso. ¡A la horca con ellos!

Expatriado, lo de las colillas y los chicles sería un problema grave. Aunque a mí me gustaría poder vengarme de alguna que otra paloma con su propias armas.