martes, abril 27, 2010

Birreto (entre el equilibrio y la tradición)

Eterna repetidora en la Academia de Chimpancés, la grácil Laurel, que a pesar de ser inteligente es buena persona, nos mandó una pregunta que da para todo, para reflexionar y para aprender (no os vendría mal de vez en cuando).





¿Cómo hacen los judíos para que no se les caiga el birrete ese que llevan en la cabeza?





En seguida pusimos a trabajar a la brigada de I+D (ignorantes más dotados), que barrieron internet en busca de respuestas. Cuando llevaban 4 días completos viendo porno y sin atisbos de mejora, tomé las riendas de la investigación tras repartir una plaga bíblica de collejas.

La tradición judía sostiene que en la sinagoga, en cualquiera de las manifestaciones religiosas, es preciso cubrirse la cabeza, como símbolo de que Dios está por encima de cada uno. El sombrero típico judío, la kipá (en hebreo), sirve para esto, incluso por su diseño ligero y cómodo sirve para su uso continuado en cualquier circunstancia social (excluida la ducha, la cirugía craneal y la peluquería).
Observen ustedes al individuo de la foto, bebe agua y no se le cae la kipá.

Abandonemos las elucubraciones esotéricas. La kipá puede ser lo suficientemente grande y ergonómica que se sostenga por sí misma. En el caso de ser ese discreto redondel de un palmo de diámetro, la solución es sencilla: horquillas. Un par de horquillas y solucionado (algunas kipá llevan ya enganches para el pelo).

¿Qué pasa si eres calvo? Hay 4 opciones:
1) Hacer vacío (el infalible efecto ventosa)
2) Una gometa de gorrito de cotillón (mal vista)
3) Algún tipo de pegamento kosher de pegar y despegar (tipo postit).
4) Usar un sombrero más grande, de otra clase (mexicanos abstenerse).

Recordemos que también los cristianos (por ejemplo el siempre moderno Sumo Pontífice) visten a veces un birrete por el estilo. En este caso se llama "solideo" y suele ir atornillado, como la fe.
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6 comentarios:

Espartaco dijo...

Yo pensaba que el solideo surgía por generación espontánea o por obra y gracia del Espíritu Santo. Me dejas perplejo.

Laurel dijo...

Laurel la grácil y a la par inteligente comenta: al señor que tenía dos asientos por delante en el avión, el kipá (lo que se aprende aquí) no se le movió con las turbulencias. Descarto la ergonomía porque el birrete era chiquitillo y no parecía hombre con malformación ósea, y si llevaba horquillas para si las quisieran las gimnastas de competición porque no se veían ná de ná. Debía de llevar el modelo con enganches incorporados. Una incertidumbre menos en mi vida. Gracias profesor, repetiré curso de nuevo.

la maru dijo...

Yo me probé una kipá en la Sinagoga Española, por aquello de ver si me inspiraba más el judaísmo pero, además de caerseme todo el rato, me llamaron la atención... Un rollo de gorrito, vamos... Claro que, ahora que ya lo sé, la próxima vez me llevaré unas buenas horquillas, y a ver quíen es el guapo que me lo quita de la cabeza.

HombreRevenido dijo...

Espartaco, algún caso ha habido, eso es verdad, milagros de alta costura. Pero normalmente es postizo.

Laurel, cada vez que repites curso muere un gatito, pero nos sentiremos honrados de tenerte de nuevo aquí el año que viene.
Si yo fuera judío (de momento no lo soy) optaría también por la solución de los engamches. Y cuando me quedara cartoniano, por la ventosa.

Claro, Maru, unas horquillas o un lazo. Lo importante es que se sostenga.

Ra dijo...

¿Seguro que no es una ventosa como la de los -tan socorridos- parasoles de las ventanillas de atrás de los coches?

HombreRevenido dijo...

Esa solución sólo es válida si se aplica sobre una superficie lisa, Ra. Por eso la recomendamos para calvas adecuadas y resulta inviable en judíos y judías con pelazo.