domingo, julio 27, 2008

El último grito (final feliz)


Concluye la semana temática, y conservo la misma líbido y la misma inapetencia laboral. Me quedo con la pena de no ofrecer un post tan espectacular como pretendía para despedir el tema, ya que quería hablar del sexo en la cultura de masas, las revelaciones y los tópicos que han acompañado al concepto a lo largo del tiempo, un repaso por su influencia en el imaginario colectivo: cine, televisión, cómic, publicidad, periodismo, literatura, videojuegos, internet, calle...
Sólo al plantear el asunto me he dado cuenta de que necesitaba por lo menos dos semanas más, y habrá que dejarlo para otra ocasión.

Dejémoslo en un proyecto, tal vez para algún capítulo de mi libro, en el que podré ser auténticamente profundo y bestia. Porque aquí, en el blog, todo parece un poco aséptico y no me acabo de soltar del todo. El GloXario, por ejemplo, tenía algún capítulo más, pero me he autocensurado. Aquí funcionan mejor otro tipo de cuentos.

A ver, este cuento infantil... ugh... no se atreverán...


... no serán capaces...

... alguien parará los pies al traductor...

... oppss...


Lo hicieron.
Fueron capaces.

De momento y por muchos años, el rey de la descontextualización será siempre el gran Jotacé, al que conocí gracias a Peibols (que pa todo tiene también)

En fin, que no es fácil empezar o terminar una semana temática sobre sexo. Por un lado parece todo forzado, como que vamos a hablar de un tema superguay, y no es así, realmente es el único tema posible. El sexo está en todo, el deseo es la sustancia de la que estamos formados; una semana temática al respecto es sólo un bucle, la ilusión de una elección.

El otro día leía a Álex de la Iglesia en una charla digital de elpais.com, decía "Si gustas a todo el mundo es que eres un mediocre de puta madre". No puedo estar más de acuerdo.
Si todos los post fueran como el del miércoles, perderían impacto. Si quisiera pasarme de gracioso parecería todavía más imbécil de lo que soy. Podría dar consejos sexuales del tipo: "si te entran ganas de toser sácate la polla de la boca", pero no resolvería el auténtico misterio del sexo, el que nos hace estar indefensos ante él, una y mil veces.
Intentar mirar con detalle nuestra desnudez, interna y externa, rediscutir los conceptos de la seducción, son imperativos ineludibles de todo lo que escribo, la mayoría de ello no expuesto todavía.

Como las monjas acaban sincronizándose y teniendo la regla al mismo tiempo, el runrún nos acompaña, se propaga por nuestra piel, en cuanto convivimos en los claustros de una semana temática de estas ¿no os parece?.
Qué importa que el resultado sea completamente fallido, que se quede corto o nos deje escocidos. Nos hace sonreír de complicidad, a nosotros, a los que estamos de vuelta de todo, pero hemos comprado boletos en la rifa de ese abrazo que tanto nos falta.
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4 comentarios:

Peibols dijo...

Discrepo totalmente con la mayor parte de las cosas que has contado.

Pollita pequeñita... creo que me lo voy a poner de nick en el Mesenyér.
Aunque sólo sea por hacer dudar.

HombreRevenido dijo...

Peibols, yo discrepo totalmente de tus discrepancias. Pero sin embargo creo de que sí.
A raíz de eso viene lo otro.

Peibols dijo...

Mientes con esa boca llena de dientes.

HombreRevenido dijo...

El que lo dice lo es.