lunes, septiembre 25, 2006

Su gestión, gracias



Pues sí, estoy trabajando. Y no, no pienso quejarme.

Hay lunes que empiezan incluso bastante bien. Ya sé que bastante bien no es una término que diga mucho, pero todos lo querríamos, aunque fuera sólo cada lunes. Bastante bien es cuando abres un ojo, es pronto, tienes frío y sin embargo piensas, caray, qué bien. No sé, algo hay en el aire que te enternece (y no es el otoño), que te llena (y no es la cena de anoche). Se dirá que cuando uno despierta con lana acaba trasquilado. Puede ser, todavía queda tiempo, no canto victoria.

Un despertar excelente hubiera sido una llamada del banco, un ingreso a favor de 10 millones de euros (rumbo a Costa Rica o Tosta Rica, o como se llame el país). Un despertar excelente es el de esos lunes de puente en los que te levantas, desayunas y te vuelves a echar. Un lunes excelente es cuando te despiertas y te la chupan.

En fin, nos quedamos en bastante bien (no es poco). Vas de un lado para otro, currando, reuniéndote, con prisas, "dios, no hay quién aparque en este puto barrio", la noche que me espera... y sin embargo estás bien. ¿Milagro? No tanto.

Hoy he estado corriendo y he recordado esa sensación en la que uno cree haber alcanzado el umbral del agotamiento. Una vez allí, acostumbrado a él, se descubre que la respiración se recompone, que donde parecía estar el límite hay un remanso de paz. Cuando uno corre no hay que rendirse. Si la mente dice: no hay cansancio, el cuerpo obedece.
Por lo mismo, un día opte por prohibirle a mi cuerpo eso tan cutre que es enfermar. Me planté y me dije: no puedes ponerte malo, así que tú verás. Y salvo excepciones y resacas... funciona.

O somos druidas del bosque mágico o todo es cuestión de sugestión.
Voy a soltarle unos cuantos cumplidos al espejo del baño, a ver qué pasa.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Decías: "...algo hay en el aire que te enternece (y no es el otoño), que te llena (y no es la cena de anoche)..." Una amiga tenía los mismos síntomas y le vino la regla, pero también puede que fuera un exceso de ejercicio.
Ah! has localizado el muñeco?

HombreRevenido dijo...

La regla no fue, eso seguro, aunque es una explicación convincente, jua jua. Exceso de ejercicio te aseguro que tampoco.

Respecto al muñeco sé esto.

Anónimo dijo...

uys...no se yo que te diga...la diferenciación del sexo de una persona se produce creo recordar al mes de gestación...en un momento de tu existencia tu también fuiste XX...hasta que se le cayó el rabito al cromosoma y a tí te salió otro...y si ese rabito que se cayó...no se cayó del todo?...igual tus cromosomas tienen recuerdo?...igual esta derrapada solamente es que mi regla es muy dolorosa...y mal de muchos consuelo de esta tonta

HombreRevenido dijo...

Yo soy el primero que dice que no somos tan diferentes hombres y mujeres. Si mis cromosomas tienen recuerdo de mi lado femenino... ahora entiendo por qué me gustáis tanto las mujeres.
Si pudiera compartir tu dolor... de todos modos hoy me duele la cabeza, fíjate tú, por hablar.

Anónimo dijo...

pues ya sabes...dolor de cabeza...kiki perdido...