En su laboratorio secreto el Hombre Revenido instruye a los simios del mañana. La involución es el camino correcto. El hombre nuevo no es estéreo, es mono. Desenfunda el revólver de tu mente, forastero. No es la Atlántida, es Huesca, el humilde centro del Universo.
jueves, diciembre 27, 2007
Entre el esfuerzo y el alivio
Sí, lo reconozco, he leído mucha poesía cagando. La brevedad alígera, el ritmo, las metáforas que retuercen el alma y las palabras gélidas en el corazón del volcán.
He leído a Baudelaire, a Rimbaud, a Gerardo Diego, a Cernuda, a Rilke, he recorrido los hexámetros de Virgilio como si fueran cada uno un océano, a Emily Dickinson, a Neruda, a Quevedo, memorizado a Machado, leído en voz alta a Borges, contemplado a Gloria Fuertes y bajado por cada uno de los desagües vertiginosos de tantas y tantas páginas.
Cada verso era un esfuerzo y un alivio de un autor que sentía cercano. A pesar de que estaba para pocas tertulias literarias en ese momento. O quizás por eso.
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6 comentarios:
La verdad es que te entiendo, es un momento de concentración máxima, donde te acercas más si cabe a lo que estás leyendo.
A veces sin libro no es lo mismo.
Desde que tenemos móvil y podemos enviar SMS hemos pasado de leer a los clásicos a escribir. Concentración máxima, Engarde, como la poesía, como el SMS.
Por algo lo llaman el trono
Por ese trono mataría nuestro Macbeth interior, León. Y con razón.
Tanta cultura termina desembocando en un inodoro ?
En el inodoro del tiempo y el olvido, Alberto.
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