domingo, junio 05, 2011

De entretiempo


Climatología cambiante ¿verdad?. Esta mañana, apostado en mi ventana como un cazador, observaba a los viandantes. Estamos en junio, la semana pasada reventó los termómetros y ahora nos asola un extraño calor gélido o frío caliente. Llueve, no llueve, casi no llueve, a ver si aguanta... un sinvivir. Miraba por la ventana y me daba cuenta de que no todo está perdido, en tiempos de inquietudes climatológicas sobrevive un mito, la solución perfecta, el chándal.

Sé que cuando habéis leído chándal os ha dado un vuelvo el corazón. Qué importante fue el chándal ¿eh?. En el siglo XX la esperanza de vida en el mundo occidental prácticamente se duplicó. Dicen que por los avances económicos, médicos y alimenticios. Yo proclamo que fue el chándal.
El fuego, la rueda, la imprenta y el chándal, los cuatro pilares de nuestro pasado.
Sólo nos falta añadir el internet y ya tenéis el mundo de hoy.

¿Y el plural? ¿es chándals o chándales? A mi me gusta la segunda acepción.
Los chándales empezaron siendo de algodón, también de loneta, los hubo de esparto, de pana, de nylon, de cuero y lentejuelas, de seda y licra. El sindiós de la moda recorrió como una relámpago los 60, los 70 y los 80. Hasta que en los 90 llegó el chándal de tactel. Cielo santo, el tactel.


Los chándales de tactel abrigaban de una forma ligera. Si el primer astronauta español se hubiera paseado por la luna en los 90 lo hubiera hecho con un chándal de tactel. Dicen que los hombres tenemos distorsionada la visión de los colores, sus combinaciones posibles e imposibles. La culpa no la tiene ninguna mutación genética, es una influencia directa del trauma colorista del fenómeno chándal.

Todos esperábamos que el chándal evolucionara hacia tejidos aeroespaciales con plateados biónicos. Afortunada o desafortunadamente (nunca lo sabremos) ese futuro nunca llegó.

Tipos de chándal:

* Chándal de ir a andar (todavía en uso)
Prenda ligera y duradera que cumple a la perfección con su papel. Permite alardes como el de esos matrimonios que llevan el chándal a juego (una exaltación de la pertenencia, de la monogamia), normalmente de colores estridentes que pueden divisarse a varios kilómetros de distancia.

* Chándal de ir al campo (extinguido)
Antes de los coroneltapiocas y demás morralla para excursionistas, la gente se ponía el chándal para ir a pasar la tarde al río. Camuflaje nulo, transpiración regular, gran versatilidad en cambio.

* Chándal de vestir (prácticamente extinguido)
Era un chándal de marca con el que bajabas a comprar el periódico los domingos. Iba a juego con unas zapatillas (de marca también) muy muy blancas. No hubo que lavarlo en toda la vida porque quien lo tenía se lo ponía sólo 10 minutos a la semana (si iba a lavar el coche o a pasear al perro se ponía el de ir al campo).

* Chándal oficial (tristemente vigente)
El chándal del Madrid, el chándal del Barça, una reafirmación de la pertenencia al grupo. En el colegio puede hacer gracia. Luego es jodido de explicar.

* Chándal uniforme (vigente)
Para evitar la competencia entre los alumnos en lo referente a costosísimas prendas deportivas se instauró el chándal del colegio. Se vestía con orgullo (y cierta vergüenza, porque había diseños para todo).
Tiene una versión suprema que es el chándal del ejército. Cuando un soldado sale de titular en la guerra lleva el uniforme de campaña. Cuando espera su turno en el banquillo está con el chándal verde con la bandera, un clásico.

* Chándal de ir por casa (vigente)
Hasta la mujer con más glamour, seguidora incondicional de los preceptos sagrados de la Elle y la Marie Claire, es capaz de llegar a casa y convertirse de pronto en una punki revenida echando mano de un chándal viejo. En la mayoría de los hombres, por suerte, la misma acción es apenas perceptible.
(Otra cosa es el pornochándal ajustado para ellas y el chándal marcacola para ellos, que tienen otros intereses libidinosos diferentes de "estar cómodo").

* Chaquetilla suelta (muy vigente)
Es el gran hit del chándal actual. Seduce a los modernos, a los jipis y a los desfasados. Un amplio espectro, desde Macaco hasta mi abuelo.

* Chándal de rapero (vigente)
Heredero directo del chándal de tactel, pero con capucha, ribetes, brillos y mensaje. Un estilo en sí mismo: lujo deportivo.

* Chándal de yonqui (vigente)
Combina con exquisito gusto lo mejor y lo peor de los estilos anteriores.
El profesor Repronto hizo una reflexión al respecto (que añado como documentación de estudio).


Para otros capítulos quedarían el chándal de cani o el de ir al médico. Demasiado extravagantes para el análisis sosegado.
Mientras queden chándales surcando las aceras patrias significa que todavía nos queda esperanza.
.

27 comentarios:

El niño desgraciaíto dijo...

De piedra me he quedado ante tan sesudo análisis.

Yo soy partidario del chandal, pero mi mujer lo aborrece. Por ejemplo, creo que el rey en vez de ir con chaqueta, corbata y muletas, debería haber incorporado el chandal, mucho más práctico e, incluso, elegante.

molinos dijo...

PLas, plas, plas..eres el amo.

He leido el post en mi gasolinera del Bronx madrileño..pasarela incomparable de chandales de camioneros.

Con tu permiso voy a tuitear esta entrada...que risas me he echado.

HombreRevenido dijo...

Niño desgraciaíto, un análisis escrito de resaca suele ser profundo. Porque el cansancio aplaca el ímpetu y lleva a la reflexión.

Yo también soy partidario del chándal, pero cada vez encuentro menos momentos para disfrutarlo (maldita madurez, maldito siglo XXI)

Molinos, gracias mil.
El chándal de camionero es muy bueno también, falta en mi colección. Pero es que hay tantos cromos...

Anónimo dijo...

Qué buen análisis de esta nunca suficientemente ponderada prenda!

Hubo un hito en el mundo chandalístico allá por los últimos 80 - primeros 90, que fue la aparición del chándal de tejido "piel de melocotón". Aún recuerdo el modelo de Adidas de la selección, que costaba 25.000 ptas de las de entonces, creo que 2 o 3 veces el salario mínimo interprofesional de la época. Menos mal que se abrieron las fronteras comerciales con China y la "piel de melocotón" también se democratizó.

Manuel.

Peter dijo...

Genial. Yo soy sólo de usar el chandal en casa, vamos el de bajar la basura, y aún conservo el recuerdo de mi hummel del Real Madrid de los años 80, que recién comprado rompí en el patio de mi colegio, el primer día que me lo puse.

También echo de menos uno mítico, el de ir a la peluquería. La señora se lo pone tal cual se levanta, se va a hacer los moños para ir a la comunión de su sobrina y aprovecha para comprar la fruta de vuelta. La visión de un peinado de comunión con chándal es inenarrable.

Quercus dijo...

joder, ke brutalidad de post.
"no me cambio el chandal" ke dirían dogmacrew (llevan chandal de rapero, seguro).

pd: ke molinos te haga un plas plas plas es mucho plas plas plas (soy fan)

HombreRevenido dijo...

Manuel, aquello era canela fina, sólo para gente pudiente.

Con mis amigos nos hacíamos 170 Km. para ir a comprar a la fábrica de Adidas en Caspe (todo a mitad de precio). Los chinos lo democratizaron, es verdad, mira tú qué paradoja.

Peter, yo también rompía los chándales, y mi madre se hartaba a coserlos. Qué tiempos.

El de la peluquería es brutal. El chándal nos une tanto...

Quercus, un rapero tiene que ir cómodo, porque si te tira la sisa o la entrepierna es imposible ponerse a rimar.
El aplauso de Molinos me tiene ruborizado.

Anónimo dijo...

Si pudiera te haría la ola.Y el chandal con tacones de llevar a los churumbeles al cole...Chandal for ever ;)

HombreRevenido dijo...

Anónimo/a, ese chándal, qué importante. Arreglá pero informal.

El chándal nos sobrevivirá a todos.

Anónimo dijo...

Jijiji muy bueno! Llego aquí gracias al RT de Molinos y me quedo ^^.

Yo sólo uso el chándal de andar pero superbien combinado y destilando kilos y kilos de glamour por dondequiera que voy ;)

No has comentado nada de esa magnífica combinación que resulta de unir en el mismo sujeto (mujer en este caso): chandal y tacones. Lo más de lo más, oye!

Un beso!

HombreRevenido dijo...

Gracias, Aliena, ponte cómoda y sírvete tú misma, en la nevera hay de todo.

Chándal y tacones, arreglá pero informal, que decía Martirio. Un clásico instantáneo.

Cardo dijo...

El chandarl siempre debe estar presente en cualquier buen fondo de armario que se precie.En mi casa la modalidad triunfadora es la de pantalón de chandal con jersey de lana para acometer las faenas del campo (o huerto)en el crudo invierno. Curiosamente en el momento que ya no hay que llevar jersey, cambiamos a pantalón de tela

Anónimo dijo...

Jijiji, yo tenía una compañera en primero de facultad que iba así arreglá pero informal con su chándal y sus tacones (bastante se cachondearon de ella, todo hay que decirlo, la pobre)

Anniehall dijo...

Qué bueno. Yo soy de ponerme el chándal (solo pantalón, por favorrrr, y camiseta, claro) al llegar a casa. Pero mi glamour de ¿Elle y Marie Claire era? jamás me permitirá confesarlo en carne mortal.

Gracias a Molinos por tuitearlo. Y a ti por escribirlo, por supuesto.

HombreRevenido dijo...

Cardo, qué gran modalidad es esa. Confortable y sufrido.

Prefiguró el chándal de dos piezas sueltas, que mira si era buena idea que dura hasta nuestros días.

Aliena, primero de carrera no es un buen momento para los experimentos. Espero que aprendiera la lección más importante del curso.

Anniehall, aquí no se lo vamos a contar a nadie. Ni siquiera a uno de esos comisarios políticos de la gestapo de la moda. Aquí nos llevaremos tu secreto a la tumba.
Gracias a ti por leerlo.

ojal-a dijo...

¡Grande! ¡ese tactel!
Esta entrada ya se ha convertido en material de estudio obligatorio y ese pedazo de clasificación es de las que caen en examen sí o sí.
Abrumado, encantado me hallo.
a.

molinos dijo...

repito que es un gran post...y merecía reconocimiento.

Ya sabes, la falsa modestia está sobrevalorada y no sirve para nada.

HombreRevenido dijo...

Ojal-a, tienes razón, del chándal en los próximos exámenes cae algo seguro.
Lo mejor es que el tema todavía da para muchísimo más. Por eso da gusto vivir.

Molinos, yo reconozco que tu reconocimiento nos llena de alegría.
Ah, y que sepas que a mí a modestia no me gana nadie. Soy el más modesto del mundo mundial. ¡Modesto record! Rozando la santidad.
¿Que a lo mejor es falsa? Bueno, ahora con los chinos uno ya no puede estar seguro, todo se falsifica. ¡Hasta los chándales!

sucuri dijo...

Uno de tus mejores post. Me ha recordado al impacto de "Animales acojonantes". Grande.

Yo al chándal de estar por casa, lo llamo el "chándal yonki". Todos tenemos uno: el peor pantalón de chándal ever, el más feo, y una camiseta del "Rally matemático '87", por ejemplo.

Míticas también las rodilleras que nos cosían nuestras madres...

HombreRevenido dijo...

Sucuri, en nuestro colegio de patio asfáltico los chándales duraban intactos hasta la primera caída. Menos mal de aquellas rodilleras.

Hablando de animales acojonantes. También al ligre le gusta ponerse el chándal cuando llega a casa. En lugar de la camiséta del Rally Matemático tiene una de Bacardi, que también se ganó.

pazzos dijo...

En mi colegio teníamos un chandal pijamoide ceñido y sin cremalleras en las piernas. Si desde el banquillo tenías que saltar a la cancha el partido podía acabarse y tú todavía estabas tirado por el suelo peleando con la prenda atorada en los tenis.

Manolo "el comunista" dijo...

Yo creo que el táctel lo inventaron las madres para CONFIRMAR que fumábamos.

HombreRevenido dijo...

Pazzos, ufff, tremendo testimonio. Los chándales estrangulamuñecas y tobillos fueron una mutación que estuvo a punto de traumatizarnos para siempre. ¡Eran absurdos!

Manolo, no lo descarto.
A veces la propia ebullición de la adolescencia podía hacerlos entrar en autocombustión.

Rudo Curtir dijo...

Jo, el chándal. Esa prenda que favorece el procrastinar sobremanera. Para estar en casa, para ir a por el pan, para echar un partidillo... para todo vale además.

HombreRevenido dijo...

Rudo Curtir, ¿qué es antes? ¿la pereza o el chándal?
Allí hay una pregunta que no voy a responder. Me pongo el chándal y a ver la tele.

Anónimo dijo...

Llego un año tarde pero cuanta razón aqui junta!
me gustaria apuntar un apartado más... "el chandalismo ilustrado"... el que va de chandal y se las da de sabio... haberlos hailos!

HombreRevenido dijo...

Anónimo/a, los comentarios siempre son bien recibidos.
Cierto, el sabio con chándal y el tonto del pueblo con chándal, son las dos caras de la misma moneda.