martes, abril 03, 2007

Los martes: CINECLUB - 44 - Cyrano de Bergerac


Cyrano de Bergerac - 1990 - Director: Jean-Paul Rappeneau

Reparto:
· Gerard Depardieu (Cyrano de Bergerac)
· Anne Brochet (Roxane)
· Vincent Perez (Christian de Neuvillete)
· Jacques Weber

Guión: Jean-Paul Rappeneau y Jean-Claude Carriere (adaptando la obra teatral de Edmond Rostand)
Música: Jean-Claude Petit
Fotografía: Pierre LHomme


Que el ingenio se haga alarde
al renombrar su nariz,
no seré quien se acobarde
si es del retrato matiz,
de la cara emperatriz
y es la sombra de la tarde.
Torre Eiffel en la postal,
sombrero en Napoleón,
cabezazo de Zidane,
Bastilla y revolución.
Es la causa de que el fiero
espadachín de ciudad
desempolve el frío acero
blandiendo inseguridad
contra la temeridad
de quien ya no verá enero
si al finalizar... os hiero.

Con doncellas de escuchete,
balcones y noches frías,
no basta con ser guapete,
se precisa hipocresía.
Y a Cyrano le hacen falta
ciertas dosis de autoestima,
como al portero de Malta,
para acertar con la rima,
para estar a la que salta,
para ligarse a su prima
y darle lo que le falta
a esa parte que se arrima.
Para elevar la pasión
no creo que pueda haber
algo mejor que el francés
en el tema del amor.
Por eso ante tal fervor,
no se entiende al caballero
cuando ejerce de cartero
del otro aprendiz de actor,
porque en casa del herrero
el burlado es burlador,
y el listo consolador,
y el orgullo putañero,
al arbitrio de un dolor
como Escaramouche ligero,
nos advierte el trovador
que al finalizar... os hiero.

Sin embargo ante el disfraz
es inevitable el juicio
del espadachín locuaz
y entender su sacrificio,
pues para hacerla feliz
debe renunciar a ella
y consolarse si así
alguien alcanza a su estrella
y ayudar al figurín
a apurar bien la botella
de ese soñado elixir
que justifica vivir.
Será del cielo testigo,
en su infierno hará un país,
ni recorrerá su ombligo
ni pasearán por París,
será del fulgor mendigo,
para su Roxane, Police.
En lugar de cirugía
en prime-time de Antena 3,
de octosílabos porfía
el valiente chimpancé,
y acaba por suceder,
se derrama su ironía:
El alma que ama y revelarlo no osa,
con la razón se encubre pudorosa.
Me atrae un astro que en el cielo brilla;
mido su altura, en mi ruindad reparo
y, por miedo al ridículo, me paro
a coger una humilde florecilla...


El seísmo de verdad
de una confesión tardía,
añade nocturnidad
a la antigua alevosía.
Porque al estertor "me muero"
en un Depardieu robusto,
que se expresa en extranjero
y que recita con gusto,
como los jipis de Woodstock,
no le pondré ningún pero,
ejemplifica lo justo
de merendarse el disgusto.
de perseguir lo que quiero.
Abro la guardia, os espero.

Y al finalizar... os hiero.

7 comentarios:

Unknown dijo...

¿Trobador?

karlos dijo...

te has desvinculado y no has colocado estos dias una peli como ben hur, la pasion, los diez mandamientos.... La vida de brian.

HombreRevenido dijo...

Guillermo, me falló la ortografía,
que viene de escribirlo con el orto,
la B de trovador me deja absorto,
por eso la corrijo, Uve María.

Pues, Karlos, despropósitos en verso
han cambiado primigenias intenciones,
respetando a rajatabla tradiciones,
de sacar a Charlton Heston del INSERSO.

Anónimo dijo...

Pensé que me había equivocado de blog. Tomáste algo el findesemana que hace que pienses rimandolo todo?
Sólo aplausos, cientos de aplausos artista.

HombreRevenido dijo...

Ánimons, de tan santa la semana
obró el milagro, torpe pantomima,
que aplaude tus aplausos a mis rimas,
e inunda el blog de aroma a marihuana.

Anónimo dijo...

Chimpancé lírico, monito saltarín,
payaso hirsuto, Toribio parlanchín:
eres culto y poeta, y tu talento...
sucursal del Parnaso en tu aposento.

HombreRevenido dijo...

Ovidio, tu balada es el consuelo
que va ratificando mi pleonasmo,
si soplo en tan halagador sarcasmo
da sones de maraca y violoncelo.