viernes, septiembre 25, 2009

Soplo (y resoplo)


Llevo mucho tiempo mordiéndome la lengua con la crisis y su puta madre. Prefiero no dar mi opinión. Bueno, mi opinión ya la dije hace tiempo. Ahora añadirle un plus de amargura y empezaréis a acercaros a lo que pienso; a lo mejor hasta entendéis por qué no es este el mejor sitio para desahogarse.
Además sería un poco raro empezar a semana celebrando el oro del eurobasket y acabarla lamentando nuestro farolillo rojo en el empleo, la productividad, etc. Estáis acostumbrados a comportamientos erráticos, pero no tanto.

Sin embargo como me ha encantado la síntesis que hace León el Africano del asunto, y me parece tan certera que copio-pego sus palabras sin pedir permiso (mato dos pájaros de un tiro: os doy una lectura interesante sin exprimirme las meninges).

Tengo una duda y me gustaría compartirla a ver qué opinais.
Es a cuenta de toda esta crisis, que en mi opinión no es solo económica si no que es una crisis del sistema en su conjunto (económico, social, político,...), y que además por desgracia no creo que hayamos visto aun lo peor, me preguntaba por las razones y por las soluciones.
Llevamos meses leyendo y escuchando mil argumentos sobre el origen y el desarrollo de la crisis. Algunos de esos artículos son muy brillantes escritos por gente sin duda competente y que permiten entender en parte lo sucedido.
El problema que yo veo es que casi siempre, salvo contadas excepciones, se ha tendido a buscar razones, y sobre todo culpables, aislados de este desplome económico. Unos han culpado a la banca, otros a los americanos, otros a los gobiernos, otros a los trabajadores, a los constructores, otros a los extranjeros, a los sindicatos, a los partidos políticos (¡siempre al de enfrente!), a los medios de comunicación e incluso algunos al mismisimo demonio...
Y no digo que no sea cierto, pero al final viendo como va el país, viendo como nos estamos cayendo de puro maduro, pues creo la cosa es más sencilla. Aún admitiendo la incompetencia absoluta de Zapatero (que no debería haber llegado ni a presidente de la comunidad de vecinos), de la oposición de Rajoy (que buen registrador de la propiedad se perdió Santa Pola), de los avariciosos bancos, del empresariado cortoplacista y subvencionado, de los promotores inmobiliarios que pasaron del carro de bueyes al Audi, de los sindicatos aborregados y comprados, de los medios de comunicación que hablan al dictado de la publicidad institucional o de la licencia de turno, de los trabajadores acomodados y poco productivos, de lo que sea que queramos culpar... Y las soluciones son siempre en letras gruesas, a golpe de tambor, se saca una ley y se arregla la desastrosa educación, se hace un plan E y se acaba con el paro, se mandan unos soldados a Oriente Medio y se acaba con aquel caos, se hace una campaña de sensibilización de la primera chorrada que se les ocurra, grandes palabras "democracia", "estado de derecho", "libertades", "solidaridad"...


El problema real es el país. Somos un país de barra de taberna. Aqui todo el mundo opina, todo el mundo sabe de todo, todo el mundo arregla los problemas "en dos patadas", todo el mundo se queja, todo el mundo exige, todo el mundo critica, todo el mundo ve la tele, todo el mundo es muy listo y los demás son unos primos, todo el mundo "ya lo sabía" y todo el mundo siempre es del equipo ganador... pero muy pocos están dispuestos a sacrificarse, a trabajar más, a intentar mejorar, a esperar a que maduren los proyectos, a sentarse y hablar, y más aún a escuchar, pocos están dispuestos a asumir la responsabilidad de sus actos... este, por desgracia, es un país de taburete. Y así nos va.

Amen
.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo, sí estoy dispuesto.

Y lo firmo como anónimo, porque mi opinión, y mi esperanza, es una más.

HombreRevenido dijo...

Anónimo, toca sufrir. Pero es bueno hacerlo todos en la misma dirección.
Esperemos tener suerte y merecerla.

Ra dijo...

Óle, señores.

Alberto Colombo dijo...

Este pais , España , esta querida España es tan pero tan parecida a mi Argentina....

HombreRevenido dijo...

Ra, a ver si salimos a hombros o directos a la enfermería. Pero algún olé arrancaremos entre todos ¿no?

Alberto, no es la primera vez que ese pensamiento pasa por mi cabeza.
Mantengamos la esperanza de salir todos del túnel, los de acá y los de allá.