sábado, septiembre 29, 2007

Animales Acojonantes (23) - LA LANGOSTA


La langosta de mar es un crustáceo y, como tal, disfruta y sufre un ajustado exoesqueleto que la defiende de los ataques, remarca su figura y oprime su tendencia natural a los saltos y cabriolas.
Lo primero que llama la atención de las langostas es su falta de cuello. Lo segundo, que son muy serias. No se sabe si ambas cosas tienen relación, pero en la mayoría de las especies ocurre: cuanto menos cuello menos bromas.

De enigmáticos ojos negros, la langosta escruta los turbios fondos marinos, usando sus antenas, amenazando con sus pinzas (a veces haciendo únicamente ruidos rítmicos de castañuela). Puede llegar a vivir 50 años y se aburre bastante. En la adolescencia sale de excursión a ver campos de coral. Luego ya no, como mucho a una cafetería a tomar un chocolate con churros el domingo.


Lo que diferencia a la langosta de otros animales es que ha nacido para morir. Y lo sabe. En esa visión trágica de la existencia se imagina muchas muertes indignas. Ninguna más vergonzante que dejarse extinguir por la edad. En el fondo, la langosta aspira a ser devorada por un homínido, el más alto grado de evolución del paladar (piensan). Por eso, cuando son arrojadas al agua hirviendo, en el momento de la cocción, la langosta se agita de satisfacción, sabe que va a morir pero no le importa. Una lagrimilla se escapa del caparazón y se mezcla con la sal disuelta en el agua (lejano recuerdo de la infancia y el mar).

Le gusta:
- La ropa interior color carne
- Los ritmos caribeños, sobre todo la salsa
- Que le chupen (las patas y la cabeza)

No le gusta:
- Planchar
- Esas leyendas urbanas sobre el ácido úrico
- Que sólo le quieran por su cuerpo

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, qué penita me ha dado la imagen de la langosta a punto de ser hervida, de verdad. Ya sé que ella es feliz pero me ha emocionado, pobrecica mía.

Unknown dijo...

Animales Acojonantes 23 - Cineclub 64. Desde luego era necesario poner un poco de orden, porque los AA parece que había dado por perdido el partido...

A ver si con el nuevo fichaje de la langosta conseguimos poner un poco de emoción en el marcador.

¿No?

Unknown dijo...

Me ha dado penita la escena final.Pobrecitas mías.
Pero no pòdemos evitar que mueran en una cazuela,están tan sumamente ricas,que es pecado no catarlas.Restem in pacem(pero en mi estómago,a ser posible)...

HombreRevenido dijo...

Ana, es el ciclo inevitable de la naturaleza. Te aseguro que las langostas se emocionan igual cuando hablan del tema. Es como un gran sueño imposible para el que sólo unas pocas son elegidas.

Expatriado, el cineclub es algo semanal y los AA son esporádicos. De ahí la diferencia insalvable. No quiero saturaros con tanto corporativismo animal. Pero ya estoy convenciendo a un nuevo bicho para salir en el blog.

Orleans, la evolución hizo suculenta a la langosta por algo, claro que sí. Y Dios me libre de ir en contra de la evolución. Con el disgusto que se llevaría mi madre.

Alberto Colombo dijo...

Yo creo que ese fin en una olla hirviendo se va transmitiendo de generacion en generacion de langostas

Lo mas aburrido debe ser cuando estan en esas peceras esperando que las elijan para ser devoradas

HombreRevenido dijo...

Alberto, y la tensión del momento, sabiendo que de un momento a otro pueden ser elegidas para ir y no volver. Tensa espera. A un solo paso de la gloria.